Los Muertos Vivientes son un regimiento experimental. Algunos creen que, al igual que otros regimientos, sus miembros eran niños nacidos en la nave y mutados con el ADN de Jason Elliott, lo que les otorgó esa apariencia terrorífica. Nada más lejos de la verdad.
Si realmente queremos entender al tercer regimiento de la humanidad, debemos adentrarnos en la vida de un hombre. No, no me refiero a Jason Elliott, sino a su escudero: Morgun, el abuelo. Así lo llamaban por ser el soldado más anciano de toda la nave de JcJanson.
Su historia comienza en la Tierra. El año es irrelevante; ni siquiera él lo recuerda con precisión. Lo que sí guarda vívidamente en su memoria es que estuvo presente cuando JcJanson presentó los primeros modelos de murder drones. Se promocionaban como una supuesta mejora en todos los aspectos respecto al modelo anterior: mayor fuerza, velocidad, letalidad y un cuerpo mucho más atractivo.
Claro está que este era un lujo reservado únicamente para los ricos y poderosos miembros de la familia Elliott, así como para sus conocidos y aliados corporativos. Ellos recibieron a los murder drones como si fueran juguetes nuevos: herramientas dispuestas a cumplir sus ambiciones, caprichos e incluso los placeres más depravados. El resto de los humanos los conoció de una manera muy diferente, ya que eran los murder drones los encargados de asesinar a cualquiera que sus adinerados amos consideraran una molestia.
Morgun, el exjefe de seguridad de JcJanson, era un objetivo prioritario. Sabía demasiados secretos de la compañía; de hecho, renunció porque su conciencia pesaba demasiado para continuar. El tráfico de personas, los grotescos experimentos e incluso los abusos hacia los empleados eran recuerdos que Morgun siempre llevaría consigo.
Por eso no le sorprendió cuando un murder drone tocó a su puerta.
Morgun no era tonto; estaba preparado. No solo se mudó a una cabaña aislada de todo, sino que también la equipó con innumerables trampas mortales. Cuando el murder drone llegó, el anciano lo recibió con cinco disparos de escopeta a quemarropa. Después, comenzó a golpearlo con un hacha hasta arrastrarlo hacia la primera de las trampas. Estas se activaron una tras otra, sin darle al monstruo un solo instante para levantarse. Grandes rocas, troncos afilados y cientos de flechas llovían desde todas las direcciones. Para rematar, Morgun lanzó un collar lleno de granadas activadas que explotaron a los pies del maltrecho monstruo.
Pero no fue suficiente. Se levantó y, para horror de Morgun, se regeneró. A partir de ese momento, la batalla no duró mucho. Morgun era un superviviente nato y, gracias a su antiguo trabajo, estaba preparado para enfrentar lo peor. Sin embargo, solo era un hombre contra el arma más poderosa creada por la humanidad. El combate fue breve: el murder drone atravesó su cabeza, y Morgun cayó al suelo.
No le importó demasiado; al menos moriría antes de que se fabricaran más de esas cosas. Al menos, su conciencia estaba limpia. Por eso, fue enorme su sorpresa cuando despertó en una camilla de hospital de la compañía, más de cien años después, y dentro de una nave espacial.
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Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]
FanfictionUn AU que responde la pregunta: ¿Qué pasaría si la humanidad fuera el villano en Murder Drones?