2024
En un mundo paralelo, Lando Norris había seguido un camino completamente diferente. En lugar de Fórmula 1, su destino lo llevó a las pasarelas como uno de los modelos más prometedores del mundo. Su carisma natural y su estilo juvenil lo convirtieron en una estrella internacional, con miles de seguidores admirando sus sesiones fotográficas y campañas de moda.
Carlos Sainz, por otro lado, había seguido el sueño de su vida: ser piloto de Fórmula 1. Desde pequeño, las carreras eran su pasión, y a pesar de los altibajos en su carrera, había logrado establecerse como uno de los pilotos más rápidos y respetados en la parrilla.
Un día, sus mundos se cruzaron. Carlos, después de un exitoso Gran Premio en Mónaco, fue invitado a un evento de moda exclusivo en Milán. No era su ambiente habitual, pero quería experimentar algo diferente y distraerse después de una intensa temporada de carreras. Ahí es donde vio a Lando por primera vez, desfilando con elegancia por la pasarela.
Después del desfile, ambos coincidieron en una pequeña fiesta privada. Carlos, siempre tan sociable y amigable, se acercó a Lando y bromeó: "Tú y yo deberíamos intercambiar carreras. Seguro que serías rápido en un coche de F1."
Lando soltó una carcajada, pero respondió con una sonrisa desafiante: "Y tú podrías hacer una gran figura en las pasarelas."
A partir de ese momento, la conversación fluyó con naturalidad. Descubrieron que, aunque venían de mundos tan distintos, compartían muchas cosas en común: la disciplina para alcanzar el éxito, la presión constante de los medios y la pasión por lo que hacían. La charla se alargó durante horas, hasta que la fiesta terminó, pero para ellos, parecía que acababa de comenzar.
Carlos se dio cuenta de que, a pesar de su vida acelerada en las pistas, había encontrado una conexión genuina con alguien que, aunque vivía a un ritmo diferente, entendía los desafíos y sacrificios de la fama. Lando, por su parte, sintió que Carlos era más que el piloto que veía en la televisión; era alguien auténtico, con los pies en la tierra y un corazón generoso.
Con el paso del tiempo, ambos comenzaron a verse más seguido. Carlos asistía a algunos desfiles y eventos de moda, mientras que Lando no se perdía ninguna carrera de su nuevo amigo. Sus amistades se consolidaron, y poco a poco, ambos encontraron un equilibrio entre sus dos mundos.
Un día, durante el Gran Premio de Italia en Monza, Lando fue invitado al paddock para ver la carrera de cerca. Carlos, en uno de los mejores momentos de su carrera, ganó esa carrera en una actuación impresionante. Al cruzar la meta, levantó el puño en señal de victoria, y en cuanto se bajó del coche, corrió hacia Lando, que lo esperaba en el muro de boxes.
"Lo sabía," dijo Lando con una sonrisa mientras abrazaba a Carlos. "Sabía que hoy sería tu día."
Carlos lo miró con una mezcla de orgullo y gratitud. "Tú también tendrás tu gran día. No importa si es en las pistas o en las pasarelas, Lando. Somos ganadores en nuestras propias carreras."
A partir de ese momento, decidieron que no había necesidad de cambiar de carreras, porque ambos estaban donde pertenecían. Su amistad solo creció, y juntos demostraron que, sin importar de dónde vinieras o a qué te dedicaras, siempre podías encontrar felicidad y éxito cuando seguías tu pasión y compartías el camino con personas que te apoyaban.
5 años después ...
Carlos y Lando seguían siendo amigos inseparables, con Carlos como campeón de la Fórmula 1 y Lando como uno de los modelos más influyentes del mundo. Juntos, rompieron barreras entre los deportes y la moda, demostrando que con un amor sano todo se puede
Fin..
Me presento soy dalsss, llevo un tiempo buscando una historia carlando con un final feliz y una historia sin dolor
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Caminos cruzados
Fanfiction•One shot En un mundo donde las pasarelas y los circuitos de carreras rara vez se tocan, Lando Norris y Carlos Sainz vivían vidas completamente distintas. Lando era un modelo internacional, admirado por su estilo y carisma, mientras que Carlos se c...