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Draco: 

Días después:


Mientras que mi hijo se recuperaba favorablemente en casa, yo debía encargarme de algunos asuntos de suma importancia. Mis hombres encontraron a la persona que necesitaba ver, la verdad es que estaba complacido con el trabajo de mis hombres.

Estaba sentado en la silla mientras me tomaba el whisky que me dejaron mis hombres. 

Estaba de buen humor por que mi hijo no rechazo la medula que donó la zorra de Astrid, afortunadamente mi hijo es fuerte y recibió ese trasplante muy bien. Cosa que a mi me tiene contento. 

Pensaba en si no la recibía, yo no iba a rendirme tan fácilmente, iba a seguir buscando donantes para Liam, asi tenga que barrer la ciudad iba a encontrar a quien fuese compatible con el. Pero como todo ha sido un éxito, ya tengo una cosa menos de las que preocuparme. 

Por otro lado odiaba tener que deberle algo a Astrid cuando ella le hizo mucho daño a Elizabeth, no quiero deberle nada a esa mujer, por eso iba a ofrecerle un jugoso trato. Una enorme cantidad de dinero para que largara lejos de aquí para que deje de molestar a mi mujer, si no lo acepta, tendré que usar mis métodos para que si lo acepte o desaparezca de una vez por todas de la vida de todos, sobretodo la de mi mujer. 

—Señor, ya lo trajeron. 

Solo asentí y pedí que lo metieran al almacén. 

Mis hombres traían a rastras al sujeto que estuve buscando por días, que no fue tan difícil encontrarlo, solo ofrecí un par de billetes a quien tuviera su información y el mismo día obtuve su ubicación, no fue difícil. 

Lo sentaron frente a mi, no sin antes atarlo. Cuando le quitaron la tela que cubría su cara, palideció al verme. 

—Doctor Payne —sonreí—. Que gusto verlo. 

—S-Señor Valkov. 

—Oh, que alegría que me reconozca —rei— ¿cuando fue la última vez que nos vimos? Ya ni lo recuerdo, pero me alegra verlo. 

—Señor yo.. 

—No —negué—, no quiero oír excusas baratas ahora, te traje aquí para que abrieras el hocico, así que espero que me colabores y recibirás a cambio, el perdón de tu vida. 

—Y-Yo no se nada —negaba. 

—No me digas eso, claro que sabes muchas cosas, necesito informacion Payne, así que comencemos desde el inicio —suspiré— ¿De donde conoces a Arnold Antonetti? 

—Yo no se de quién me habla.. 

—¿De verdad que no lo sabes? —el negó— ¿Y estas fotos, que? 

Lance las fotos hacia el, en ellas se veían ellos hablando como un par de personas normales. Otras en un club entre muchas más. 

—Está más que claro que se conocen, así que habla ya, antes de que pierda la poca paciencia que tengo. 

—E-El me contacto —comenzó a cantar—, me dijo que lo ayudara con un asunto. 

—Muy bien, ¿Cual asunto?

—Deshacerme de un niño —dijo, mientras temblaba—, me pidió que le diera placebo. 

Lo sabia, sabia que ese bastardo quería deshacerse de mi hijo dándole pastillas con azúcar dentro. Agradecí que era azúcar y no otra cosa, aun así me molesta que ese bastardo haya querido hacer algo como eso. 

Draco |+18| II Bilogía Mafia. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora