Hemos estado paseando mientras nos comíamos un helado, hablando de nuestras vidas y de lo que pretendo hacer en cuanto llegue a Madrid. Oyendo la música de la calle y viendo las luces de la ciudad.
Ahora estamos de camino al aeropuerto, donde nos despediremos y no volveremos a vernos nunca, donde este día tan maravilloso terminará y volveremos a ser dos desconocidos que han compartido momentos en común.
Ni siquiera sé cómo decirle adiós, no sé cómo despedirme y no se que le contaré a mi familia de la gran noche que he pasado sin ellos en París cuando esto se suponía que era un viaje familiar. Espero que Gala no esté enfadada conmigo por haberme ido sin ella y espero que me perdone pronto.
Llegamos a la puerta del aeropuerto y Antoine aparca el coche para que podamos bajar. Me acompaña hasta dentro y veo a mi familia sentada en el suelo esperando a que llegase. Ellos también me ven a mí pero se quedan en su sitio para que yo pueda despedirme tranquila.
-Bueno...-digo.
-Bueno...-dice.
-Gracias por hacer de este día algo mejor Antoine, ha sido todo un placer, cuídate mucho.
-Natasha-dice.
-¿Si?-le pregunto mientras le miro extrañada.
-Si decides quedarte...Si decides cambiar de opinión y quedarte, podríamos hacer grandes cosas juntos.
-Me encantaría quedarme, pero no puedo...Mi trabajo, mi familia y mi casa me están esperando en Madrid y debo cumplir con mis obligaciones-digo apenada.
-Lo entiendo, espero que tengas un buen viaje y que seas muy feliz.
Le miro y él hace lo mismo. Poco a poco veo cómo se acerca a mí y me pongo nerviosa al notar como su respiración se junta con la mía. No sé si estoy esperando un beso o simplemente estoy deseando que este momento termine. Odio las despedidas, nunca me han gustado, me recuerdan momentos de mi vida demasiado tristes como la muerte de mi padre y no estoy acostumbrada a esto.
No es la misma situación, por supuesto, pero una parte de mí desearía no tener que estar haciendo esto, mi cabeza está en Madrid pero una parte de mi corazón se queda en París como siempre me pasa cuando me voy de aquí aunque a este viaje le sumo el haber conocido a este hombre.
Creyendo todavía que va a darme un beso desvía su cabeza hacia mi frente y deposita sus labios. Nunca me habían dado este beso, para mí es importante, es un beso que significa protección y me parece uno de los besos más bonitos e importantes que hay.
Sin decir nada más, se aleja de mí poco a poco, observo como camina hacia la salida y yo sigo inmovilizada en el mismo sitio, sin pensar en otra cosa más que en este perfecto e increíble viaje.
Si hace cuatro días alguien me hubiese dicho me hubiera reído sin duda alguna, yo jamás hubiese creído que un viaje tan preparado desde hace meses pudiese haber cambiado tanto. Nunca creía que podría conocer a un hombre y al día siguiente pasar el día con él y mi familia y después tener una de las mejores noches de mi vida.
Pero qué bonito es a veces cuando la vida nos sorprende, qué bonito es darse cuenta de que hay mucho más de lo que creemos e imaginamos y que a veces por mucho que planeemos las cosas, todo se puede torcer y cambiar y no siempre es malo, de hecho, en este caso ha sido todo demasiado bueno.
-¡Natt tenemos que irnos!
Oigo la voz de mi hermana y vuelvo a la realidad en seguida. Veo como se acerca hacia mí corriendo y me coge la mano.
-¡Quiero que me cuentes todo en cuanto subamos al avión!-me dice.
-No hay mucho que contar...-digo todavía con la mirada en la puerta.
-¿Qué? ¡Claro que hay cosas que contar! Acabas de pasar la noche con un hombre guapísimo por París así que claro que hay cosas que contar, pero primero subamos al avión.
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Si decides quedarte.
Teen FictionNatasha ha dedicado su vida a trabajar y viajar a partes iguales. Siempre ha tenido el mundo a su disposición y la vida resulta. Reina del orden y la tranquilidad, ese ha sido siempre su lema. Un viaje a Paris, una familia no común y la reina de la...