ACTA DE NOVIAZGO

Capitulo 18: Bajo la Superficie

El lanzamiento de su primer sencillo fue recibido con más entusiasmo del que esperaban. Las plataformas de streaming comenzaron a acumular reproducciones, y pronto, el nombre de Rising Beats empezó a circular entre los estudiantes, profesores y, sorprendentemente, entre algunos círculos musicales fuera de la universidad. Los elogios se sucedían, y con ellos vinieron las primeras ofertas para pequeños conciertos en cafés locales y eventos universitarios.

A pesar del éxito, Soyeon comenzó a notar que la presión aumentaba. Los ensayos se volvían más intensos, los plazos para las actuaciones eran más exigentes y, aunque la banda seguía unida, las pequeñas tensiones comenzaban a aflorar. No todos estaban acostumbrados a manejar la carga del éxito repentino, y Soyeon, en especial, sentía que todo se movía demasiado rápido.

Una tarde, después de un agotador ensayo, Soyeon decidió quedarse en el aula de música un rato más. Mientras los demás se marchaban, ella se sentó frente al piano, dejando que sus dedos recorrieran las teclas en una melodía improvisada. El sonido suave y melancólico que surgía del instrumento reflejaba cómo se sentía por dentro. El éxito era algo increíble, pero también venía con un precio.

No mucho después, Jisoo volvió al aula, sorprendido de verla aún allí. "¿No te vas a casa?" le preguntó, sentándose junto a ella.

Soyeon suspiró. "Solo quería quedarme un rato más. A veces siento que todo esto es demasiado... rápido."

Jisoo la observó en silencio, comprendiendo lo que ella quería decir. A pesar de la emoción del éxito, él también había empezado a sentir el peso de las expectativas. "Lo entiendo. No es fácil pasar de tocar en el campus a tener gente que te observe todo el tiempo, esperando algo de ti."

Soyeon asintió, agradecida de que Jisoo la comprendiera. "Siento que ya no es solo nuestra música. Es... como si estuviéramos intentando complacer a todo el mundo."

Jisoo sonrió con suavidad y tomó su mano. "Pero al final del día, lo único que realmente importa es lo que hacemos nosotros. La música es nuestra. No podemos olvidar eso."

Soyeon lo miró, sintiendo una chispa de alivio. "Tienes razón. A veces, solo necesito recordarlo."

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Con el paso de los días, la banda continuó con su creciente popularidad. Fueron invitados a varios eventos, lo que requería cada vez más tiempo y esfuerzo. Minji y Hyunwoo parecían manejar la situación bien, entusiasmados por cada nueva oportunidad, pero Soyeon sentía que la presión se intensificaba cada vez más.

Una noche, mientras revisaba las próximas fechas de las presentaciones en su habitación, su teléfono vibró. Era un mensaje de su madre, recordándole que hacía tiempo no iba a casa a visitarla. Soyeon leyó el mensaje con un nudo en el estómago. La última vez que había hablado con su madre había sido justo después del concurso, y desde entonces, todo había sido un torbellino de ensayos y actuaciones.

Suspiró, sabiendo que había descuidado a su familia, pero también sintiendo que no tenía tiempo para nada más que la banda. Decidió responderle que trataría de visitarla el fin de semana, aunque en el fondo sabía que lo más probable era que no tuviera tiempo. Entre el nuevo concierto que estaban organizando y los ensayos adicionales, parecía imposible.

El conflicto interno la dejó despierta hasta tarde. Pensaba en lo que Jisoo le había dicho sobre la música siendo de ellos, pero también estaba la realidad de que ahora había más personas involucradas. Representantes, promotores y organizadores. Se preguntaba si todos esos compromisos los estaban alejando de lo que realmente importaba.

Al día siguiente, Soyeon decidió hablar con Jisoo sobre sus preocupaciones. Se encontraron en su lugar habitual, un pequeño parque escondido entre los edificios del campus. Era un refugio tranquilo que les permitía escapar, aunque fuera por unos minutos, del ruido y las demandas de la banda.

"Jisoo," empezó Soyeon, mirando sus manos. "¿Tú crees que estamos perdiendo el control de lo que estamos haciendo? A veces siento que todo esto ya no es solo por la música. Es por las expectativas de los demás."

Jisoo la escuchó atentamente, con la expresión seria que mostraba cuando algo le importaba. "Lo he estado pensando también," admitió. "Todo ha pasado tan rápido que a veces me pregunto si tenemos tiempo para respirar. Pero creo que es parte de esto, ¿no? Quiero decir, cuando empiezas a tener éxito, también tienes que aprender a manejar todo lo que viene con él."

Soyeon asintió, aunque no podía evitar sentirse abrumada. "Sí, pero no quiero que nos olvidemos de por qué empezamos esto. La música... era nuestra forma de expresarnos, de ser nosotros mismos. No quiero que se convierta en una carga."

Jisoo se inclinó hacia ella, tomando su mano de nuevo, como lo había hecho antes. "No lo será, no si no dejamos que lo sea. Tenemos que recordar por qué lo hacemos. Si alguna vez sentimos que nos estamos alejando de eso, solo tenemos que volver a conectarnos con lo que nos llevó hasta aquí."

Soyeon sonrió, sintiéndose más aliviada. Las palabras de Jisoo siempre lograban darle claridad cuando más lo necesitaba. "Tienes razón. A veces olvido lo afortunada que soy de tenerte en todo esto."

Jisoo la miró, con una sonrisa tranquila en su rostro. "Y yo a ti. No estaríamos donde estamos si no fuera por lo que hemos construido juntos."

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Con esa nueva perspectiva, Soyeon decidió que era momento de hablar con el resto de la banda. En su próximo ensayo, se reunió con Minji y Hyunwoo para discutir cómo se sentían todos con respecto a la creciente carga de trabajo y las expectativas externas. Para su sorpresa, Minji también compartía algunas de sus preocupaciones.

"Es emocionante estar en el centro de todo esto," dijo Minji, "pero también puede ser agotador. A veces me pregunto si podremos seguir así a este ritmo."

Hyunwoo, aunque más relajado en su actitud, admitió que él también sentía la presión. "No es que no disfrute de todo esto, pero sí, hay días en los que todo se siente... demasiado. Como si estuviéramos compitiendo contra el tiempo."

Esa conversación ayudó a Soyeon a darse cuenta de que todos estaban lidiando con las mismas emociones, aunque lo manifestaran de manera diferente. Juntos, acordaron que necesitaban encontrar un equilibrio, un espacio para recordar lo que realmente les apasionaba: la música.