III

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Tory llega a su casa, sentía como si un tráiler hubiera pasado sobre ella.

—Tory eres tú?.

La voz cansada de Grace Nichols se escucha a la distancia.

—Si mamá soy yo- Tory intenta borrar cualquier rastro de cansancio mientras se acerca a la habitación —Como estás?, te sientes mal?.

—Estoy bien cariño, no te preocupes - le brinda una leve sonrisa —Y como te fue en tu primer día?.

—Muy bien mamá,

—Que bien cariño, y dime hiciste algún amigo nuevo?. Algún chico que te llame la atención?.

—Mamá!.

—Que?, una madre ya no puede interesarse por la vida sentimental de su hija.

—No desde que te dan la charla.

Grace ríe, pero está risa se convierte en una toz. Tory se acerca ayudarla.

—Estas bien mamá. - le da un vaso con agua.

—Estoy bien, tranquila. - toma el vaso —Muchas gracias cielo.

Tory mira el frasco de pastillas vacío. Una sensación de impotencia la rodea, debía haber comprado las pastillas pero el cheque de incapacidad no había llegado y apenas si tenía para cubrir el alquiler.

—Tory!- Grace la mira con algo de preocupación. —Estas bien cielo?.

—Si. Porque no mejor descansas. Yo iré a traer a Brandon y luego preparo la cena.

—Esta bien cariño, gracias.

Grace da un apretón a su mano, Tory le brinda una sonrisa calida, para así salir de la habitación.

Apenas cierra la puerta, algunas lágrimas empiezan a salir de sus ojos. Se cubre la boca para ahogar los sollozos.

—Vamos Tory, no puedes dejarte caer.- susurra mientras, limpia las lágrimas.

Toma sus llaves y sale de su apartamento.

Kwon sale de un restaurante Italiano con mala cara, para él aquel restaurante era un insulto a la cultura. Ya que de Italiano no tenía nada, todo era muy americano y la comida ni siquiera era italiana.

—Italiano un corno ( de italiano, una mierda).

Kwon mira una farmacia, recuerda que necesitaba comprar unas cosas, así que entra.

—Que se le ofrece?.

—Deme tres vendas medianas, unos tapones para los oídos, un paquete de chicles de canela y gotas para los ojos.

La campana de la entrada suena, anunciando la entrada de un cliente.

—En un momento te atienden.

—Gracias.

Kwon voltea al oír su voz, al verla sonríe de lado.

—Hola rubía.

—Imbecil.

Una mujer con bata blanca se acerca hasta donde está Tory.

—En que te puedo ayudar?.

—Necesito estos medicamentos.

Le extiende una receta, la mujer la toma y se acerca a los anaqueles para tomar el medicamento.

—Aqui está sus cosas.- la otra chica entrega una bolsa a Kwon —Pago en efectivo o tarjeta?.

—Tarjeta.

—Aqui está, estarían doscientos ochenta y nueve dólares con sesenta sentabos. Efectivo o tarjeta?.

Devil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora