⚠️: Escena no sexual pero ligeramente explícita más adelante, por si están cerca de alguien, para que se alejen o no lo lean en público ⚠️~Alhaitham POV~
Desperté, pero se sentía mejor que nunca. No sólo había recuperado mi vitalidad al beber la sangre de Kaveh, sino que ahora, él dormía plácidamente entre mis brazos. Acaricié su rubio y precioso cabello con todo el cuidado posible para no despertarlo. El calor que emanaba de su tersa y delicada piel me hacía sentir un cosquilleo en el estómago. Me sentía tan emocionado como cuando mi abuela preparaba mi comida favorita.
Cuando nuestra relación había comenzado, jamás imaginé que podría llegar a amarlo de esta manera tan irracional y desenfrenada. El simple hecho de verlo sonreír hacía que mi corazón se acelerara. Su piel sobre la mía se sentía diferente a como podría sentir cualquier otra piel. Cuando nuestros cuerpos se entrelazaban, él me atraía tanto, que sentía que podría eyacular con tan sólo el roce de sus dedos sobre mi espalda. Todo de él me enloquecía y me llevaba a un éxtasis que me aterrorizaba.
Todo esto era nuevo para mí, demasiado nuevo, al punto de no saber con exactitud qué estaba sintiendo. Kaveh decía sentir amor por mí, y yo asumía naturalmente que era lo mismo. Me preocupaba que fuera una obsesión, pero al haberlo dejado ser libre con Kaeya, creo que podía descartar esa opción tan escalofriante.
—Si me sigues observando de esa manera, pensaré que estoy babeando.
—Lo cual no es mentira. —Mi respuesta hizo que abriera los ojos, se levantara rápido y se limpiara—. Kaveh, no me molesta que babees, por el contrario, me pareció tierno.
—A mí no, me parece muy humillante.
Se sentó, dándome la espalda. Por un momento, me pareció enternecedor verlo comportarse como un infante. Estar avergonzado por algo tan humano y tan natural como babear me parecía bastante enternecedor viniendo de Kaveh, aunque probablemente, era el único humano por el que sentiría tal cosa.
Me acerqué a él, rodeando su cintura con mis brazos, depositando ligeros besos sobre su cuello y hombros. La tensión de Kaveh pareció disminuir lentamente mientras lo besaba. Besé su mejilla con mucho amor depositado en mis labios. Se giró para mirarme, un tanto incrédulo, incluso, tal vez podría asegurar que lucía un poco sorprendido.
—Sé que para ti puede parecer algo avergonzante, pero realmente te amo, Kaveh. Cada pequeño detalle que no pueda gustarte de ti mismo o que te parezca desagradable, yo lo veré con amor y como algo precioso proveniente de ti.
—Eso no quita que babear sea asque... —Lo besé para interrumpir su frase—. ¡Alhaitham!
—Cada que digas cosas así, me encargaré de callarte a besos. —Kaveh sonreía, feliz y juguetón—. Así que tú sabrás si seguirlo diciendo.
—Entonces... —Me miró pícaramente, por lo cual, yo sabía que haría a continuación—. Que esté babeando es as...
Volví a besarlo, sujetando su rostro, apretando sus mejillas con mi dedo pulgar sobre un lado y el resto de mis dedos en el otro. Sonrió, con las mejillas tan rosadas como una pequeña fresa. Me encantaba verlo sonreír así para mí. Verlo sonreír me hacía feliz, pero me hacía aún más feliz cuando esa sonrisa iba dedicada para mí, para nuestro momento especial.
—Alhaitham no me am... —Volví a callarlo con un beso, pero este fue más intenso—. ¿Tanto te molesta que diga eso?
—Si vuelves a decir que no te amo, aún se trate de este juego, me encargaré de llenar tu agujero de semen hasta que ya no puedas caminar ni comer. —Kaveh me miró, con una mirada de excitación y sorpresa recorriéndole el rostro—. ¿Realmente quieres arriesgarte?
—¿Y qué pasa si quiero? —Kaveh se sentó encima mío, lo cual era bastante peligroso considerando nuestra desnudez—. ¿Sería tan malo que quisiera eso?
Lo tomé por la cintura, atrayéndolo hacia mí con un poco de rudeza. Nuestras entrepiernas se rozaron, provocando una ligera sensación de placer en ambos, que era evidente por las respiraciones agitadas y rostros con una mirada perdida, un incesante anhelo de más. Succioné y lamí uno de sus pezones, causando que la espalda de Kaveh se arqueara ante el inevitable placer.
—Alhaitham...
—Kaveh, quiero hacerte mío. —Mordí con delicadeza su lóbulo derecho—. Quiero metértela entera.
—Quiero que lo hagas. Hazme tuyo. —Sus caderas comenzaron a menearse peligrosamente contra mi ingle, provocando una reacción—. Hazme...
Un ruido proveniente del exterior nos puso en alerta ambos, parando de golpe nuestro momento íntimo. Cargué a Kaveh para colocarlo sobre la colchoneta, quitándolo de encima mío. Lo coloqué detrás de mí para protegerlo de cualquier peligro que pudiera haber fuera de la tienda, alargando las garras y sacando los colmillos, completamente listo para atacar a cualquier cosa que se atreviera a poner en peligro a Kaveh.
—Quédate detrás mío —susurré—. Y cúbrete con la manta.
Me coloqué el pantalón con la mayor rapidez posible y salí de la tienda de campaña. No parecía haber nadie afuera, pero en el aire, se podía inhalar el aroma de alguien no humano, de un vampiro. Comencé a olfatear para intentar seguir un rastro o tener una pista de quién era. Su aroma era familiar, y sabía que lo había olido en alguna ocasión, pero no lograba recordar a quién pertenecía aquel aroma a mar.
Sin importar quién fuera, aquel vampiro ya se había retirado y ya no se encontraba con nosotros. Parecía haberse alejado como para que yo no fuese capaz de perseguirlo olfateando. Sólo quedaba un rastro de huellas marcadas en el lodo y el pasto.
—¿Alhaitham? —Kaveh me miró saliendo de la tienda, envuelto en la manta—. ¿Ya se ha ido quien estaba por aquí?
—Sí, se ha ido. —Me acerqué a él y lo cargué en brazos—. Kaveh, no salgas descalzo de la tienda, no sólo ensuciarás tus pies, sino que podrías resfriarte. El clima de aquí es húmedo y frío, y podría hacerte daño.
—Alhaitham, no soy un niño pequeño, estaré bien si sólo camino un poco. —Lo metí a la tienda, dejando sus pies de fuera—. ¿Realmente debes ser tan cuidadoso conmigo? No soy tan frágil como lo parezco.
—No me importa, no volveré a pasar por tu... Jamás podría perderte. Una gripe siempre puede empeorar a una neumonía. —Llené con agua del mar una pequeña jícara de guaje que llevaba para beber agua y vertí su contenido sobre los pies de Kaveh—. No me importa si quieres llamarme exagerado, porque yo lo sé, yo sé que estoy exagerando, pero no le daré otra oportunidad a la vida de apartarte de una manera tan cruel de mi lado.
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El Colmillo en mi Hombro: La Página Extraviada || Haikaveh AU || Segunda Parte||
FanficDespués de descubrir la verdad, Kaveh quiere alejarse de Alhaitham y está haciendo lo posible por dejar atrás todo lo que le hizo daño, pero no será fácil. Alhaitham se ha decidido no perder a Kaveh, y buscará la manera de buscar tener otra oportuni...