Mi vida era un completo caos, un montón de sucesos desordenados que de alguna manera encontraban una solución para todo. Más de una vez había pensado en terminar con todo mi sufrimiento, no me refería al suicidio, me refería a dejar al universidad y el trabajo y abrir mi propio puesto de carnitas con los ahorros que tenia en este momento. Aun así nada me aseguraba éxito, ni el estudio ni mis pinches cárnicas ligth ¿buen nombre no? Pues a mi no se me ocurrió. De todos modos quien pensaría qué dormir hasta tarde jugando roblox era tan perjudicial para la salud?
—Hmm, esto siempre es tan aburrido, comienzo a creer que el mundo me odia o algo así...
Una joven y quejumbrosa voz masculina dijo desde dentro de una habitación pequeña y oscura. Dentro de esta misma, un adolescente de aproximadamente 17 o 18 años se encontraba sentado sobre una incomoda silla de madera perteneciente a un comedor. Sus manos manipulaban con habilidad el teclado y ratón de una computadora de escritorio qué usaba en este preciso momento. La pantalla del monitor mostraba un videojuego, principalmente un paisaje oscuro iluminadas tenuemente por pequeños palos cuadrados de manera también conocidos como "antorchas", en la parte baja múltiples cuadrados con iconos cumplían la función de inventario mietras qué a ambos lados de la pantalla lo que parecía ser un picó y un escudo se mostraban.
—Llevo como hora y media aquí metido y no encuentro ni un solo diamante...
El muchacho solto los aparatos un momento y se acaricio el pelo con frustración tomando varios mechones de cabello entre sus dedos. Al mismo tiempo cerró los ojos y se permitió descansar un par de segundos después de estar tanto tiempo expuesto a la luz de la pantalla en una habitación en completa oscuridad.
—¿Tan rápido te cansaste amigo? Ja! Duras muy poco—Una voz femenina hablo dentro de los audífonos qué llevaba puestos, una llamada de Discord—.
—No estoy de humor para tus chistes de doble sentido Ashley.
—Bah! Que aburrido eres! ¿Ya hiciste la tarea?
—No ¿Qué hora es?
—Son como las tres de la mañana—La chica respondió mietras daba un bostezo de cansancio —.
—Oh, mierda, afortunadamente mañana es domingo...
—¿Realmente no haz hecho nada? No te va a dar tiempo de terminar toda la tarea en un día.
—Falacias, te sorprendería lo que un hombre puede hacer con una tarde libre.
—Esta bien señor rápido, yo tengo bastante sueño así que ¿nos vemos mañana?
—Tal vez el lunes Ashley, no creo que me pueda conectar mañana.
—¡Bah! ¡Que aburrido eres! Prefieres hacer esa tonta tarea en lugar de dedicarle tiempo a tu mejor amiga.
—No seas exagerada, no es como si me fuera a morir mañana sabes?
—Bien, bien, nos vemos el lunes entonces—Un bostezo se le escapo—Adiós
Sin decir nada más la mujer se desconecto de la llamada dejando solo al chico y la música de fondo del videojuego.
—Se me antojaron una carnitas...—Se dijo para si mismo el chico frotando su barriga—Es bastante tarde, a lo mucho voy a dormir 2 horas...—Miro el reloj de su teléfono celular —.
De manera rápida se aseguro de salir del juego y apagar el ordenador. Sin siquiera cambiarse de ropa a una más adecuada para dormir el chico solo se tiro a la cama, su cansancio lo hizo olvidarse por completo que mañana no era lunes y que por lo tanto podía despertarse tarde. Finalmente y en cuestión de segundos el hombre se durmió completamente tapándose con la primera sabana qué tenía a la mano. Para su desgracia para el no habría un mañana, ni pasado mañana, sin que se misteriosa amiga lo supieras, ni tampoco ninguno de sus padres el pobre muchacho nunca más despertaría, por lo menos no en este mundo.
El joven muchacho se retorció sobre el suave colchón de su cama, cubriendo su cuerpo con las finas telas que usaba como cobijas. Su habitación ahora se veía un tanto diferente, bastante realmente. A diferencia de su antigua habitación adolescente, de un color negro y cortinas rojas que cubrían el paso del sol, con las paredes llenas de posters de anime que ni siquiera ha visto y varios más de videojuegos, el atractivo central era una cobijita de woody y una pc gamer medio decente. Sin embargo, esta no se parecía nada a ella, su cama ya no era un catre viejo, ahora era grande, de tamaño matrimonial, tallada a mano por los mejores carpinteros y construida de los mejores árboles que pudieron encontrar. Las paredes tenían un color café un poco claro descolorido un poco en las zonas de las esquinas. En el centro de una de ellas había una gran ventana con un cristal lleno de diseños hermosos, entre otras cosas se encontraban una mesita de noche y silla, un gran ropero y dos mesitas de noche al lado de la cama, todo de la misma madera.
—Oh dios, mi cama se siente como el maldito cielo...—Dijo el chico entre sueños tomando una almohada y abrazandola, sin embargo, había algo raro en su voz—.
Notando lo mismo que el narrador, el sujeto abrió los ojos de golpe con el corazón latiendo al 100, se levantó rápidamente y miro la habitación ya descrita anteriormente.
—Q-que ¡¿Qué mierda es esto?!
Se cubrió la boca con sus dos manos ante el tono tan agudo y femenino de su voz, también se sentía extraño, le pesaba el pecho y se sentía...atlético.
—N-no puede ser...
Miro hacia abajo tocando su pecho al mismo tiempo que saltaba de la cama camino al espejo que estaba al lado del ropero.
—¡Ahhh!
Pego un fuerte y largo grito femenino. Ahora su largo y alto cuerpo masculino había desaparecido. En su lugar se encontraba una chica, posiblemente adolescente, unos 17 o 18 años tal vez, tenía unos ¿senos? Si, senos de un tamaño decente, no exagerado pero tampoco pequeño, tenía unas buenas caderas y tracero y unas largas piernas con muslos suaves. Su cabello era de un color negro y le llegaba más arriba de los hombros, sus ojos brillaban en un verde esmeralda hermoso.
—S-soy una maldita mujer!?
Grito nuevamente cubriendo su pecho con su brazo mistras desviaba la mirada del espejo, habría seguido con su escándalo de no ser porque alguien tocó la puerta.
—Señorita Marie...—Una voz femenina joven hablo al otro lado de la puerta—El joven amo esta a punto de llegar, debe prepararse para recibirlo...
—¡¿AMO?!
—S-si...¡Si! Esta bien, allí estare!
Esto era una maldita locura...
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¿¡Ahora Soy Parte De Un Harem!?
RomanceUna adolescente común y corriente como cualquiera otro se ve envuelto en una extraña odisea desde de morir y reencarnar en un mundo de fantasía, sin embargo no es como el pensaba. Ahora se encuentra dentro del cuerpo de una de las tantas chicas del...