Capítulo 20: Y aquí es cuando todos me odian

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Esto es malo.

Esto es ¡muy! malo.

Es igual de malo que cuando el villano se da cuenta que la persona que le arruinó la vida fue su padre, no el pobre protagonista que no tiene ni un poco de relación con su familia.

¡Esto es una catástrofe!

Bailando junto a él, fingiendo que todo está bien y que la mirada de Yaku no me está matando, sonrío como un estúpido es cuando caigo en la realidad. Cuando me choco contra la pared y me doy cuenta que Kenma es demasiado para mí.

—Kenma.

Llamé bajo, casi inaudible para otro más que él. Todavía bailando, me hizo un gesto para que hablara. Yo tomé su muñeca y lo acerqué un poco más.

—¿Qué pasa? —preguntó sobre la música.

—¿Yo te gusto?

Decidí preguntar. Él asintió como si nada, bailando.

—¡Un vaso de ponche! Tengo sed, gracias.

No, no entendió.

—Kenma —Lo detuve. Él me miró—. ¿Te gusto?

Repetí más firme, quizás un poco más fuerte. Apenado, con su rostro comenzando a enrojecer, asintió avergonzado.

Esto es tan malo.

Me le quedé viendo un rato, sabiendo el error que estábamos cometiendo. O bueno, que yo estaba cometiendo. Él no tenía la culpa de nada si al final no sabía nada. Era una víctima de mi estupidez.

—¿P-podemos ir afuera después?

—¿Después?

—Necesito ir al baño. E-espérame afuera.

Hice caso sin pensarlo. Los dos apenados, probablemente tristes.

Llego hacia el costado externo del gimnasio. Hacia un poco de frío, debo admitirlo. Me hubiera quedado solo en mi lugar si no fuera porque la pesadilla justiciera llegó a molestarme.

Yaku se sentó al lado mío y compartimos un silencio que lastimosamente él decidió arruinar.

—¿Ya lo sabes?

—¿Qué?

—Que le gustas a Kenma. Te lo dijo, ¿no?

—Sí. ¿Cómo sabías?

—Lev me lo dijo —suspiró—. ¿Estás feliz?

—¿Por qué lo estaría?

—Porque lograste lo que querías, ¿no? —Yo lo miré confundido—. Eres mi mejor amigo, Tetsuro pero eres un grandísimo idiota. Sabes que Kenma no te dirá que no, a nada.

—No quiero nada con Kenma.

—Pero inevitablemente lo tendrás.

—¿Por qué no te dejas de meter y vas al baile con Lev?

—Porque Kenma no parece un mal chico.

—Si te preocupa si me acuesto o no con Kenma, pues no. No lo haré, ¿contento?

—Tienes una actitud de mierda.

—Gracias, es por tu culpa —sonreí falsamente. Él cada vez me miraba más molesto.

—¿Qué harás cuando Kenma se entere que lo estás usando?

—No se va a enterar. No sería capaz de decirle que-

—¿Que qué?

Fui un idiota al no darme cuenta que Yaku alzó un poco la voz al mirar de reojo. En ese momento estaba tan metido en el enojo que me estaba causando que lo ignoré. Ser un grandísimo idiota para mí es poco.

Difícilmente, Kenma¹ | Kuroken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora