Capítulo 6 | ¿Dónde están?

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—Bebé, ¿Estás bien?

—Estoy encerrado, ¿Cómo me haces esa pregunta?

—Vale, yo solo quería saber si estabas bien. ¿Estás enfadado? —Reyli le dio una mirada y luego la desvió hacia Aaron.

—Sí, estoy enfadado porque por culpa de una Bestia ahora estamos todos encerrados sin posibilidad de poder buscar a Ángel. Nos arrastró con él —Aaron lo estaba escuchando y no quiso decir algo al respecto.

—Todo estará bien, bebé.

—¡Estamos encerrados! ¡¿Cómo algo puede estar bien?! —Todos miraron a Reyli, puesto que estaba algo alterado y no asimilaba el hecho de lo sucedido —Todo es su culpa. Siempre metiéndose en problemas y actuando sin pensar.

—Es mejor que te calles ya. No me está gustando lo que estás diciendo.

—No me voy a callar —Y se puso de pie, encarando a Aaron —. Siempre haces cosas estúpidas que te meten en problemas, pero esta vez, nos arrastraste a todos en tu mierda.

—Ya cierra la boca.

—Bebé, por favor, ya cálmate.

Daen se puso de pie, al igual que Gabriel y se intentaron colocar en el medio de ambos. Se sentía como si todo el esfuerzo no ha valido la pena, pero, sabe que todo eso es por un fin en específico. Aaron solo le miró fijamente y estaba por responderle, pero no lo hizo cuando abrieron la reja.

—Gabriel Harris, Dalton Kassi, Caleb Clark, Tyler Mason y Jackson Buchannon, vendrán conmigo.

—¿Qué? ¿Por qué? —Quiso saber Gab.

—Necesitamos sus declaraciones —Gabriel le dio una mirada a Daen y este solo le dio un asentimiento de cabeza. Con eso le dijo que estaba bien y que fuera con él. Al español le sudaban las manos mientras que sigue al policía. Intentó calmar sus nervios, pero no podía. Vio como se llevaban a los chicos a otro lado y quiso quedarse con su hermano, pero los separaron, dejándolo solo con Caleb, quien parecía le estaba dando un ataque. 

Aaron se quedó con los chicos y estaba recargado de la pared, con sus manos en sus bolsillos. Ninguno de ellos habló, porque la tensión en el aire era demasiada. Asher se acercó con su hermano y tenía una cara de preocupación.

—No necesito que vengas a quejarte tú también.

—No vengo a eso. Ya ha pasado bastante rato, ¿No crees? —Aaron se giró, viendo hacia las rejas y tratando de mirar al otro lado sin éxito —Quiero a mi osito. ¿Es normal que tarden tanto?

—Es muy normal.

—¿Estás seguro? —Aaron soltó un suspiro.

Asher se terminó alejando, ya que su hermano tenía más cara de matarlo que de ayudarlo. Los minutos seguían pasando y ellos no volvían. Ya para ese entonces, Aaron sí empezó a preocuparse.

—Asher Clark, salga de la celda —Ambos se dieron una mirada. Su hermano dio un par de pasos para salir, pero Aaron colocó su mano en su pecho para detenerlo y observó al policía.

—¿Dónde están los demás?

—Siguen dando sus declaraciones.

—No creo que una declaración tarde mucho sino tienen tanto que decir. ¿Dónde están? ¿A dónde los llevaron?

—Asher Clark, salga.

—Él no saldrá de aquí hasta que ellos vuelvan.

—No creo que estés en condiciones de exigir algo, no tienes derechos aquí. Salga o me hará usar la fuerza para que lo haga.

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