Capítulo 19.

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Salgo de la habitación para dirigirme al baño y darme una ducha cuando me encuentro con Hugo apoyado en la pared.

-Ojalá pudiéramos llevarnos a Gala esta noche de fiesta.

-Te recuerdo que mi hermana es menor. Y aparte no quiero que esté cerca de tus fiestas de loco de la vida.

Me abro paso al baño y veo que me sigue detrás y se sienta en el suelo, mientras que yo me quito la ropa para entrar en la ducha.

-¿Tú sabes que en casa tenemos dos baños verdad? Quiero ducharme por favor.

La canción  "I Wanna Be Yours" se reproduce en mi teléfono.

-¿Puedes dejar de escuchar la misma mierda de canción todo el día? Es que así solo vas a conseguir deprimirte más-me dice sentando en el suelo del baño.

Entro en la ducha y abro el grifo de agua caliente, mientras que oigo a Hugo decir idioteces constantes.

-En serio Natt, tienes que dejarlo pasar.

-Si todo el día me estás recordando el mismo tema es imposible que lo deje pasar Hugo-digo mientras me enjabono el pelo.

-Es que veo a mi mejor amiga mal y me duele no poder hacer nada.

-No estoy mal.

-Tengo que decirte una cosa, yo también le he estado buscando durante dos días por redes sociales y no le he encontrado.

Me asomo por la cortina de la ducha, sorprendida ante el comentario de mi mejor amigo y le miro extrañada.

-¿De verdad?-le pregunto.

-Si, pero no hay nada de él por ningún lado.

-Bueno, pues ya está, la vida ha querido darme una lección por haberme quejado de los hombres durante toda mi vida y ahora me ha dado un punto en la boca haciéndome conocer a un hombre que vale la pena y que vive a mil kilómetros de aquí y al cual no voy a volver a ver. Lo que no puedo estar haciendo es levantarme pensando en él y dándole un beso al estúpido collar todas las noches antes de irme a dormir.

-Quizás le vuelves a ver algún día. Nunca se sabe que puede pasar.

-No digas tonterías por favor, cuanto antes lo asuma y me quite estas ideas de la cabeza antes podré volver a quejarme de los hombres, además, la culpa es mía por haberle conocido y ser tan idiota de no pedirle ni siquiera su teléfono. El karma se está riendo en mi cara y yo tengo que aprender a vivir con ello, así que cuanto antes lo asuma antes me olvidaré de él.

Apago el grifo de la ducha y abro la cortina para pedirle con la cabeza a Hugo las toallas. Me pongo una en el cuerpo y y la otra en el pelo y me siento en el borde de la bañera justo enfrente suya.

-Además en el caso de que fuera así te recuerdo que él vive en París, tiene su trabajo allí y su vida allí y yo tengo aquí mi vida, mi trabajo, a mi hermana, mi infancia está aquí y también estás tú, que eres una parte que no puedo despegar de mí, porque eres como mi otra mitad y no me imagino en otra ciudad sin ti.

-Siempre te he dicho que si la vida quiere algo para ti te lo dará tarde o temprano y si no es así, quizás es que no sea el hombre indicado para ti, además no lo conocemos de nada, quizás tiene más defectos de lo que te imaginas.

-Pues en dos días no vi ninguno créeme.

-Oye, a lo mejor al chico le huelen los pies-dice.

Me río ante su comentario  y le miró mientras hago movimientos de negación con la cabeza.

-¿Qué le huelan los pies? ¿En serio no tenías otro defecto?

-Cariño, yo jamás podría estar con un hombre al que le huelen los pies, lo siento pero para mí sería una red Flag.

-Estás loco, de verdad que lo estás-le digo riéndome.

-Natt solo quiero que vivas la vida y disfrutes. Eres joven, tienes todo por delante, te enamorarás y fracasarás y quizás dejes de creer en el amor hasta que parezca el hombre de tus sueños, pero quedándote aquí en casa lamentándote no vas a empezar nunca a vivir ni a equivocarte-me dice cada vez poniéndose más serio.

-Es que quizás el amor no esté hecho para mí. Me he pasado toda una vida creyendo que llegaría el día en el que un hombre bueno me amaría y cuando parece que lo encuentro les aparto de mí porque realmente no estoy preparada para una relación, porque me aterra el querer a alguien y que me hagan daño y cuando de repente conozco a alguien que parece que encaja conmigo a la perfección resulta que no está hecho para mí.

-No sabes si él está hecho para ti, no sabes nada de él, tienes que pasar página y centrarte en ti y en lo que tienes aquí y ahora, no en lo que podría haber pasado.

-Lo sé pero me duele pensar que quizás lo que podría haber pasado es la vida con la que siempre he soñado, pero da igual, son solo tonterías, se me pasará lo sé, no te preocupes.

-Eres mi mejor amiga joder, claro que me preocupo-me dice.

-Lo sé y por eso te elijo a ti y te quiero. Así que vamos a centrarnos en pasarlo bien esta noche y que París solo exista a partir de ahora en el mapa.

Salgo del baño para ir a la habitación a cambiarme de ropa y empezar a arreglarme y cuando quiero darme cuenta Hugo está en la puerta de mi habitación, pero esta vez no tiene una sonrisa en su cara.

-Oye, salvo lo que has dicho antes en el baño de que no podrías irte de aquí sin mí, quería decirte decirte que si en algún momento de tu vida ya sea por trabajo, amor u otro motivo, quiero decirte que te vayas sin pensarlo ni un segundo, eres mi mejor amiga y te quiero como si fueras de mi propia sangre y solo quiero verte triunfar y verte feliz, así que si en algún momento tu felicidad está fuera de esta casa y de Madrid y sobre todo lejos de mí, no quiero que dudes ¿vale?

Se me saltan las lágrimas al escuchar las bonitas palabras de mi mejor amigo y corro a abrazarlo. A veces no me doy cuenta de la suerte que tengo de tener a una persona como él en mi vida. y es que desde el momento que le conocí, siempre se ha preocupado más por mi bienestar y felicidad que por la suya propia.

-Te quiero, ¿lo sabes verdad?

-Yo siempre más-me responde.

Si decides quedarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora