Luego de las catástrofes ocasionadas por la Segunda Guerra Mundial en 1940 por parte de la Alemania nazi, Francia se vio sumida en un caos.
Ahora a mediados de 1946, al parecer todo parece regresar a la normalidad, varios edificios y calles han sido reparados, mientras que otros sigue en restauración, algunos soldados se han reunido con sus familias y otros no son tan afortunados. Un ejemplo de ello es Jeon Jungkook, un Coronel de las Fuerzas Armadas Francesas que a causa de la guerra a perdido a varios amigos y familiares quedándose ahora en pura soledad; diciendo así desde hace unos días, mudarse desde París a un pueblo al norte de Francia llamado Conques.
Es así, que justo ahora se ve encaminado hacia las oficinas de su base a punto de presentar su carta de Abandono de Servicio a su superior.
-General de División Kim, lo solicita el Coronel Jeon-informa una chica esbelta entrando a la oficina
-¿Qué querrá ahora?-murmura el moreno sobando su barbilla.
-General Kim, quisiera hablarle de algo-expresó el pelinegro luego de tocar la puerta y entrar a la habitación.
-¿Qué podrá ser Jeon?-interrogó el contrario levantando una de sus cejas.
-Voy a retirarme de la armada General Kim-declaró, más el moreno no parecía contento con su respuesta.
-¿Cómo que retirarte Jeon Jungkook? ¿Qué pasaría si comienza otra confrontación y no tenemos a nuestro Coronel? ¿estas loco Jeon?-proclamó el alto
-General Kim siento mucho mi resolución, pero ya esta tomada la decisión. Me mudare a Conques, un pueblo al sur del territorio-explicó con determinación el de azabaches ojos.
Más el de morena piel no se lo podía creer, ¿como era posible que uno de sus mejores hombres se diera de baja?, ¿pensaban que la guerra había terminado de una vez por todas?, pues para el General no había terminado, seguramente era una falsa alarma aunque ya habían pasado meses desde la declaración de rendición por parte de las Fuerzas Alemanas.
-Aquí esta mi carta de Abandono, General Kim. Agradezco su apoyo hacia mi todo este tiempo, le enviaré cartas desde donde esté. Hasta entonces, espero no me guarde rencor por mi reciente decisión, pero siento que debo tomarme un descanso luego de todos estos años de servicio a su lado-expresó con voz imperturbable dejando boquiabierto a su compañero. Desde que comenzó su servicio en la milicia estuvo apoyado por personas como el General Kim Namjoon, un hombre de actitud diplomática con sus soldados, pero de personalidad cálida cuando se encontraba con sus amigos y familiares. Es por ello que tiene mucho que agradecerle a este maravilloso hombre.
Es así que haciendo una reverencia de 90° grados hacia su mayor, se retira de la habitación llevando su mano derecha con los dedos juntos hasta su sien realizando el saludo marcial, marchándose al fin de aquella de base que quizás en algún momento volvería a visitar. Dirigiéndose a su Packard Clipper para comenzar con su travesía hacia Conques.
Este pueblo es conocido por ser uno de los más hermosos del país Europeo, pues sus terrazas y bosques dan la sensación de estar en un cuento de hadas, aunque, para Jeon no sea así, tal vez solo sea un pueblo más en el mundo con lagos, ríos, flores y gente con una amable sonrisa en sus blanquecinos rostros. A su sombrío corazón ya nada le parece sorprendente, pero vamos, ser un Coronel a cargo de cientos de soldados que perecieron, pueblos y familias destruidas, a cualquiera se le irían la fascinación por la vida con tales sucesos.
Luego de ser un joven con múltiples sueños y aspiraciones, proveniente de una buena y tradicional familia y uno que otro pretendiente, ahora ya era un hombre de 32 años con un gran título en la milicia, con honores y reconocimientos por ayudar a su país en los acontecimientos de la guerra; pero aquel muchacho de veintitantos años ya no existía por desgracia. Tal vez aún estaba allí, en algún rincón de su frío y duro corazón, tal vez solo necesitaba de alguien que ablandara y calentara su interior.
Pero aun así, después de sus desgracias y desilusiones hay algo que aun le apasiona, algo que a su arcaico y fallecido padre nunca le gustó, la jardinería, aquel arte le parecía tan fascinante; pues todos los tipos de flores, arbustos y arboles que brotaban de la tierra siempre le parecieron magníficos a sus obsidianos ojos, pero más que nunca siempre le gustaron las rosas, rojas como la sangre qué aun le trae malos recuerdos, rojas como la pasión qué en algún punto de su adolescencia deseó poder sentir por alguien; pero que a sus 32 años ya le parecía algo distante, quizás en su próxima vida podría intentar amar a alguien.
Justo ahora el de azabaches cabellos se encuentra adentrándose a su nueva casa, soltando un suspiro de cansancio por el ajetreado viaje. Decide dejar su poco equipaje en la sala para irse a recostar a la mullida cama en su nueva y acogedora habitación.
Quizás mañana podría ir a ver el pueblo por completo, comprar herramientas para su nuevo trabajo y de una vez buscar a alguien que requiera de sus servicios; con aquel pensamiento en mente cae en brazos de morfeo con un raro presentimiento creciendo en su duro pecho.
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🌹 Made By The Roses 🌹 [Kooktae]
RomanceJeon Jungkook, un Coronel que decide retirarse luego de la guerra se propone a comenzar una vida como jardinero en un pueblo de Francia. Una noche en medio de su soledad, percibe una luz saliendo de entre las rosas que tiene en su patio. Desconcerta...