A punto de un colapso.
Zaira.
Me miré en el espejo, con la camisa de la Vinotinto ajustada perfectamente a mi cuerpo. Los colores bordo y blanco contrastaron mi piel, mientras alisaba el tejido de la camiseta. Respiré profundo, girandome levemente para observar el número y el nombre en la espalda.
—Te queda increíble —dijo James, desde el sofá de la sala.
—Gracias, realmente no sabía que la habían modificado. —Respondí con una sonrisa. Me di la vuelta para mirarlo.
—¿Te salió cara? —preguntó él.
—Mira, no, realmente no y me animé por Dixon y los otros, reunimos entre todos y fuimos, la camisa tricolor también es bonita —respondí animada, acercándome a él para enseñarle una foto de los chicos, cada uno con sus respectivas camisas. Dixon, Alexander y Robert usando la tricolor, mientras Simón y Thiago usaban la vinotinto.
La camiseta Tricolor de fútbol de Colombia tenía un diseño bien bonito la en Amarillo con detalles en Azul y Rojo, los colores tradicionales de la bandera colombiana. El amarillo cubría la mayor parte de la camiseta, mientras que las mangas y algunos detalles en los hombros y los costados presentaban franjas en azul y rojo. El logo de la Federación Colombiana de Fútbol estaba bordado en el pecho, junto al logotipo de la marca patrocinadora.
—Es hermosa —expresó James, su voz llena de una emoción genuina mientras veía la foto. Su sonrisa, sin embargo, se desvaneció cuando pasé a la siguiente imagen. Era una donde estábamos todos posando con nuestras camisetas, pero antes de que él pudiera comentarla, un mensaje entró en la pantalla.
Fotos, solo cosas de inglés que envió Davian. Parecían inofensivas, pero al ver el rostro de James ponerse tenso, supe que algo no andaba bien. Estaba serio, demasiado serio para tratarse de simples imágenes.
—¿Quién es? —preguntó, tratando de sonar casual, pero su voz revelaba una pizca de incomodidad.
—Es Davian —respondí sin darle mucha importancia—. Me mandó unos apuntes de inglés, para que los practique. Estoy preparándome para mi examen.
Noté que James se levantó de golpe y se acercó, mirando los mensajes con un tono de amargura en la voz.
—Entiendo… solo que, no sé, ¿por qué no podían verlo en clase? Estamos fuera de horario, Zaira.
Suspiré, sintiendo que la conversación estaba tomando un rumbo que no me gustaba. Lo miré directo a los ojos, intentando ser clara.
—No pude verlo en clase porque me sentía mal, ¿ok? —le dije, cruzándome de brazos—. Emocionalmente estaba destrozada, James, te recuerdo que me regalaron al perro que me traje de Chile y con el cual tenía tiempo.
—¿Y a él que iba a importarle eso? —respondió a la defensiva, alcé las cejas por su conducta, y me dió arrechera su tono golpeado de hablar.
—En vez de juzgarme, Davian me apoyó. A su manera, sí, pero lo hizo. Me ofreció ayuda para que no tuviera problemas más adelante. ¿Qué tiene de malo eso?
La mandíbula de James se tensó, su arrechera cada vez más evidente. Supe que había algo más detrás de sus palabras, pero en ese momento, no podía lidiar con su mal humor.
Lo que más quiero en estos días es no agarrarme a discutir con alguien, por lo mismo trato de estar tranquila, sin siquiera mandarle mensajes a mi mamá desde que pasó lo de Sirius, con mi papá si, evadiendo los temas que tengan que ver con mi mamá o con lo que pasó, y con mi hermano no hablo, pero sé que está bien.
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Más Allá De Las Fronteras.
RomanceZaira Carruyo, una joven con grandes aspiraciones de representar a su país en el Miss Universo, proviene de una familia que, aunque no vive en la opulencia, disfruta de una vida estable y llena de oportunidades. Sin embargo, su vida y la de su famil...