1 Corazón delator.

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Jeon Jungkook no lo entendía, su corazón latía descontrolado al verla, Jimin, su dulce Jimin. Era hermoso, simplemente perfecta.

Sus labios borgoña soltaban risas que para el eran como miles de campanillas en el aire, su perfecto vestido europeo se ceñia a su cuerpo por el corsé que de seguro traía puesto, y dejaba a la vista ese perfecto busto. Era tan educada y hermosa, sus ojos verdes con ese cabello rubio se mecían de un lugar a otro, dejando escapar ese olor a rosas con canela que tanto amaba, las mañanas le gustaban, el buen desayuno mañanero un una mención aristócrata era algo que el disfrutaba, y ella le traía esos recuerdos.

—Señor Jeon, ¿es verdad que planea invertir en perfumes? —Pregunto un duque con el que él mantenía una conversación.

—Si, he pensado que la perfumería de los Lee es una buena inversión, más que todo para ellos que son burgueses especializados en negocios, el hijo mayor tiene un don magnífico para los negocios. —Jungkook continuo la charla.

—Los Lee son muy buenos en negocios, lastima que no tengan un título noble, a no ser que él hijo se case con una mujer de titulo. —Soltó una marquesa que se unía a la conversación.

—Creo que si él quisieras se le haría fácil, es de buen parecer, y su capital es muy bueno, tal vez mejor que la de muchos en esta sala. —Rebatio Jeon tratando de manejar la situación sin que nadie saliera insultado.

Los presentes se sintieron intimidados bajo la mirada juzgadora del joven duque.

—¿Y usted cuando planea casarse?, se que es muy pronto desde que su madre a partidos al otro mundo, pero se que ella desearía que su título sea heredado, era una mujer de mucho saber. —Alago la mujer, mientras trataba de buscar una oportunidad para hablar de su hija a la charla.

—Mi madre hubiera querido que me casara por amor, estoy seguro que me maldeciria si así no fuese. —Mintió, su madre era una arpía que buscaba el bien mayor para ella y su familia, lo hubiera casado con cualquier mujer que tuviera más plata, o un mejor título.

—Bueno, su madre era distinta a lo que imagine al parecer. —Dijo el duque recordando a aquella mujer que los miraba de forma despectiva. —Pero si buscarán esposa, o quiere conocer a alguien, mi hija es una opción encantadora, sus modales son refinados, y sus... —Jungkook no lo dejo terminar cuando vio la hora de su reloj.

—O, pero que mal, mi tiempo aquí a acabado, voy a buscar al marques de Hees, organizo muy bien mis horarios, solo he venido a socializar y buscar posibles aliados comerciales. —Jeon fue sincero, aclarando que no buscaba compañía, no una esposa a menos que fuera la dulce mujer que reía gentilmente al otro lado de la sala.

Jungkook se fue en ese momento, sin dejar de ver por el rabillo del ojo a Jimin que parecía ni percatarse de quien era él, creyendo ser invisible a los ojos de la muchacha.

—¡Es demasiado grupo! Y rico, además de que es un duque, y su madre era una marquesa, es como el sueño hecho relidad. —Jimin escucho decir a una de las hijas del señor Lee, un bancario que solía frecuentar fiestas de ese estilo.

—Jeon es una presa difícil, es como tratar de conquistar a un roca, duro de roer y de un carácter poco agraciado. —Soltó una marquesa viuda.

—Tal vez el ego que tiene es tan grande que a empujado a su humildad a un lado. —Soltó Jimin riéndose de la situación. —Déjenlo, que con la mirada que nos a dado, a sido suficiente pata ver que nos barrio como si fuéramos mugre, me da un poco de pena quien se valla a casar con él. —Las mujeres rieron por lo dicho, y continuaron mofandose del hombre que acababa de salir.

Jimin estaba divirtiéndose cuando de un tiros su padre tiro de sus manos, el hombre viudo la tomo de una mano sacándola de ese genterio, siempre siendo el centro de atención por su belleza he discrepancia para hablar.

Let me love you.  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora