Era un día común en el reino de la ciencia.Senku Ishigami, como siempre, estaba completamente sumergido en su trabajo. Las chispas volaban y el olor a metal quemado llenaba en laboratorio mientras ajustaba cuidadosamente los circuitos y cables de su último experimento. Una máquina que, en teoría, podría cambiar el rumbo de la historia.la máquina del tiempo. Aunque sabía que estaba lejos de perfeccionarla, la idea de poder manipular el tiempo lo mantenía despierto por las noches, buscando maneras de convertir lo imposible en realidad.
Cerca de él, kohaku vigilaba desde una esquina, con los brazos cruzados y su sueño ligeramente fruncido. Aunque no entendía la mayoría de los detalles científicos, admiraba la dedicación de senku . Siempre había sido así desde que se conocieron ella veía a un hombre que veía el mundo a través de los números y la lógica, pero que de alguna manera lograba de inspirar confianza incluso en los momentos más imposibles.
Kohaku: senku, llevas horas sin descansar, deberías parar un poco antes de qué tu cerebro se sobrecaliente.
Senku apenas la miró de reojo, con una sonrisa ladeada en sus labios.
Senku: sobrecalentarme no es una opción, kohaku. El cerebro humano es una máquina perfecta cuando se mantiene activo. Y además, ya estoy muy cerca de algo grande.
kohaku suspiro, pero no insistió. Sabía que no podría detenerlo cuando se encontraba en ese estado de concentración. senku era inquebrantable cuando se trataba de la ciencia.
El ambiente estaba tranquilo entre ellos, con los pájaros cantando a lo lejos y el viento soplando las hojas. Pero de pronto esa tranquilidad se rompió cuando de repente un destello segador lleno de laboratorio.
Senku: ¡¿Qué demonios?!
un destello se santificó y en unos segundos desapareció, dejando en su lugar a una figura pequeña encorvada en el suelo, con el pelo desordenado y ropa que no pertenecía a la época. Era un niño de unos cuatro años, que lentamente levantó la cabeza parpadeando mientras sus ojos se ajustaban a la luz del día.
Kohaku, alerta como siempre sacó rápidamente su espada hice posicionó defensivamente entre el niño y senku, sin embargo, el pequeño al verla soltó una risa suave y corrió directamente hacia ella, abrazándola con fuerza.
Niño: ¡ mamá! ¡ Lo logré! ¡volví!
kohaku se quedó inmóvil, totalmente confundida, sus brazos permanecieron en alto, sin saber cómo reaccionar a lo que acababa de suceder.
Kohaku: ¿ Mamá? ¿Que esta diciendo ese niño?
Senku por su parte, se quedó en silencio por un momento.
Su mente estaba analizando cada detalle a una velocidad increíble. El niño tenía un extraño parecido tanto a él como kohaku. Los ojos eran idénticos a los de él y su color de pelo era una combinación de ambos, aunque despeinado tenia un mechón que le recordaba el suyo. Pero lo más importante era la palabra que había usado "volví". eso implicaba un viaje. Un viaje en el tiempo.
Senku: "esto es interesante".
El niño se apartó ligeramente de Kohaku y giró para mirar a senku con una sonrisa. Aun aferrándose a la mano de Kohaku, se acercó a él.
Niño: ¡Papá! ¡ sabia que lo lograrías! hiciste la maquina del tiempo y funciono. Ahora que estoy aquí...como me dijiste.
Senku frunció el señor, aunque más por curiosidad que por molestia. No había duda este niño realmente creía que era su hijo y si su teoría era correcta, lo más probable es que venía del futuro donde había logrado completar su máquina del tiempo.
Kohaku: ¡Espera un segundo! ¿ Papá? ¿ De que esta hablando este niño? ¿Que clase de broma era esta?.
Senku: no es broma Kohaku, si mis cálculos son correctos este niño es probablemente nuestro hijo del futuro.
Kohaku: lo miró como si estuviera loco, aunque eso no era nada nuevo cuando se trataba de Senku. Sin embargo el niño, Haru, como pronto supieron que se llamaba, no dejó espacio para la duda.
Horas después.......
El pequeño jaro estaba sentado cómodamente en una esquina de laboratorio, comiendo frutas que kohaku había recogido más temprano. Mientras tanto Senku y Kohaku intentaban asimilar lo que acababa de suceder. Era mucho más que un simple accidente científico. Senku caminaba de un lado a otro, su mente esta procesando
a todo velocidad la información.Senku: una máquina del tiempo.Haru ha viajado en el tiempo, eso está claro. Lo que no entiendo es cómo lo logró antes de qué yo siquiera la terminara. Quizás el futuro ya está predeterminado, o puede que haya algo en mi trabajo actual que lo haga inevitable.
Kohaku: Senku ¡concéntrate! Tenemos un niño aquí que dice que es nuestro hijo! ¿ No te parece eso un poco más urgente?
Senku hizo una pausa y la miró, algo no solía hacer a menudo cuando estaba tan enfocado.Kohaku siempre había sido la pragmática en situaciones de peligro o estrés, pero ahora parecía visiblemente perturbada por la presencia de Haru. Senku respiro hondo, consciente de qué no podía dejar pasar esto.
Senku: escucha, Kohaku. Entiendo que esto es.... Raro. Pero si Haru está aquí, eso significa que, de alguna manera en el futuro tú y yo trabajamos juntos en esto y evidentemente tenemos un hijo.
Kohaku lo miró por un largo momento, parte de ella quería gritar que todo eso era una locura, pero al mismo tiempo, no podía ignorar la verdad en las palabras de senku. el niño, con su sonrisa inocente y sus ojos brillantes, era una prueba viviente de qué su futuro juntos era una posibilidad.
Kohaku: ¿ entonces qué hacemos ahora?
Senku: Lo que mejor sabemos hacer, seguir adelante. Si Haru está aquí, debemos asegurarnos de qué todo lo que hagamos no altere el curso natural del tiempo.
Más tarde, esa misma noche, desde que Haru finalmente se quedara dormido en una pequeña cama improvisada, senku y kohaku se sentaron fuera del laboratorio, observando las estrellas en silencio.
Kohaku: nunca pensé que algo como esto pudiera pasar, quiero decir, siempre hemos vivido con la ciencia, pero..... tener un hijo.... No puedo imaginarlo.
Senku, que había estado mirando las estrellas con los brazos detrás de cabeza, giro ligeramente la cabeza para mirarla. Su expresión era seria, pero había una leve suavidad en sus palabras.
Senku: la ciencia siempre te sorprende Kohaku y a veces esos descubrimientos no tienen nada que ver con ecuaciones o experimentos.
Ella lo miró, sorprendida por la sinceridad en su voz. Durante tanto tiempo, había visto a Senku como un hombre que sólo vivía para la ciencia, para los grandes avances. Pero en ese momento, mientras el viento nocturno acariciaba su piel, Kohaku comenzó a darse cuenta de qué había algo más en él. Algo que nunca antes había notado.
Kohaku: supongo que al final lo más importante no es como llegamos allí, si no con quien lo hacemos.
Senku: exactamente. Y si Haru está aquí, significa que de alguna manera, encontramos la forma de hacerlo juntos.
El viaje de Senku y Kohaku apenas comenzaba. Mientras Haru dormía plácidamente, el futuro seguía siendo un misterio lleno de posibilidades pero una cosa estaba clara, sus vidas habían cambiado para siempre.
Hola bienvenida o bienvenido a este primer capitulo🌼🌼🌼🌸 espero que te guste😎
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El futuro
RomanceEstos personajes no me pertenecen le pertenece a su respectivo autor solo estoy haciendo una pequeña hostoria