𝑽. / 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒐𝒚 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒄𝒖𝒓𝒍𝒆𝒓𝒔

carta 1

3 de octubre de 2024

Hola, probablemente no leas esto, es más, me encantaría que esto no llegue a tus manos por que me encantaría mantener aun un poco de mi dignidad.
Simplemente necesitaba un lugar donde llorarte, donde extrañarte en silencio por las noches para al otro día fingir que ya te he olvidado y que no deseo con todas mis fuerzas que algún día vuelvas a tocar la puerta de mi departamento, lugar donde estuvimos juntos varias veces, y también lugar que fue testigo de mis llantos luego de tu partida, decidí cambiar varias cosas de lugar en tu ausencia con la esperanza que se vuelva a sentir mio y no nuestro, pero hay algo de ti por donde sea que miró.
Las cosas fueron tan confusas en esa despedida, con un par de mensajes nos convertimos en 2 extraños, quizás por eso le tengo algo de resentimiento a la tecnología, quizás, en algún otro tiempo, podría haberte mirado mejor sabiendo que era un encuentro de despedida, o hubiera atesorado alguna carta en la que dabas fin a nuestra conversación, pero estamos en el siglo XXI y lo único que me quedo para recordarte fue una serie de textos banales que están detrás de una pantalla.
Pero eso fue hace meses, y aunque pensé que sería cuestión de tiempo para dejar de pensar en ti como con otras personas que habían transitado por mi vida, aquí me encuentro, meses después sin poder olvidarte, y lo peor no sería eso, lo peor es que tu ya estas con alguien más...
La vi en una noche que decidí stalkearte, la subías con orgullo en tus historias, y aunque todas mis amigas me quieran decir lo contrario, ella es bonita, y se ve que te hace feliz, como quizás yo no pude hacerlo.
No interferire, antes que mi felicidad esta la tuya, y aunque me muero de ganas de ser yo la que se acurruca en tus brazos, de ser yo la dueña de tus sonrisas y suspiros, ese lugar ya no me corresponde, y quizás nunca me correspondió, quizás nunca estuve a la altura.
Seguiré escribiéndote, por que quisiera que aunque sea, en algún lugar quede plasmado todo el amor que aun te tengo, aunque no sea recíproco, y que quede escrito que al día de hoy, aun correría a tus brazos, aun eres el dueño de mis suspiros, y aun, a pesar de todo, sigo elifiendote a ti.

Atte: escritora absurda