Y de repente llegó el día, más bien la noche en la que a tí y a mí nos desbordaron las ganas de estar piel con piel, las ganas lo pueden todo!!!
llegó el domingo y nos estábamos pensando, yo me desperté y se me escapó una sonrisa al ver que me habías escrito, tenía ganas de hablar contigo y tenía mas ganas todavía de estar piel con piel contigo... no tuviste que lanzar ninguna moneda, me escribiste para decirme que tenías un ratito libre para mí, solo para mí, para nosotros, pero que todavía no estabas completamente segura de si te atreverías o no... Aunque yo tampoco tuve que lanzar la moneda para saber que esta noche te la haría pasar como hacía tiempo no te habían hecho sentir, ya que estoy muy seguro de mi mismo y que siempre gano...
Asi que cuando estábamos hablando ya daba por hecho que quedaríamos, te dije directamente que a qué hora te ibas a pasar por mí y que me pondría la ropa que te gusta ya que llevamos ya unos cuantos días hablando muchas horas, minutos, segundos y presto mucha atención a lo que me cuentas, me encanta escucharte hablar, que te des cuenta que recuerdo todo lo que me dices, que me interesa tu vida, tus momentos, todo lo que te rodea y te apetezca contarme...
Vuelvo a estar excitado y es por tu culpa, al hablar contigo últimamente suelo excitarme demasiado y te digo de parar y de descansar un rato porque la noche sería larga... Quería que te sintieras especial y para eso iría a disfrutar de tu piel al máximo, recorrer cada parte de tu cuerpo tanto con mis dedos como con mi boca, beso a beso, caricia a caricia, mordisco a mordisco...
Aceptas a regañadientes, si fuera por tí no dejaríamos de hablar en ningún momento y sabes que a mí también me apetece y me hace sentir bien... Con un simple luego te veo ya me vuelvo a excitar con solo pensar en lo que pasará luego...
Me duermo un poco y me pongo hasta una alarma por si me quedo dormido y es que no quiero perder otra oportunidad como esta contigo, la de estar piel con piel. Ya había perdido dos y no por mi culpa, yo soy muy atrevido y tú no te estás atreviendo todo lo que me gustaría...
Me quedo dormido.
Me despierto y solo ha pasado media hora pero me es suficiente, he recargado pilas y me dispongo a prepararme para ti, me arreglo la barba me ducho, elijo la ropa que se que te va a gustar, Vans, pitillos, sudadera y gorra. Te escribo para ver cómo vas, para asegurarme de que no te has arrepentido y te has echado para atrás aunque en el fondo sabía que hoy era la noche, estaba muy seguro de mi mismo y de lo que te iba a hacer sentir...
Te iba a temblar todo!!!
Y llegó la hora, me sonó el teléfono y salí camino hacia tu coche, te vi a lo lejos, me estaba excitando con cada paso y nada más entrar...
Y nada más entrar en tu coche nos miramos tan intensamente que no articulamos palabra, simplemente nos besamos de una forma tan intensa con tanta conexión que tuviste que pararme si no te hubiera desnudado allí mismo, con el coche en marcha y con la canción de Artics Monkeys I wanna be yours sonando en la radio... Casi no hablamos, me dijiste vamos a mi casa, yo no articulé palabra, ya sabes que cuando estoy excitado soy más de miradas, de besos, caricias...
Llegamos a tu casa no estaba lejos, bajamos del coche y nada más entrar cerré la puerta de un portazo te di la vuelta te bajé los leggins grises y coloqué mi mano sobre tu zona mas íntima, estabas muy mojada y al sentirlo me excité aún más, con la otra mano me bajé los vaqueros, el slip y te sujete por el cuello con mucha delicadeza mientras te lo besaba... Introduje mi miembro en tu ser y note una calidez tan placentera que hacía mucho tiempo que no sentía, la mano pasó a frotar tu clítoris y tú que no esperabas esa situación con tanta urgencia, te sorprendió tanto que no parabas de emitir gemidos de placer y me decías todo el rato que qué te estaba haciendo, que nunca te lo habian hecho de esa forma, nada mas entrar en casa contra la puerta...
De repente me apartaste y me susurraste al oído para que subiéramos a tu dormitorio y así lo hicimos. Fue llegar y tumbarte en la cama, desnudarte, recorrer todo tu cuerpo de arriba hacia abajo con mi boca.
Empecé comiéndote la boca de forma lenta recorriendo con mi lengua la silueta de tus labios... Que placer!! Después de eso me dirigí hacia tu cuello donde a ratos te daba besos, a ratos te mordía y a ratos te acariciaba con mi nariz... Fui poco a poco bajando por tu clavícula hacia tus pechos dándote pequeños besos muy lentamente hasta llegar a tus pezones en los cuales me perdí por un instante... ¡¡Me encantan!! En ese momento te acaricié los labios con mi dedo corazón y cuando menos lo esperaba lo introdujiste en tu boca y empezaste a chuparlo y a lamerlo de una forma tan sensual que me excitó tanto que casi pierdo el control y la paciencia, pero fui capaz de controlarme y seguir bajando con mi boca por tu vientre besándote cada vez mas y mas despacio en dirección hacia tu sexo...
Y allí estábamos tú y yo en tu dormitorio, en tu cama, tú tumbada boca arriba y yo encima de ti con un dedo en tu boca, la otra mano apretándote los pechos y mi boca dándote besos en la parte interior de los muslos...
Saqué de tu boca mi dedo que estaba mojado y lo dirijí hacia tú clítoris el cual masajeé con mucho tacto y delicadeza, estabas mojadisima y de repente acerqué mi boca hacia tú sexo, ya no aguantaba más...
Saqué mi lengua y la frote contra tu parte más íntima, a ratos lo succionaba a ratos lo presionaba, introduje dos dedos en tu vagina y entraron sin apenas esfuerzo ya que aquello había dilatado lo suficiente y estaba muy mojado, no me costó nada encontrar tu punto g y acariciarlo con las yemas de mis dedos haciendo círculos, tú estabas super excitada, te temblaba todo, tenías respiraciones muy aceleradas y estabas llegando al clímax cuando de repente y sin pensarlo saqué el dedo de tu vagina y lo introduje en tu culo... Diste un pequeño gemido de placer y me dijiste con voz entrecortada que nunca te habían hecho eso, que no parara, que estabas a punto de llegar al orgasmo y así fue...
De repente note como te corrías en mi boca, como se mojaba toda mi barba, como te retorcías en la cama quedándote apenas sin respiración, agarrándome la cabeza por los pelos y presionándola fuertemente contra tí, fueron como treinta segundos de placer tan intensos que casi no podías hablar. Nos separamos y nos quedamos por un segundo boca arriba los dos mirando al techo, pensando en lo que había sucedido... Giré mi cabeza y tu también la giraste hacia mí, nos miramos y nos besamos, tú ya estabas super relajada pero yo seguía arribísima... Al darte cuenta de ello, me agarraste la polla y empezaste a masturbarme mientras me preguntabas si me gustaba, yo casi no podía articular palabra, te dije que si, me preguntaste que cuánto, te dije que mucho y de repente me callaste con un beso... Me introdujiste la lengua hasta la garganta con tu otra mano me acariciabas el pelo y es que es una de las partes que más te atrae de mí, junto con mi miembro, no parabas de masturbarme, de decirme que cuanto te gustaba mi polla, que es perfecta, y ahora eras tú quien baja besándome todo el cuerpo en dirección hacia mi miembro.
No dejabas de mirarme mientras recorrías toda mi verga con tu lengua de arriba a abajo, a mí me palpitaba y cuando te diste cuenta de ello de repente y sin esperármelo te la introdujiste por completo en la boca... que placer por dios!!!! Me estaba encantando como me lo estabas haciendo y yo no paraba de repetirtelo... Me encanta como me lo haces, me encanta como me la comes. Me encantas!!! Y es que nunca me lo habían hecho así, de esa forma tan sensual, tan lento, con tanta delicadeza con tanta pasión y con tantas ganas que me fue imposible no correrme en tu boca mientras me acariciabas con la lengua toda mi polla dentro de tu boca.
De repente te dije que pararas que sino me iba a desmayar de tanto placer y es que en menos de un minuto estábamos los dos otra vez tumbados boca arriba en la cama de tu dormitorio mirándonos con tanta conexión que sabíamos que la noche no había acabado ahí. Me giré, cogí mi mochila que estaba en el suelo y de ella saqué los preservativos, lubricante y un pequeño plug anal que al verlo se te cambió la cara... Me dijiste que nunca habías probado eso, que nunca habías tenido sexo anal, que te daba miedo, que te iba a doler y ahora era yo el que te callaba con un beso, te dije que confiarás en mí que no pasaría nada, que diafrutarias mil y que ibas a sentir algo que nunca habías sentido antes, abrí el lubricante tu todavía tenías dudas pero te podían las ganas de probar cosas nuevas conmigo y ser la primera en todo cuando de repente...
Ya paro de escribir y recordar ese día porque estoy súper excitado solo de pensarlo, voy a ver si te escribo y tengo la suerte de que puedas quedar y volver a hacerte temblar el suelo las piernas y el...
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