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SUNGHO

"Ah, ah, ah, nena", Sungho chasqueó la cabeza mientras tu cuerpo retorciéndose debajo de su gran cuerpo se sacudía. "No podrás correrte todavía, ¿vale? Deja de ser tan egoísta y espera a que papá te dé el visto bueno primero. Sungho se retiró de ti, sacando su polla con un movimiento rápido antes de presionar la punta bulbosa contra tu clítoris, frotando hacia arriba y hacia abajo con la más mínima presión.

Te quejaste debajo de él. Lágrimas picando en tus ojos amenazando con derramarse en cualquier momento si él continuaba burlándose de tu entrada.

Esto había estado sucediendo durante la mejor media hora, Sungho en lo más profundo de ti balanceando sus caderas hacia adelante y hacia atrás hasta que estabas tan cerca del borde, pero antes de que pudieras caer en éxtasis, él se retiraba dejándote vacío y vacío. ser llenado por él una y otra vez.

Eras sensible. Dado que actualmente estaba embarazada de siete meses de su hijo, tenía muy poca resistencia y un deseo sexual muy alto. El embarazo pareció aumentar el deseo de Sungho por ti. Era insaciable saltando sobre ti cada vez que podía.

"Por favor", susurraste mientras agarrabas sus antebrazos con tus manos rogándole que te dejara correrte. "Por favor, déjame correrme" Sungho continuó frotando su punta contra tu clítoris dándote la más mínima sonrisa.

"Eres tan linda" Bromeó empujándose un poco, no lo suficiente para satisfacer ese deseo arqueado por él en lo más profundo de ti. "¿Qué tanto lo deseas bebé?"

"Qué mal" Lloraste y las lágrimas finalmente cayeron de tus ojos y cayeron sobre las manzanas de tus mejillas "Por favor, por favor Sung-"

La sensación de vacío te interrumpió nuevamente, Sungho se había retirado abruptamente dejándote quejarte más por la pérdida de contacto.

"Estás siendo malo", dijo Sungho sacudiendo la cabeza hacia ti. Acercó tu rostro hacia el suyo por tu barbilla besando suavemente las lágrimas que caían de tus ojos hacia tus mejillas. "¿Cómo me llamas?"

"p-papi" Gemiste levantando tus caderas de la cama rogando por cualquier fricción que puedas tener. "Papi por favor"
"Así es, cariño" Sungho sonrió y alineó su polla en tu entrada golpeando la cabeza contra tu clítoris en una vulgar muestra de castigo.

"Estás tan jodidamente caliente e hinchada con mi bebé". Se sentó profundamente dentro de ti balanceando sus caderas hacia adentro y hacia afuera con un ritmo constante y finalmente cediendo a tus súplicas y gemidos por él.

"Si no estuvieras embarazada, te dejaría embarazada otra vez" Sus caderas golpearon las tuyas con dureza, un grito de sorpresa salió de tus labios. "Y otra vez" Sus caderas cayendo en sintonía con sus palabras.

"Hice un buen trabajo, ¿verdad bebé?" Sungho preguntó desesperadamente y sus palabras salieron más bien como un jadeo y un gemido: "Hice un buen trabajo al ponerte un bebé, ¿verdad?" Sungho buscó tus elogios anhelándolos más que la necesidad de correrse en este punto.

"Joder" Chillaste levantando tus caderas de la cama encontrando su empuje a mitad de camino "Sí, sí, lo hiciste, papá, lo hiciste tan bien"

"Joder, sí, lo hice" Su respiración era agitada mientras continuaba atacando tu calor, continuaste encontrándolo a mitad de camino y te resultó difícil levantar las caderas. Al estar embarazada de siete meses, su movilidad durante las relaciones sexuales era difícil. A menudo te encontrabas en una posición como ésta, con Sungho sobre ti mientras tú te recostabas casi boca arriba, dándole la oportunidad perfecta de hacer lo que le agradaba absolutamente con tu cuerpo. Te encantó, sinceramente, pero seguro que extrañaste ser un poco dominante y seguro que extrañaste montarlo.

Sungho movió sus labios por tu cuello antes de llegar a uno de los lugares más sensibles de tu cuerpo en este momento. Unió sus labios a tus pezones chupándolos ligeramente. Jadeaste, pasando tus manos por el cabello de Sungho y tirando.

La sobreestimulación de los labios de Sungho en tus pezones y su constante empujón de su punta profundamente dentro de ti te hicieron casi arder.
"Yo-" Tus palabras apenas podían formar un éxtasis como ningún otro acercándose a ti a una velocidad récord. "Me voy a correr papi"

"Corre para mí", dijo Sungho levantando la boca de tu pezón casi succionando la leche hasta dejarla seca. "Corre para papá cariño"

Caíste al límite ante sus palabras. Tus ojos se pusieron en blanco mientras oleadas de puro éxtasis te consumían, una cosa sobre el embarazo es que los orgasmos somos diez veces más intensos, este no es la excepción.

"Oh, joder", soltó Sungho derramándose
dentro de ti ni siquiera un segundo después, uniéndose a ti en tu estado de euforia.

Después de que bajaste de tu monumental euforia y pudiste recuperar el aliento, Sungho salió de ti y se dejó caer en la cama a tu lado.

"Después de que la tengamos, tan pronto como el médico dé el visto bueno, te dejaré embarazada una y otra y otra vez"

"Woah-" Te reíste rodando sobre tu costado y poniendo tu brazo sobre el pecho de Sungho.

"Solo uno es bueno por ahora" Besaste su pecho apoyando tu barbilla para mirarlo.

"Bebé, no lo entiendes, no puedo mirarte sin querer dejarte embarazada" Soltaste una carcajada antes de darte la vuelta para levantarte a orinar.

"Vamos a tener un pueblo entero gracias a ti".