Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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Jisung debió haberlo pensado bien cuando revisó su agenda del día. Estar presente para la cata de alimentos con los novios no era exactamente lo que más deseaba hacer, especialmente con su estómago revuelto. Simplemente estaba allí para acompañarlos, pero el olor a mariscos crudos le resultaba insoportable.
— Este me encanta — exclamó la novia emocionada mientras señalaba un plato en la mesa — Quiero tu opinión Jisung ¿te gusta?
En otras circunstancias habría aceptado probarlo sin problema pero la idea de comer ese ceviche de pescado no era una opción ahora. Había oído muchas veces que el pescado crudo estaba prohibido durante el embarazo y la sola idea de probarlo hacía que las náuseas aumentaran.
— Lo siento pero no puedo interferir en tu criterio — respondió con una sonrisa intentando suavizar su negativa — pero te aseguro que la calidad de este restaurante es una de las mejores en mariscos.
La novia frunció el ceño claramente queriendo que Jisung lo probara.
— Pero quiero que lo pruebes — insistió con una sonrisa amable aunque algo persistente.
Jisung exhaló suavemente llevando una mano a su vientre en un gesto protector buscando las palabras adecuadas.
— Te quisiera ayudar pero no puedo — dijo con una sonrisa cálida acariciando su abdomen de manera sutil casi instintiva.
La novia captando la indirecta abrió los ojos con sorpresa antes de que una sonrisa se extendiera por su rostro.
— ¡No lo sabía! Lo siento ¡muchas felicidades! — exclamó emocionada acercándose para felicitarlo.
El gesto no pasó desapercibido para los demás en la mesa. Los compañeros de trabajo de Jisung quienes lo acompañaban siempre en estas preparaciones quedaron sorprendidos. Ninguno de ellos se había imaginado que Jisung estuviera embarazado mucho menos que tuviera una pareja.
De regreso a la oficina las recepcionistas lo recibieron con una sonrisa y un ramo de flores.
— ¡Felicidades por su embarazo! — dijo una de ellas mientras le entregaba el ramo de flores.
Jisung sonrió agradecido aunque no pudo evitar pensar en lo rápido que se esparcen los chismes en la oficina.
— Muchas gracias — respondió cortésmente observando las flores.
— Aquí tiene ¡Felicidades! — añadió su asistente entregándole una caja blanca con un lazo amarillo.
— Gracias, Haewon — le dijo devolviéndole la sonrisa antes de dirigirse a su oficina.
Minho lo llamó justo cuando estaba terminando de preparar sus cosas. Estaba afuera esperándolo, Jisung sintió una oleada de alivio al escuchar la voz de Minho al otro lado del teléfono.
Cuando salió y vio la camioneta negra de Minho su corazón se llenó de calidez. Casi corrió hacia él deseando sentir la seguridad que solo su presencia le ofrecía. Apenas vio a Minho bajarse del vehículo, su omega se sintió tranquilo. El aroma familiar a cedro y roble lo envolvió, brindándole la paz que tanto necesitaba.
