¿Qué tantos secretos ocultara este mundo?
¿Cuantas veces ha de confesarse?
No recuerda con exactitud que tipo de confesiones ha hecho y no importa, pues nadie iba a creerle nunca.
Ni siguiera él.
La morfología del amor; el epítome del erotismo.
Lo ha conocido infinitas veces, tantas que recuerda con locura.
—Hice lo que tenia que hacer...
Era siempre la excusa, porque es un patético hombre que no encuentra salvación.
Simplemente... esta obsesionado.
—Él lo entenderá, él me perdonará.
Uno entre las infinitas posibilidades, eso es lo que busca.
—Sasuke Uchiha —él se presenta ante la belleza deslumbrante.
Él toma su mano con extrañeza pero al final sonríe.
—Ah, que hermosa sonrisa...
Él mira hacia arriba y se sonroja.
—Ah, que lindo...
Él vuelve a sonrojarse.
Siente que su corazón podría detenerse. A Sasuke no le importa si de verdad está diciendo eso en voz alta o pensándolo. Cualquier halago a tal belleza merece ser expresada, con el corazón o con buena labia.
《El avión AirTokio colapsó, entre las fatales víctimas se encuentra...》
Sasuke se sujeta la cabeza y comienza a ver borroso, sus pies tambalean.
—Señor... ¿Estás bien?
Sasuke escucha la voz preocupada y levanta la mirada.
—Sí... —Sasuke agita la cabeza para intentar deshacerse de la imagen borrosa frente a él—. Sí, estoy bien. Sólo... recordé algo.
—Oh, bueno... en ese caso. Erm, ¿te gustaría que nos reunieramos en algún otro lugar, mañana quizás? —él extiende una tarjeta—. Mi número.
Sasuke la toma y ve impresa en ella su nombre: Uzumaki Naruto.
Un asalariado de la empresa que lo había entrevistado para ser gerente.
—Naruto.
—Sip, como el Narutomaki —dice con una gran sonrisa y luego se marcha.
Lo último que ve Sasuke es a Naruto alzar la mano para despedirse mientras cruza la intersección de la calle.
Sasuke por un momento se queda quieto y deja de respirar; su corazón va tan rápido y late tan frenético, su corazón podría detenerse.
Al ver a Naruto cruzar la calle a salvo él suelta el aire que estaba conteniendo en sus maltratados pulmones.
Sasuke tacha el número mental que tenía justo en ese momento.
La vida de Naruto Uzumaki es tan preciosa.
—Ja, ja, ja. ¡Que gracioso eres, Sasuke! —Naruto oculta su rostro detrás de sus manos y luego golpea la mesa con fuerza—. ¡¿Que clase de chiste es ese?!
Sasuke era realmente malo para los chistes, pero hacía el esfuerzo de tener humor y eso sí que era gracioso.
Sasuke se sonroja y bebe su café de un trago. Se sentía avergonzado, pero eso era mejor a sentirse vacío y hueco por no ver a Naruto.
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Confesión impura
Romance-Oye, Naruto... Por favor, deja que tu sonrisa ilumine un nuevo día como el sol. Las deciciones importantes tienen consecuencias. Y aunque se amarán ellos nunca podrían formar una buena y sana pareja. Y todo era culpa suya. -SasuNaru. -Angst. -Plot...