Jungkook.
Allí estaba él, el famoso Kim Taehyung. Y vaya que le daba merecimiento a su fama de promiscuo pues en este momento se encontraba besuqueando a un tipo frente a los casilleros, mientras el contrario lo sostenía de la cintura. Perdón, ¿dije besuquear? Quise decir succionando hasta el último aliento de vida del pobre chico. Bueno, no tan pobre, porque los gemidos que emitía me hacían saber que al menos lo estaba disfrutando.
Algo me llamó la atención y fue el hecho de que los estudiantes a su alrededor ni siquiera volteaban a verlos, como si la escena de dos chicos casi teniendo sexo delante de sus narices fuera un acontecimiento cotidiano, de todos los días. O tal vez era porque se trataba de Kim Taehyung y como ya se sabía, su reputación dejaba mucho que desear y poco por lo que sorprenderse.
Los vi con el ceño fruncido en tanto pensaba cómo podían hacer aquellas cosas que a mí me parecían tan íntimas en medio del pasillo. Sentía vergüenza por ellos y sí... tal vez un poquito de envidia, pero muy poquita. No me juzguen, a veces mis hormonas hablaban por mí.
Apenas Taehyung dejó ir al chico a clases y se quedó solo, me volví inquieto. Giré repetidas veces sobre mi lugar haciendo la danza de la torpeza.
Mierda, ¿realmente iba a hacerlo?
¿Y si no aceptaba? ¿Y si mi golpeaba? ¿Y si me tachaba de acosador? ¿Y si hacía las tres cosas al mismo tiempo? Se negaba, me daba un puñetazo y me gritaba pervertido.
Ay, Goku, apiádate de mí.
Respiré repetidas veces en tanto me convencía de que, lo deseara o no, él era mi única salvación para no morir virgen y solo. Sobre todo, virgen. Además mi esfuerzo valdría la pena porque todo sería por él. Mi Yoongi, mi caramelo de chocolate, mi Dios griego, el dueño de mi corazón y ropa interior. Sí, teniendo la imagen de mi platónico como impulso, podía hacerlo.
Mientras daba pasos hacia Taehyung me convencí de que era una mentira, yo no podía hacerlo, ya que al notar la mirada de Taehyung recorrerme de arriba abajo, mi timidez amenazó con salir a flote. Y sí, comencé a entrar en pánico y sudar, parecía ser que mojarme como pescado recién salido del agua ante estas situaciones era mi especialidad.
–Ho-hola –saludé nervioso.
Maldecí repetidas veces en mi interior porque Taehyung de cerca era mucho más guapo. Se veía como uno de esos modelos que aparecían en los catálogos de revistas, no sólo por su rostro, sino también por su forma de vestir: un raro estilo entre causal y elegante.
–¿Tú quién eres?
Miré hacía abajo intimidado por la figura mayor, pero recordándome que no era un buen momento para temblar como gelatina.
–S-soy Jeon Jungkook, voy en primer año de Abogacía y ...
–¿Hemos follado?
La expresión de Taehyung evaluaba mi cuerpo y en parte mi cara aparentando tratar de hallar al mismo en su historial de conquistas, pero sin conseguirlo. También parecía que aprovechó la oportunidad un tanto para sabrosearme, sin embargo quizás eran solo delirios de mi pequeña autoestima para recordarme que aún seguía existiendo.
–Emm, no –Meneé mi cabeza.
-¿Te di mi número? -Se señaló el pecho.
-Tampoco.
El chico de cabellos castaños formó una sonrisa y se me acercó coqueto. Sus orbes brillaban con aire juguetón.
-¿Lo quieres? -ofreció.
Joder, la palabra rápido le quedaba corta a Kim Taehyung.
-N-no, eso no es lo que quiero.
-Me aburriste, niño .
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Private Classes (KookTae)
FanfictionEs el primer año de universidad para Jeon Jungkook y no hay nada que le impida tener al chico de sus sueños a sus pies. Salvo por un pequeño detalle: Jungkook es virgen y cree que su única opción para aprender sobre la materia es pedirle a Kim Taehy...