En un pequeño pueblo rodeado de campos y montañas se encontraba Uriel, un joven escritor y que había encontrado al amor de su vida en una joven llamada Ashareth. Toda su felicidad se basaba en los momentos compartidos con ella, pero Ashareth vivía en otro país y solo se escribían por cartas.
Uriel no podía soportar la idea de ver a su amada tan lejos de el, por lo que decidió desafiar al sueño y adentrarse en el mundo de los sueños para encontrarla y estar siempre con ella. Su amigo de toda la vida, Lucas, trató de advertirle, temiendo que Uriel se perdiera en los oscuros rincones de su mente.
"No te salgas del camino, Uriel", le advirtió Lucas, "las sombras de las pesadillas acechan y podrían atraparte".
Pero Uriel, impulsado por el amor y la determinación, ignoró las advertencias y se aventuró en busca de Ashareth. Atravesó paisajes surreales y enfrentó sus propios miedos y temores en cada paso que daba.
Finalmente, tras largo viaje a través de la dimensión de los sueños, Uriel llegó al sueño de Ashareth. Estaba allí, acostada en un jardín de flores brillantes, con una luz cálida iluminando su rostro. Se acercó a ella con cuidado y le acarició suavemente el rostro, susurrando al oído: "Amor, estoy aquí contigo. Despierta".
Ashareth abrió lentamente los ojos, sorprendida al ver a Uriel frente a ella en su mundo de ensueño. Sus corazones latían al máximo, como si el universo uniera sus almas.
"No puedo creer que hayas venido por mí", dijo Ashareth con lágrimas de felicidad en los ojos. "Te he amo muchísimo".
Uriel la abrazó con ternura y amor. Juntos caminaron por prados de flores de colores vibrantes, disfrutando del canto de los pájaros y el suave murmullo del viento.
Las horas pasaron volando en su mundo de ensueño, donde el tiempo parecía detenerse para que pudieran disfrutar de cada momento juntos. Se prometieron amor eterno, sellando su juramento con un beso lleno de pasión y promesas de un futuro juntos, fuera de los sueños
Pero como toda buena historia de amor, llegó el momento de la despedida. Uriel sabía que debía regresar a su propia realidad, pero prometió a Ashareth que volvería a visitarla en sus sueños todas las noches, dándole todo su amor, hasta que ella volviera al pueblo.
En eso Uriel despertó en su habitación, con el corazón lleno de amor, esperanza y lágrimas en los ojos. Sabía que, aunque estuvieran separados físicamente, su amor por Ashareth era eterno y los sueños serían su refugio para seguir viviendo su historia de amor hasta que ella volviera a su lado.
Los años pasaron y Ashareth le dijo ya no te quiero ver en sueños
Uriel con lágrimas en los ojos le dijo ya no me amas y te cansaste de mi
Y ella le contesto
Abre los ojos estoy aqui mi amor
Ya no tendrás que verme en sueños
El los abrió y Ashareth estaba junto a elHistoria de Leasly Zavala