Soñaba con ser amado, tratado con cariño y respeto
Desde vida fue ese su deseo, y uso cada oportunidad para pedírselo al cielo.
Cometas, velas de cumpleaños, lluvias de estrellas, en todas pedía el mismo deseo, pero en ninguno, aquel anhelo fue co...
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Tenia trabajo pendiente y estaba estresado; quería terminar rápido y no saber nada de nadie.
Leyó varios documentos, algunos que eran importantes, y otros simplemente solicitudes estúpidas o hojas sin importancia, pero no podía distinguir cual era cual, todo estaba revuelto; estaba obligado a leerlo todo para saber que tenia cada papel y si era importante o no.
—Señor Vox —La voz de su empleado resonó por la oficina, pero no levanto la vista del documento que estaba leyendo
—¿Aja? —Cualquiera tomaría aquello como una falta de educación, pareciera que el Overlod le restaba importancia a lo que fuera a decir y simplemente lo ignoraría fingiendo que prestaba atención. Pero los empleados de la pantalla ya estaba a acostumbrados a que su jefe fuera así, porque sabían que de una u otra forma, les prestaba atención mientras seguía en lo suyo.
—Llegaron mas documentos y solicitudes, algunos en papel, y otros por correo
—Ordena los documentos físicos y los de correo, tráeme los que sean mas importantes, estoy algo atrasado y no tengo tiempo para leer cosas inservibles.
—Organizare todo para que lo tenga en sus manos en menos de 30 minutos señor
—Puedes tomarte 45 minutos para hacerlo, aun tengo mucho por hacer aquí y no creo terminar pronto
—¿Quiere que le traiga un café señor?
—Te lo agradecería
—Compermiso —Salió de la oficina dejando al Overlod solo
Le era estresante tener que lidiar con su trabajo, y mas porque la compañía estaba en proceso de expansión y tenia que lidiar con conceder permisos, asegurarse que todo este yendo bien en la construcción de los nuevos establecimientos y las demandas de aquellas personas que solo le generaban problemas, o almenos lo intentaban.
Solo eran una molestia para el, nada de que preocuparse realmente, pero si le llegaba a fastidiar
—Su café señor Vox —Aviso el empleado que segundos antes había entrado, y que ahora dejaba la bebida en el escritorio de su jefe.
—Gracias
Vox no trabajaba con cualquiera, se aseguraba que quienes lo rodeaban fuera eficaces e hicieran bien sus tareas, de lo contrario, terminaban siendo comida para los tiburones; los amarraban y tiraban a la enorme piscina en la oficina del demonio, asegurándose que no pudieran escapar de la tortura de ser devorados
Vark era un caso aparte, no solo por ser diferente a los tiburones de la pecera, si no también por que era a quien Vox consideraba como su hijo (además de Velvette). El tiburón mantenía una dieta mas especial, comía carne de gran calidad, y no la de aquellas escorias que eran incapaces de cumplir con lo que deberían
