Narra TN: A mitad del partido, con la emoción aún a flor de piel, Clara y yo decidimos que era el momento perfecto para intentar ver a Israel. El marcador estaba empatado y después de todo lo que había pasado, quería verlo.
Clara: Este es el mejor momento. Vamos.
Caminamos rápidamente hacia los pasillos que llevaban a los vestidores. Mi corazón latía con fuerza, imaginando la cara de Israel cuando me viera allí, después de tantos meses.
Pero cuando llegamos a la zona de los vestidores, algo me detuvo en seco. A lo lejos, pude ver a Israel hablando con alguien. Una chica, al principio no la reconocí, pero luego, cuando ella lo tomó del brazo y se inclinó hacia él, lo entendí todo. Era Nailea, su ex novia. Ella sonreía mientras se acercaba un poco más, buscando su mirada. Me quedé paralizada, sin saber qué hacer, claramente, no era el momento que había imaginado y sin pensarlo dos veces, decidí dar media vuelta.
Clara: ___, vámonos, no parece el mejor momento.
Mi cabeza daba vueltas, pero justo cuando nos estábamos alejando, escuché una voz familiar llamándome.
Malagón: ¡___! ¿Eres tú?
Me giré de golpe, sorprendida y con el corazón acelerado. Malagón, estaba evidentemente sorprendido de verme allí.
Malagón: ¡No puede ser! Que gusto verte
TN: Vine a sorprender a Israel... pero parece que no es el mejor momento.
Malagón: No, no. Sé lo que piensas, pero no es lo que parece. Nailea ha estado intentando volver con Israel desde hace un tiempo. Él la ha estado evitando, pero hoy apareció aquí sin avisar. Créeme, él no quiere nada con ella.
Malagón: Israel está concentrado en el partido y en lo que viene. Ni siquiera quiere hablar con ella. Él ya la rechazó hace días, pero parece que ella no lo entiende. Isra solo está intentando ser respetuoso.
De repente, todo encajaba. El gesto de incomodidad que había notado en Israel, la forma en que parecía resistirse al acercamiento de Nailea.
Malagón: Está esperando verte. Ni siquiera sabe que estás aquí, pero seguro se va a alegrar como loco cuando te vea.
Me quedé en silencio un momento, procesando sus palabras.
Malagón: Deberías esperar después del partido, Isra estará feliz de verte.
Le agradecí a Malagón antes de regresar a mi asiento con Clara, la sonrisa volvió a mi rostro mientras el segundo tiempo del partido comenzaba. Cuando el partido terminó y la selección de México ganó, Clara y yo bajamos hacia el área de los vestidores, mi plan original de sorprender a Israel seguía en pie, y ahora, más que nunca, quería verlo.
Al llegar cerca de los vestidores, lo vi salir, su rostro estaba lleno de cansancio, pero cuando nuestros ojos se encontraron, su expresión cambió por completo. El cansancio desapareció y fue reemplazado por sorpresa y una sonrisa enorme.
Israel: ___, ¿qué estás haciendo aquí?
Lo abracé, sin poder contener la emoción.
TN: No podía perderme tu gran partido.
Él me abrazó de vuelta, era el momento que había estado esperando desde que decidí hacer este viaje.
Israel: No tienes idea de lo feliz que estoy de verte.
Y en ese instante, supe que lo que teníamos era real, y que la distancia y las circunstancias no podían cambiarlo.