Abril saluda a Jimin con el florecimiento anual de cerezos rosados, que hacen que le pique la nariz, le ardan los ojos y le fluyan los mocos. Después de tomar la pastilla con un vaso de agua fría, frunce los labios con enojo y mira su reflejo. La apariencia no evoca una reacción de "wow", por lo que el omega, exhalando bruscamente, comienza con entusiasmo la transformación, mientras papá, a juzgar por los olores, prepara el desayuno en la cocina.
Después de quemarse el dedo con la plancha, Jimin silba de dolor, pero no se deja distraer de alisar su cabello decolorado, sacando la lengua con celo. Hay que ponerse unas gotas en los ojos y cubrir los párpados inferiores con corrector para eliminar las rojeces visibles. Las sombras ahumadas a lo largo del contorno, una esquina clara de las cejas y un ligero brillo en los labios realmente le dan frescura a su rostro, y sus mejillas, hinchadas después de dormir, tienen tiempo de disminuir cuando el omega se pone el traje que preparó la noche anterior y se sienta a la mesa.
"Te ves genial, hijo", después de recibir un beso en la frente, Jimin agarra sus palillos y alcanza los panecillos con anticipación, mientras papá, apoyando su espalda baja en el gabinete, termina su café.
- ¿Ya tomaste las pastillas?
- Sí, papá.
- ¿Te pusiste las gotas en los ojos?
- Sí. Todavía están rojos, pero deberían haber vuelto a la normalidad para la primera lección.
Papá deja la taza en el fondo del fregadero, mira hacia otro lado por un momento, pero luego la devuelve a la cara de su hijo y apoya sus palmas en la mesa.
- Vale, cuando comas te espero en el coche. Todavía tengo tiempo para dejarte en la escuela.
- Papá, dice Jimin arrastrando las palabras, masticando un delicioso desayuno. No me esperes, iré en autobús.
- ¿Quieres volver a dar un paseo con Taehyung? — el padre sale de la cocina y un minuto después aparece en el pasillo poniéndose una chaqueta.
- Sí, con Taehyung, miente descaradamente, mirando a su padre a los ojos.
- Está bien, mira a su alrededor, se endereza las solapas y nuevamente se acerca a su hijo para dejarle un beso de despedida en la frente. Escondido en el pasillo, papá grita en voz alta:
"¡Jungkook-ie y yo estamos de servicio hoy, así que volveré por la mañana!".
- ¿Es este el nuevo trabajador? - Masticando Jimin, pregunta, recordando el nombre que salió más de una vez de la boca de papá, que últimamente se pronuncia con bastante frecuencia junto con el gruñido "Otra vez llego tarde".
- Sí, responde papá brevemente.
- ¡Dinero bajo el cactus Mochi, te amo!
- ¡Y yo a ti papá!
Jimin logra responder antes de que la puerta principal se cierre de golpe. Metiendo un panecillo en cada mejilla, salta de su silla y corre a su habitación para echar otro vistazo a su apariencia y no perderse nada. Sus pantalones ajustados deben quedar perfectamente, y su blusa con tres botones desabrochados debe atraer la atención no hacia su rostro, enmarcado por mechones rubios rectos que ocultan parte de las odiadas mejillas regordetas, sino hacia sus clavículas protuberantes y su cuello abierto, donde se encuentran los lunares que hacen alarde.
Se conocería a sí mismo, si pudiera, lo invitaría a salir, le propondría matrimonio y... Básicamente, eso es suficiente.
El dinero que queda debajo del pequeño cactus va a su bolsillo, se echa el maletín al hombro y el propio Jimin se apresura a tomar el autobús. Él sabe que llega antes a la parada, sabe que será el primero en la cola y podrá tomar asiento, pero, como siempre, cede ante todos y entra el último en la puerta trasera para quedarse junto a la ventana.
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Come on my little boy (One Shot Kookmin)
FanfictionQuieres correrte, ¿verdad? Jimin traga ruidosamente y casi gime, levantando su mirada suplicante hacia el extraño. Jimin tiene 18 años, Jungkook tiene 30 años 🐺 Omegaverse 🔥 Escenas sexuales 🥵 Lenguaje obsceno 📚 One Shot largo Ya ustedes saben...