Luscious match [Chewis]

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Lewis

Cuando llegué a casa de mi viaje a la mañana siguiente, abrí mi correo electrónico y encontré el que había estado esperando.

Querido Lewis,

Recibí tu correo electrónico y el paquete de Perfect Match.

Estoy de acuerdo. Tenemos una gran compatibilidad.

Me encantaría que nos encontráramos para cenar. ¿Está bien mañana sábado? Estoy libre en cualquier momento, pero ¿por qué no cuanto antes?

Me encanta Brava's. ¿Lo conoces? Excelentes comida y servicio, y sería mi invitación. Si dices que sí, haré la reserva para las seis.

No estoy seguro de qué más decir hasta que nos veamos. Lo espero con impaciencia.

Checo

Leí el correo electrónico dos veces con emoción, llegando a la conclusión de que este omega lo estaba llevando todo con bastante formalidad. No estaba seguro de si eso era buena o mala señal. Ya estaba tecleando mi respuesta antes de que pudiera preocuparme por ello.

Querido Checo,

Conozco y me encanta Brava's y nos encontraremos hoy a las seis.

Espero con impaciencia esta cena.

Un saludo,

Lewis

Tan pronto como presioné enviar, mi cuerpo se llenó de nervios de inmediato. La última vez que estuve tan nervioso fue antes de presentar mi primera colección en la pasarela, cuando tenía veintiocho años. La industria siempre funcionaba con mucha energía y estrés. Me había acostumbrado.

Pero esto era diferente.

Puede que trabajara en la moda, pero era más fácil diseñar para otros y vestirlos que vestirme a mí mismo. Pasé por media docena de conjuntos antes de decidirme por algo para la cena.

¿Qué significaba realmente "pareja perfecta"? Había leído todo lo que pude encontrar de Perfect Match. La mayoría de sus testimonios decían que la atracción era instantánea, por no hablar de todas las historias de omegas que entraban en un celo inesperado, o de alfas que experimentaban un raro calor.

Las seis no podían llegar lo suficientemente rápido. Estaba en el auto y conduciendo mucho antes de lo necesario. Llegué pronto; mi excitación había tomado el control.

Decidí entrar y esperar en el bar. El anfitrión me dijo que mi mesa estaba lista, pero quise esperar y pedir una copa. Mientras bebía mi cóctel, mi cuerpo empezó a relajarse. Esto estaba mejor, mucho mejor. Mientras revisaba la hora en mi teléfono y miraba hacia la puerta, al menos la tensión de mis músculos se aliviaba.

De repente, el aire comenzó a sentirse punzante, como una carga estática, como si alguien hubiera encendido una máquina invisible. Se me erizó el vello de los brazos y las piernas. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, como si estuviera flotando. No había forma de que el alcohol hubiera actuado tan rápido en mi sangre.

Me giré hacia la puerta cuando ésta se abrió y el anfitrión se adelantó para dar la bienvenida al nuevo invitado del establecimiento.

Lo reconocí al instante, tanto por su imagen como por la reacción de mi cuerpo. La luz de la entrada se derramaba sobre su cabello brillante y sus pómulos bañados en pecas, y acentuaba los pulcros pliegues de su traje. Reconocí al diseñador del traje como Birwel. De hecho, había conocido a ese diseñador una vez en mi pasado. Mi mente no pudo evitar calcular rápidamente el valor del traje, una pequeña fortuna para algunos. Este omega tenía dinero, no es que eso me importara. Simplemente me pareció curioso, ya que nada en su perfil mencionaba una carrera.