Devil by the window | soojun

Luna llena: Casa Choi

Desde que se encontró a Yeonjun volviendo del colegio, Soobin sintió una sensación extraña en su pecho, como una opresión, como si una roca enorme hubiera reemplazado a su corazón y oprimiera sus pulmones. Soobin se sentía ansioso, desesperado, con un sentimiento que lo impulsaba a correr hacia la casa de su nuevo vecino y... ¡¿Y qué demonios haría?! 

Pero esa sensación no se iba, como tampoco lo hacía el recuerdo de los ojos cansados de Yeonjun, de su cuerpo débil antes vigoroso; eso no se iba. 

 ― ¿Debería llamarlo? 

― No lo sé, si crees que es lo correcto, hazlo. 

― Le dije que descansara, tal vez esté dormido, lo mejor es dejarlo dormir. 

― Y tú deberías dormir también, al fin tienes un fin de semana libre, disfrútalo. 

― Es que estoy preocupado, se veía tan frágil, no me gusta verlo así. 

― Ya, dijo que estaba un poco enfermo, solo espera hasta mañana y llámalo ¿Ok? 

― Pero. 

― No, le dijiste que descansara, déjalo hacer eso. 

― Bien, bien. 

― Ahora me voy a mi casa, mi querida y adorada madre me sacará la cabeza si llego tarde. 

― ¿Y si voy contigo? 

― Oh, no, no hace falta, hasta mañana. 

― Hasta mañana, ve con cuidado. 

― Sí. 

― Me avisas cuando llegues. 

― Claro, lo haré ―Beomgyu se quedó parado unos segundos en la puerta y sin voltearse dijo―. Kai estará aquí el lunes, lo sabes ¿Verdad? 

― Mierda, lo había olvidado. 

― Kai aún piensa que hay una oportunidad para ustedes. 

― Lo sé, hablaré con él y le dejaré las cosas claras, no quiero lastimarlo, él de verdad significa mucho para mí. 

― Así como lo hiciste conmigo ―susurró, tan bajo que Soobin no alcanzó a oírlo. 

― ¿Qué dijiste? 

― Nada, hasta mañana. 

― Gyu. 

― Dime. 

― Te quiero ¿Lo sabes? 

― Ajá, no hago favores gratis. 

― Bien, lo tengo claro. 

Beomgyu sonrió y abandonó la casa. 

Soobin se duchó y fue a dormir, es cierto, al fin tenía un fin de semana libre, debía dormir todo lo que no había dormido. 

― No, no debería, seguro está dormido. 

En algún momento se despertó sin despertar realmente, se asomó por la ventana que daba justamente a la habitación de Yeonjun y contempló el suave resplandor que se escapa entre las cortinas, contempló a penas el cuerpo desnudo de Yeonjun y sus ojos se encendieron son estrellas, entonces la cortina se cerró.