Capítulo 11: Pruebas físicas

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Nos encaminamos hacia el área de las competencias físicas, y el bullicio a nuestro alrededor crece con cada paso. Siento una mezcla de tensión y adrenalina, como si el aire mismo estuviera cargado de electricidad. A lo lejos, ya se pueden ver los circuitos montados para el motocross, las pistas de patinaje y los arcos preparados para la prueba de tiro. Todo parece estar en calma, pero mi instinto me dice que estamos caminando hacia algo mucho más grande de lo que cualquiera de nosotros podría imaginar.

Lowell, siempre atento, se inclina ligeramente hacia mí mientras caminamos.

—"Sé que algo te tiene inquieta,"— murmura—. "Si necesitas que esté más cerca durante las pruebas, solo dilo."

Aprecio su oferta. A veces es fácil olvidar que, pese a sus bromas y su actitud despreocupada, Lowell siempre ha sido protector conmigo. Asiento en silencio, agradeciendo su apoyo sin palabras.

Cuando llegamos al área de motocross, los motores ya están rugiendo en el aire. Las motocicletas, alineadas y listas, esperan a los competidores. Natalia es la primera en dar un paso adelante, con su entusiasmo palpable.

—"Este es mi momento."— dice con una sonrisa mientras se ajusta el casco—. "Motocross es lo mío."

Lowell se ríe suavemente.

—"Solo no te estrelles, ¿vale? No necesitamos más drama."

Ella lo mira con una sonrisa confiada.

—"Por favor, soy invencible."

Los otros equipos comienzan a prepararse también. Veo a la vampiresa de la Academia St. Vladimir, la misma que aceptó la apuesta, ajustándose sus guantes y lanzándonos una mirada de pura competitividad. Hay algo en su actitud que me pone nerviosa, aunque no puedo precisar qué es exactamente. Todo parece normal, pero la premonición sigue colgando sobre mí como una nube oscura.

—"Atención competidores."— resuena la voz de Armand—, "la primera prueba de motocross está por comenzar. Preparad vuestras motocicletas y colocadlas en posición."

Los rugidos de los motores llenan el aire mientras los competidores se alinean en sus vehículos. Natalia gira el acelerador con fuerza, el sonido potente como una declaración de guerra. La pista, llena de curvas pronunciadas, rampas y obstáculos, parece un desafío formidable, incluso para alguien tan confiado como ella.

—"Buena suerte."— digo, aunque no estoy segura de si mis palabras llegarán a ella a través del casco.

El silbato suena, y en un instante, las motocicletas salen disparadas por la pista. La multitud estalla en gritos y aplausos, animando a sus respectivos equipos. Los vehículos avanzan a toda velocidad, sorteando las primeras curvas con habilidad. Natalia lidera por poco, manteniéndose a la cabeza con movimientos rápidos y precisos. Sin embargo, es la vampiresa quien le sigue de cerca, su motocicleta moviéndose con una velocidad y agilidad sobrehumanas.

El polvo se eleva mientras los competidores se enfrentan a las rampas, saltando por el aire y aterrizando con una precisión impresionante. A pesar de la intensidad de la carrera, mi atención sigue dividida. Miro el campo, los competidores, la multitud... buscando algo que justifique la sensación de peligro que siento. Todo parece transcurrir como debería, pero esa extraña sensación de que algo está a punto de salir mal sigue creciendo.

De repente, hay un destello en el borde de mi visión. Giro la cabeza, y lo veo. Una figura sombría, apenas visible entre las sombras de los árboles que rodean el campo de pruebas. Se mueve rápidamente, casi como un espejismo, pero estoy segura de que no es parte de la competencia.

—"¿Lo viste?"— murmuro a Claire, que está a mi lado.

Ella me sigue la mirada, pero cuando observa la misma dirección, la figura ya ha desaparecido.

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