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El sol brillaba intensamente sobre el campamento, los árboles danzaban suavemente al ritmo del viento, y el sonido de risas llenaba el aire. Lola miraba por la ventana del coche mientras su hermano Jack, a su lado, jugaba con su teléfono, absorto en un juego. El paisaje desfilaba ante ellos, pero sus pensamientos estaban lejos de esas montañas y lagos. Su mente regresaba a los últimos meses, a la noticia que les había dejado en shock: sus padres habían tenido un accidente automovilístico.

Era la primera vez que salían a acampar desde aquel trágico suceso. Ahora, el objetivo era reencontrarse con su hermano mayor, Xander, quien había estado en el campamento durante todo el verano.

—No puedo creer que estemos yendo a Acampados-murmuró, un poco nerviosa.

Jack levantó la vista de su teléfono, notando la expresión en el rostro de su hermana.

—Lo sé, pero Xander nos necesita. Es hora de que nos veamos como familia otra vez- respondió, intentando transmitirle un poco de ánimo.

El camino se tornó sinuoso y, a medida que se acercaban al campamento, la emoción de ver a Xander comenzaba a ganar terreno. Aunque estaban ansiosos por reencontrarse, también había una sombra de tristeza en el ambiente. Sin embargo, sabían que la familia siempre encontraría la forma de seguir adelante.

Finalmente, el coche se detuvo frente a una cabaña de madera decorada con luces parpadeantes y una bandera de bienvenida.
—¡Ya llegamos!- exclamó Jack, saliendo del vehículo casi antes de que se detuviera por completo. Lola lo siguió, su corazón latiendo con fuerza mientras se acercaban a la entrada.

Xander estaba allí, de pie con su característica sonrisa. —¡Chicos!- gritó, abrazándolos fuertemente. Era un momento agridulce; la alegría de estar juntos de nuevo contrastaba con la tristeza que siempre los acompañaba. —He estado esperando este momento.

—Cómo has estado?- preguntó Lola, tratando de ocultar la preocupación en su voz.

—Lo he manejado. Pero tenerlos aquí me hará sentir mejor. ¡Vamos a hacer que este verano sea increíble!- dijo Xander, sonriendo con esa chispa que siempre había tenido, la que iluminó tantos momentos felices en su infancia.

Lola miró a su alrededor y, por un instante, se sintió como si el campamento pudiera curar las heridas del pasado. Pero en el fondo, sabía que las cosas no serían las mismas. Se preguntaba cómo sería la dinámica ahora que ellos estaban allí y su vida había cambiado para siempre.

Mientras caminaban hacia su cabaña, Lola notó que un grupo de chicos estaba reunido cerca del lago, riendo y disfrutando de una competencia de canoas. Uno de ellos, un chico de cabello rizado y sonrisa contagiosa, llamó su atención.

—¡Hey, Xander! ¿Son tus hermanos?- preguntó, acercándose.

—Sí, son ellos. Esta es Lola y Jack- respondió Xander,

—Yo soy Griff- dijo el chico, extendiendo una mano.

—Bienvenidos a Acampados. Si necesitan algo, solo díganlo. Siempre es más divertido cuando hay más gente-. Sus ojos brillaban con una energía juvenil que intrigó a Lola.

Ella sonrió tímidamente, sintiendo una conexión instantánea, algo que no había anticipado.

—Gracias, Griff-, respondió, sin poder evitar que una pequeña sonrisa

Jack, siempre más extrovertido, comenzó a charlar con Griff sobre las actividades del campamento, mientras Lola seguía pensando en cómo sería pasar el verano allí. Había tanto por descubrir y, aunque había tristeza en su corazón, también había espacio para nuevas amistades y quizás algo más.

Mientras la tarde se desvanecía y el cielo se teñía de naranja y rosa, Lola sintió que este lugar podría ser el comienzo de algo nuevo. No sabía que, en el camino, se encontraría con emociones que nunca había experimentado antes, especialmente cuando sus sentimientos hacia Griff comenzaran a florecer. Pero eso era algo que aún no podía prever. Por ahora, solo quería disfrutar del momento y del reencuentro con su familia.

—Listos para ir a hace unos años atrás ?- preguntó Xander, mientras el viento jugaba con las hojas de los árboles.

Lola y Jack se miraron. sintiendo que, a pesar de todo, estaban donde debían estar: juntos, como una familia, listos para enfrentar cualquier desafío que el verano les presentara.


































¿Listos?




































































































































Cuando el verano acabe || Griff Jones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora