Cuando el verano acabe || Griff Jones

5

La noche había caído sobre el campamento, y las estrellas brillaban intensamente en el cielo despejado. Después de un día lleno de risas y nuevas alianzas, estaba emocionada por ver cómo se desarrollarían las cosas con Zuri y los demás. Sin embargo, en el fondo de mi mente, una inquietante historia me persiguió: la de Griff.

Mientras me preparaba para dormir, me acordé de las conversaciones que había tenido con mis amigos sobre él. Algunos campistas murmuraban que había pasado un tiempo en un centro de detención juvenil. Aunque no quería creer en rumores, no podía evitar sentir curiosidad. Griff era genial, siempre lleno de energía y buen humor, pero había algo en su historia que no encajaba del todo.

Decidí que era hora de hablar con él. En lugar de dejar que la incertidumbre me consumiera, quería conocer la verdad. Al día siguiente, cuando nos reunimos para el desayuno, busqué la oportunidad perfecta para plantearle el tema.

—Oye, Griff, ¿te gustaría dar una vuelta después de comer? Quiero preguntarte algo —le dije, intentando que mi tono fuera casual.

Él me miró con sorpresa, pero luego sonrió. —Claro, ¿de qué se trata?

Después de un desayuno rápido, encontramos un lugar tranquilo cerca del lago, donde el sonido del agua y la brisa suave creaban un ambiente propicio para una conversación sincera. Mientras nos sentábamos en una roca, la vista era hermosa, pero mi mente estaba centrada en lo que quería preguntar.

—Griff, quería hablarte de algo que he escuchado —comencé, sintiéndome un poco nerviosa. —He oído algunas cosas sobre tu pasado... cosas que no entiendo del todo.

Griff se quedó en silencio por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras. Finalmente, tomó una respiración profunda. —Sí, he tenido algunos problemas. Estuve en un centro de detención juvenil, pero eso no me define.

Asentí, animándolo a continuar. —¿Qué pasó?

—Hice algunas decisiones malas . Me dejé influenciar por las personas equivocadas. Robé un coche y eso me llevó a estar allí. Pero he cambiado mucho desde entonces. Este verano es una oportunidad para empezar de nuevo. —Su mirada era sincera, y vi en sus ojos una mezcla de arrepentimiento y determinación.

—Lo siento mucho, Griff. No quiero juzgarte por eso. Te considero un amigo, y lo que importa es quién eres ahora —le dije, intentando aliviar cualquier carga que pudiera sentir.

Él sonrió, y esa sonrisa era un reflejo de alivio. —Gracias, Lola. La verdad es que me da miedo que la gente lo descubra. He trabajado duro para dejar eso atrás.

—Todos tenemos un pasado. Lo importante es aprender de él —dije, recordando mis propias luchas y cómo quería que este verano fuera diferente para mí también.

Griff asintió, su expresión se volvió más seria. —Sí, y estoy decidido a demostrar que he cambiado. Quiero que este lugar sea un nuevo comienzo.

A medida que la conversación avanzaba, comencé a abrirme más. —A veces siento que estoy atrapada en las expectativas de los demás. Quiero ser quien realmente soy, no lo que la gente espera de mí. Este verano, espero encontrar esa libertad.

—Es difícil, ¿verdad? —respondió Griff, con empatía en su voz—. Todos luchamos con eso. A veces, las decisiones que tomamos son simplemente una forma de intentar encajar.

Hablamos durante un buen rato, compartiendo historias de nuestras vidas antes del campamento. Mientras lo hacía, me di cuenta de que Griff no era solo un chico que había cometido errores; era una persona que había aprendido de sus experiencias y estaba decidido a ser mejor. Su honestidad era refrescante.