Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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El sábado había llegado, y con él, el esperado día en que Jisung conocería a la familia de Minho. Desafortunadamente Minho no podría recogerlo en casa pero le había asegurado que enviaría a su primo Felix para que lo acompañara en el camino.
Cuando uno de sus guardaespaldas le informó que ya lo estaban esperando Jisung bajó las escaleras tomándose un momento para verificar una última vez su atuendo en el espejo.
Llevaba un chaleco de tono marfil que contrastaba delicadamente con su figura, ajustándose perfectamente a su torso y realzando su cintura con elegancia. Los pantalones azul marino de cintura alta descansaban en su cadera con una fluidez que le daba un aire despreocupado
Jisung decidió complemetar su look con un maquillaje sutil y sus rizos destacados, sintiéndose confiado pero con un toque de nerviosismo.
Al llegar al vestíbulo su mirada se cruzó con la de un joven de cabello rubio hasta los hombros con pecas en su rostro. La sonrisa radiante del desconocido lo hizo sentir inmediatamente más tranquilo.
— ¡Hola! — lo saludó alegremente el joven con su voz llena de calidez — Soy Felix el primo de Minho. Un gusto conocerte.
Felix le estrechó la mano con entusiasmo pero rápidamente lo sorprendió con un abrazo. Jisung sintió una oleada de afecto genuino algo que no esperaba.
— Estoy muy feliz de que lleves a mis sobrinos. Siempre podrás contar conmigo para lo que necesites.
— Muchas gracias — respondió Jisung sintiendo una conexión instantánea mientras sostenía las manos de Felix con las suyas. La sinceridad en las palabras de Felix lo hizo sentirse a gusto, como si estuviera en presencia de alguien que transmitía amor sin esfuerzo alguno.
Durante el trayecto a la mansión Jisung descubrió que Felix era una persona sumamente alegre y de espíritu libre. Cada palabra que decía, cada risa parecía estar cargada de una energía positiva que le transmitía paz. Aunque no lo conocía bien Jisung sentía que podrían llegar a ser grandes amigos.
Felix visiblemente emocionado le preguntó si tenía fotos del último ultrasonido. Jisung sonrió asintiendo y sacó su teléfono para mostrarle las imágenes que había guardado.
— Mira, aquí están — dijo entregándole el teléfono.
Felix las observó con ternura y al devolverle el teléfono su mirada reflejaba una profunda emoción.
— Si alguna vez Minho no puede acompañarte a las citas por favor dime — dijo Felix con su voz llena de seriedad — Estaré más que feliz de ir contigo.
Mientras hablaban Jisung no pudo evitar notar la forma en que Felix hablaba de Minho, como un hermano pequeño admirando a su hermano mayor. La anécdota que Felix compartió lo confirmó.
— Cuando tuve mi primer celo a los trece años las feromonas alteraron a los hombres de mi padre — Felix hizo una pausa con sus ojos perdiéndose en el recuerdo — Estaba solo en casa con todos esos alfas. Sin Minho... no sé qué habría pasado. Él llegó justo a tiempo.
