27 de septiembre, 4:25 PM
Afuera de la Preparatoria Itan
– ¡Hey! ¡Athena! ¡Shouko! – les llamó Trucy.
Phoenix, Najimi y Trucy finalmente se reunieron con Shouko y Athena. Las dos chicas que habían ayudado a Nene y Kaede a reunirse desviaron su atención hacia la joven maga que las estaba llamando. Shouko sólo les agitó la mano ligeramente y asintió, mientras Athena agitaba la suya con mucho más entusiasmo.
– ¡Hey, chicos! Veo que por fin localizaron a nuestro fugitivo de pelo lavanda... – le dijo Athena al grupo en cuanto se reunieron. Al escuchar esto, Najimi se rascó detrás de la cabeza.
– Bueno, perdón por salir corriendo, pero era muy importante; ¡no podía esperarlos! – dijo en tono de súplica, causando que todos se fueran de espaldas, especialmente Shouko y Phoenix.
(«Aún si de verdad fuera tan importante, podrías habernos esperado, especialmente a los que no estamos exactamente hechos para correr por toda una escuela...») pensó Phoenix, que parecía el más exasperado del grupo. – Lo importante es que ya estamos todos juntos otra vez. Escuché que lograron reunir a la señorita Onemine con su amiga.
– Sí, pero por desgracia, terminé dándole en bandeja de plata otra testigo a la fiscalía. – Athena suspiró, jugueteando nerviosamente con su arete.
– ¡Arriba el ánimo! – Phoenix le dio a Athena una palmada en la espalda. – Conociendo a Blackquill, seguramente habría encontrado una forma de sacarle su testimonio independientemente de lo que hayas hecho. Al menos así, hiciste una buena acción. Estoy seguro que la Srta. Onemine se sentirá muy agradecida por tu ayuda.
– En eso tiene razón. Se puso en éxtasis cuando vio de nuevo a Kaede. Aunque claro, no se emocionó tanto cuando vio a Blackquill, obviamente. Le pareció que era una especie de secuestrador. – replicó Athena.
– Por supuesto que Nene pensaría que ese patán monocromático y horripilante sería un secuestrador, ¡porque lo es! – gruñó Najimi con los puños apretados.
– Bueno, entiendo de dónde vienes, y sé que te preocupa tu amigo, pero por desgracia, el arresto fue legal. Aun así, vamos a demostrar que es inocente. – dijo Phoenix, tratando de calmar la tensión. Sin embargo, Najimi todavía se notaba con mucha rabia. – En cualquier caso, ¿lograron encontrar alguna información nueva mientras nos separamos?
– Bueno, como mencioné antes, Kaede supuestamente vio cómo Hitohito huía de la escena del crimen y dejó caer su teléfono en el camino. Aparte de eso, lo único que encontré fue un abanico de papel en la misma papelera donde estaba escondida Kaede. – dijo Athena mientras sacaba el susodicho abanico que había encontrado, y se lo daba a Phoenix para que lo examinara.
(«¿En serio quiero saber qué estaba haciendo allí dentro?») se preguntaba Phoenix mientras miraba el abanico, todavía doblado a la mitad. El abanico también captó la mirada de Najimi, que se acercó a examinarlo junto con él.
– Sip, eso definitivamente le pertenece a Gorimi. Me dio varias veces con él en la cabeza hasta que se rompió. – dijo Najimi, mientras se sobaba arriba de la cabeza, y empezaba a quejarse de dolor. – Todavía tengo los chichones allí arriba como prueba...
– Bueno, ¡sólo hay una forma de averiguarlo~! – Trucy extrajo el polvo para huellas con un brillito en sus ojos. – Si este es uno de sus abanicos, entonces sus huellas definitivamente estarán en él, y si lo están, ¡nadie podrá decir que alguien más utilizó este abanico! – agregó, e inmediatamente empezó a trabajar con el polvo.
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El Caso de la Comunicación
FanficDesde que fue secuestrado por Ren Yamai, Hitohito Tadano ha estado sufriendo pesadillas recurrentes sobre el incidente, junto con los intentos de ella por hacerlo romper su amistad con Shouko Komi. Tras otro encuentro con ella, Hitohito se desmaya y...