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CDMX 📍 Septiembre, 2024 8:45 pm 😳💋🫂 Entre Risas y Tensiones
La noche en Guadalajara estaba tranquila, con el suave sonido de las calles iluminadas por los faroles y el murmullo de la ciudad bajo un cielo despejado. Tito Double P, el carismático cantante de corridos tumbados, estaba en medio de un live de Instagram, como solía hacer de vez en cuando para conectarse con sus fans. Hanna, la hermana de Peso Pluma, estaba entre los espectadores. A pesar de ser hermana de una de las figuras más influyentes de la música actual, le encantaba mantenerse al margen de los reflectores, aunque últimamente eso se había vuelto complicado.
Tito siempre había sido conocido por su actitud relajada y su habilidad para soltar frases ingeniosas que se convertían rápidamente en tendencia. En los últimos días, una frase en particular había comenzado a destacar en sus lives y redes sociales: "Te voy a agarrar como un balero, mija." Era una de esas líneas que Tito soltaba de manera casual, pero que sus seguidores no tardaron en convertir en un eslogan.
Aquella noche, Hanna estaba riéndose junto a miles de otros espectadores mientras Tito leía comentarios y respondía preguntas con su típica actitud despreocupada. Entonces, de repente, Tito notó que Hanna estaba conectada al live.
—¿Qué onda? ¿Qué onda? —dijo Tito, inclinándose hacia la cámara con una sonrisa astuta—. A ver, a ver, miren quién está aquí, la mismísima Hanna.
Los comentarios explotaron en el chat, con emojis y mensajes inundando la pantalla. Tito, sin perder la oportunidad, decidió hacer de las suyas.
—Hanna, te voy a decir algo que ya está en boca de todos... te voy a agarrar como un balero, mija —soltó Tito, con un tono entre juguetón y seductor.
Hanna soltó una risa nerviosa mientras se cubría la boca con la mano. No podía creer que Tito le hubiera dicho eso frente a miles de personas. Los comentarios estallaron en el chat, llenos de risas y asombro, pero lo que Hanna no sabía era que su hermano, Peso Pluma, también estaba viendo el live en ese mismo momento desde su cuarto.
Hassan, como lo llamaban en familia, estaba descansando después de un largo día de grabaciones cuando decidió abrir Instagram. Al ver que Tito estaba en vivo, decidió unirse para pasar el rato. Sin embargo, lo que escuchó lo tomó por sorpresa.
El tono de Tito con su hermana lo hizo fruncir el ceño. Sabía que Tito era bromista, y lo conocía lo suficiente como para saber que no había mala intención, pero algo en la forma en que lo dijo encendió un pequeño fuego en el pecho de Hassan. Nadie hablaba de su hermana de esa manera, ni siquiera en broma.
Peso Pluma se levantó de la cama y salió de su cuarto con el teléfono en la mano. Entró en la sala donde Hanna seguía riéndose del live, completamente ajena a que su hermano había escuchado todo.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Hassan, tratando de mantener la calma, pero con una mirada seria.
Hanna lo miró sorprendida, aún con una sonrisa en los labios.
—Nada, estoy viendo el live de Tito, ¿por qué?
—Escuché lo que dijo —respondió Peso Pluma, cruzándose de brazos.
Hanna suspiró, ya anticipando lo que venía.
—Hassan, no es nada, solo está jugando. Tito siempre habla así, lo sabes.
—Sí, pero hablarle así a mi hermana frente a miles de personas es otra cosa —replicó Hassan, ahora más molesto.
Hanna rodó los ojos, sabiendo que su hermano estaba dejando que los celos se apoderaran de él. Era típico de Hassan ponerse protector, sobre todo cuando se trataba de ella.
—No exageres, es solo Tito siendo Tito. Todos saben que es una broma, no lo tomes tan en serio —dijo ella, tratando de tranquilizarlo.
Pero Peso Pluma no podía dejarlo pasar tan fácilmente. Conocía a Tito, sabía cómo era, pero esa línea se le había hecho demasiado. Sin pensarlo dos veces, sacó su teléfono y le mandó un mensaje directo a Tito.
"Tito, pa, relájate con lo que dices de mi hermana. No me hace gracia, wey."
Tito estaba aún en el live, leyendo más comentarios y respondiendo preguntas, cuando vio el mensaje de Peso Pluma entrar a su bandeja. Supo de inmediato que se había pasado un poco de la raya con la broma. Aunque él lo veía como algo inofensivo, sabía que Hassan no lo vería del mismo modo. Era un tipo protector, y Tito lo respetaba por eso.
Detuvo el live un momento, disculpándose con la audiencia, y salió para responderle directamente a Peso Pluma.
"Bro, todo bien, fue pura broma. No quería faltarle al respeto a Hanna ni a ti. Lo arreglamos."
Hassan leyó el mensaje, aún molesto, pero decidió dejar el asunto por ahora. Sabía que Tito no lo había hecho con mala intención, pero no podía evitar sentir que debía marcar ciertos límites cuando se trataba de su hermana.
Al día siguiente, Tito Double P llamó directamente a Hassan. Sabía que hablarlo en persona era lo mejor. Ambos estaban en el mismo círculo, y lo último que quería era tensiones entre ellos por algo que, en su mente, había sido una broma inofensiva.
—¿Qué onda, Hassan? —dijo Tito, su tono más serio de lo habitual—. Oye, quería disculparme si me pasé con lo que dije anoche. Sabes que respeto mucho a Hanna y a ti también, no era mi intención hacerte sentir incómodo.
Peso Pluma, aunque aún un poco molesto, valoró la disculpa de Tito. Sabía que no había mala intención detrás de lo que dijo, pero también dejó claro que no le gustaba ese tipo de comentarios sobre su hermana.
—Está bien, Tito. Solo cuida cómo hablas de mi hermana. Sabes cómo es este rollo, y no quiero malos entendidos ni que la gente se lo tome a mal.
Tito asintió, entendiendo completamente.
—Todo bien, bro. Ya sabes, pura broma entre compas, pero respeto la línea. No se vuelve a repetir.
El incidente quedó atrás, pero Hanna no dejó de burlarse de su hermano por haber reaccionado de esa manera. Sabía que Hassan solo quería protegerla, pero también sabía que tenía que dejar que las bromas pasaran de largo de vez en cuando. Tito, por su parte, mantuvo su estilo bromista, pero ahora con un poco más de cautela cuando se trataba de la familia de Peso Pluma.
La vida en el mundo de la música y las redes seguía su curso, pero aquella pequeña tensión quedó como un recordatorio para todos de que, detrás de las bromas y el cotorreo, siempre había lugar para el respeto y los límites, especialmente cuando se trataba de la familia.
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