Capítulo único

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¿Qué es el amor?

Es una pregunta muy difícil de responder y que está sujeta a un montón de respuestas y punto de vistas diferentes; para algunos es el sentimiento más hermoso que puede existir y para otros es una mierda que te recomiendan saltartelo.

Siendo así, puede definirse como la perfecta dualidiad, una odisea de sentimientos mezclados que van desde los más lindos a los más amargos, es darle el poder a una persona de lastimarte confiando en que no lo hará.

Amar es complicado, demasiado complejo en realidad; no es solo darse besitos y ya, implica mucha comunicación, empática y seguridad. Amar no es para cobardes, ni débiles. Se debe tener paciencia y cuidado, con uno y con el otro. A todo esto, también hay que sumarle que no elegimos de quien enamorarnos; la vida no es tan fácil. El corazón simplemente sigue su instinto primitivo y se sujeta a quien cree el indicado, cegandose por completo de cualquier error u obstáculos, ignorando todo con tal de sentir.

"El amor todo lo puede" dicen las películas, series, libros y canciones; declarando fervientemente que si el amor es verdadero, siempre triunfa.

Lamentablemente, Cristian descubrió que no es así en la vida real.

Pobre y necio corazón que se aferró a un amor imposible, a uno no correspondido; todo su amor pertenece a la única persona que sabe que jamás lo va a amar, que no lo va a mirar con brillos en los ojos, ni lo va a espear con besos dulces.
Cristian está enamorado de su mejor amigo de la vida, de ese entrerriano hermoso con creencias místicas y olor de sahumerios, de su brujito.

Lisandro y él son amigos desde la adolescencia, crecieron juntos prácticamente, por lo que se conocen de pies a cabeza; sus gustos, sus defectos, sus virtudes, sus historias y sus amores. Son casi como hermanos, compartiendo muchas de sus pasiones e intereses, siempre unidos por las risas. Aunque si tuviesen que describirse en palabras dirían que son almas gemelas y lo saben, su conexión siempre fue más allá; a tal punto que se entienden sin hablar, que saben cuándo están mal y cuando necesitan del otro.

Ellos son perfectos juntos, se complementan, se entiden y se quieren, pero no con la misma magnitud.

Cristian no sabría decir en qué momentos sus sentimientos se transformaron de fraternales a románticos y tal vez no hay un momento preciso, tal vez fue un conjunto de muchos momentos. Cuando fue conciente de eso, ya era demasiado tarde, estaba enamorado hasta la médula y no había vuelta atrás.

¿Quién puede culparlo? Cualquier persona que tuviese el privilegio de conocer a Lisandro caería a sus pies, siempre con esa sonrisa canchera, con su actitud relajada pero con convicciones claras y esa voz embriagante; Cristian podría pasarse horas escuchándolo hablar de las energías, los sahumerios y el chakra.

Es su otra mitad.

Puede parecer tonto ya que se conocerse hace mucho, pero no puede evitar sentir que los nervios lo consumen cada que sabe que lo va a ver. Por suerte, aprendió a disimularlo. Esa noche van a juntarse entre todos sus amigos en la casa de Tagliafico, la vida adulta es bastante complicada y no han tenido tiempo para juntarse.

Cristian termina de abrocharse las zapatillas cuando su celular vibra a su lado, avisándole que le llegó un mensaje.

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Lichi ❤️

-Cuchiiiiii

-Venis?

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Con una sonrisa boba, guarda su celular en el bolsillo de su pantalón y toma las llaves de su auto, dispuesto a salir de casa.

Ni en esta, ni en la próxima - CutilichaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora