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Integrarnos aquí fue muy fácil, creó que al final tener una hermosa cara como la nuestra era cavidad para una buena reputación.

Conocí a algunos chicos, entre ellos Isaac, también pude conocer a Michel, la chica fresa e inteligente, bueno, es la reputación que tiene según nuestras investigaciones. Ella nos ha dado el recorrido y bueno, la verdad tiene una voz muy linda.

- Hey, Sarah, ¿que haces aquí sola? - Isaac se sentó a mi lado, era un chico moreno y prácticamente también es un cerebrito, a decir verdad los más inteligentes si son guapos.

- Uh, estaba respirando un poco el aire fresco. - Cogí una ramita que cayó cerca de nosotros y nos quedamos un rato en silencio, un silencioso cómodo a decir verdad. -

- Mis padres me han dejado festejar mis 18 años en casa , talvez deberías venir con tus amigos, ¿no crees? - El me miró con un mini puchero. -  Vendrá casi toda la escuela, mi casa estará llena de personas que ni siquiera conozco.

- Uh, la verdad estaba pensando en leer muchos libros esta noche. - Lo miré con una pequeña sonrisa, él se sento frente a mí y me quitó el libro que tenía entre las manos. -

- No seas aburrida, la pasaremos genial, no vamos a tomar demasiado, eso es obvio. Dile a los chicos, ellos van a cuidarte demasiado.  - Dicho eso me devolvió el libro y se levantó del lugar en el que estaba. - Te esperaré allí, no faltes. - Sin esperar una respuesta el se fue y me dejó con las palabras en la boca.

- Vaya, los niños ricos son extraños. - Dije y me dispuse a ir con los chicos. -

[..]

Ya eran casi las nueve de la noche, la verdad era muy temprano, tenía a un Alec sobre mí rogando para que le diga a Jane que vayamos a la fiesta.

Pero en realidad no quiero ir, no soy de esas cosas, o bueno, si lo soy, pero hasta el momento debo aparentar ser una chica bien portada.

- Por favor Saraaah, te pagaré el almuerzo por más de dos semanas si le dices que podemos ir, él no se resiste a su hermana pequeña. - Empezó a moverme con algo de fuerza por los hombros. -

- Yayaya, está bien, está bien, ya regreso.

- ¡SI! iremos de fiesta, iremos de fiesta. - Salió cantando de la sala con dirección a su habitación. -

Si bien no quería que el plan se dañe gracias a estos bajos descontroles también quería que la pasáramos bien, pero no estaba segura, Jane accedió a ir con nosotros a la fiesta.

Ya en el lugar nos encontrábamos vestidos de ropa elegante, pero sensual, aún Alec bien ya casi era mayor de edad, su manera de actuar dejaba mucho que desear, desde que llegamos empezó a beber como un loco en despecho, se reía por todo y le coqueteaba a todos, por mi parte Jane no me dejó tomar con el pretexto de que no estaba bien por mi edad.

Creó que Jane tenía una idea clara para esta noche, y era que pudiera acercarme a la chica del plan, Michel. Jack me empujó un poco para que chocará 'accidentalmente' con ella, me disculpe y ella solo me sonrió, pude notar que tenía los ojos prácticamente húmedos, ella había llorado, la seguí con la mirada y me di cuenta de que se dirigía a la salida, esperé a que saliera del lugar para poder ir tras ella.

Y si, estaba sentada en el trono de un árbol mientras lloraba, me acerque lo suficiente y le pregunté la razón del por qué lloraba. Me respondió con una mueca y en sus palabras se podía sentir la decepción y asco.  "Mi novio se ha besado con al menos unas tres chicas está noche"

- Oye, tranquila, a veces las personas son un poco distintas a lo que uno espera, talvez solo debas olvidar eso y seguir pasándola bien. - Me senté a su lado y le di mi saco; estaba un poco frío el clima pero para los demás estudiantes no era así.

- Muchas gracias ... - Me miró con algo de vergüenza al no saber mi nombre. -

- Sarah, un placer.

- Yo me llam-
- Michel, lo sé.. he escuchado hablar de tí muchas veces.

El sonrojó no tardo en aparecer y me reí al respecto, contagiándose de mi risa, pude apreciar su sonrisa.

- Vaya, ¿que has escuchado sobre mí? No creí que fuera tan interesante. - Me miró atenta, su piel pálida la hacía ver más linda aún así.-

- Que eres una chica engreída y que te crees la mejor por tener al chico guapo del colegio, pero honestamente de guapo ese no tiene nada.

Ella empezó a reírse nuevamente y me levanté de su lado.

- ¿Quieres quedarte en la fiesta o vamos a otro lugar? Conozco un buen lugar por acá cerca.  - Dije alzándole mi mano para que ella la tomara. -

- Oh,  bueno, si ya tienes el lugar muéstrame lo.  - Ella levantándose tomó mi mano y no me soltó. -

- ¡Manos a la obra! - Agarré su mano con un poco de fuerza y empezamos a correr por la acera. -

- Jaja, calma, no hagas tanto ruido, me da vergüenza contarle a las personas sobre eso. - La miré por un milisegundo y se veía hermosa. -

- Te llevaré a un lugar que conocí desde que era pequeña.

Ambas llegamos a un pequeño río, este siempre fluía con naturalidad y sus aguas cristalinas son hermosas.

Me quité la ropa quedándome solo en las prendas menores, me metí al río y la miré.

- ¿Que esperas? Deberías venir un rato conmigo.  - Ella me miró y negó muchas veces, se resistía bastante, entonces hicimos contacto visual, salí del río y me acerqué a ella, me puse frente a ella y le quite la camisa. -
- ¿Quieres que te ayude con el short? - Ella negó riéndose, se quitó el short y se metió conmigo. -

- Dios, esto está demasiado frío, ¿Cómo aguantas esto? Deberías ayudarme con eso.

-  Uh, pues la verdad no hice algo relevante, sólo déjate llevar y que el agua fluya.

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Buenooo, aquí el segundo capítulo. Mar/08/2024.

Obsesión romántica. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora