¡Devuélveme mi sudadera! | Hyunlix

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"Y aquí vamos otra vez", pensó Hyunjin cuando su alarma había sonado. Realmente no tenía ganas de levantarse de la cama y lidiar con las clases y el entrenamiento ese día. Pero no podía faltar a ninguna de las dos porque primero: si faltaba a más clases perdía la asignatura; segundo: tenía un partido importante que jugar el sábado y no podía no entrenar a cuatro días del juego.

Otro problemón: que eso no había sido su alarma. Eso eran llamadas entrantes a su teléfono. "Y me he quedado dormido. Genial, cojonudo, de putísima madre" pensó el alfa tras ver la hora. Por un momento quiso colgar, pero en cuanto vio el nombre de contacto que aparecía en la pantalla cogió la llamada inmediatamente.

-¿Sí, Lixxie?-habló con la voz más suave que pudo.

-¿A Felix sí le contestas el teléfono? ¡Llevas todo el día desaparecido!-la voz de Minho hizo que se desilusionarse. Claro, ¿Por qué Felix le llamaría, si le había roto su corazoncito?

-Me has despertado-gruñó Hyunjin, dejando la amabilidad a un lado-¿Por qué tienes el móvil de mi omega?

-Porque a Chan y a mí no nos contestabas.-respondió con obviedad el alfa mayor.-Trae tu maldito culo a la universidad. Felix se ha peleado con un alfa y eso n...

Minho colgó antes de que acabara la frase, y se levantó de un salto de la cama para vestirse con lo primero que pillara y ponerse las zapatillas. No se molestó ni en coger las llaves, después de haber guardado su móvil en el bolsillo trasero de su pantalón antes de salir de casa. Le importaba tres pimientos que fuera la ropa sucia de ayer y no estar peinado. Solo quería llegar y asegurarse de que Félix estaba bien.En esos momentos agradecía la resistencia que tenía gracias a los entrenamientos de fútbol, porque tuvo que correr todo el camino para no tardar demasiado. No descanso ni un poco hasta llegar a la puerta de la misma enfermería. Se obligó a tomar un poco de aire antes de pasar, y después abrió la puerta y buscó con la vista a su omega. El rubio estaba sentado en la orilla de una de las camillas con los brazos cruzados, y Minho intentaba sonsacarle gentilmente qué había pasado. Por supuesto, el omega no respondía ninguna de las preguntas, solo se limitaba a mirar sus zapatos, lo que hacía que el flequillo le tapara los ojos y que le impidiera a Hyunjin ver su carita, pero podía jurar que tenía restos de lágrimas secas en las mejillas.-Nos vemos después, Lixxie. Tengo que ir a preparar el entrenamiento de esta tarde.-Minho se despidió cuando vio a Hyunjin llegar.-Intenta no golpear a otro alfa mientras no estoy.-le bromeó, logrando que el omega lo mirase con una sonrisita.Sonrisa que se borró en cuanto vio a Hyunjin delante suya.