En la vida uno suele caminar, a través de nuestro camino en ella tenemos metas, objetivos, planes y aspiraciones que cada uno desea lograr, pero habrán obstáculos que te alejaran de ello, uno perderá el camino, la senda donde debía mantenerse y seguir adelante, la vida sin sueños es una vida vacía, sin sentido y que al mirar al final habrá una decepción de no haber cumplido con lo que uno estaba predestinado, los sueños nos hacen soñar, seguir adelante, es cierto que nada en esta vida es fácil, hay momentos de alegría, lloro, tristeza y enojos, pero todo ello es parte de crecer, madurar, amar y sobre todo de mejorar para alcanzar nuestro potencial y seguir ese sueño que cada uno tiene en su corazón. hay que luchar por ese propósito que cada uno tiene, pues los sueños y esperanzas de cada persona nunca morirán y se transmitirán de persona a persona, Dios creó a cada uno con dones y habilidades que nos hace únicos y especiales, nada ni nadie debe de frenar nuestras metas, pues cada quien sabe uno lo que merece y que para el que lucha nunca habrá imposibles, nada es imposible para el que lucha en Dios y deposita sus fuerzas en el.
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.
Salmos 73:25-28
