40. caminata

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Alemania no había dejado de pensar en la conversación que tuvo con Rusia. Esa noche apenas había dormido, su mente atrapada entre el recuerdo del día anterior y las palabras de su amigo. El alivio que sentía al hablar con él siempre era momentáneo, como una brisa fresca que desaparece demasiado rápido, dejándolo de nuevo en el mismo lugar, solo y atrapado en sus pensamientos.

Al día siguiente, Alemania se levantó temprano, aunque el sueño seguía pesando en su cuerpo. Se vistió lentamente, con movimientos pesados, y salió al frío de la mañana. Decidió dar una caminata por el parque cercano; necesitaba despejar su mente antes de cualquier otra cosa. Su perro, que parecía entender su estado de ánimo, caminaba a su lado en silencio, como un guardián fiel. Típico de el.

Mientras recorría las banquetas, sintió el vibrar de su teléfono en el bolsillo. Al sacarlo, vio el nombre de Rusia en la pantalla y una sonrisa fugaz se asomó en su rostro. Desde su regreso de Rusia a casa,este parecía más atento, enviándole mensajes cada mañana, aunque fueran cortos.

Russland:
"Buenos días, Ale. ¿Cómo te sientes hoy?"

Alemania dejó escapar un suspiro antes de responder, pensando en lo que quería decir. A pesar de sus problemas, no quería preocupar a Rusia. Dudó un poco antes de enviar un mensaje.

"Ya mucho mejor"
"👍"
"Salí a caminar un rato, aquí está lindo el día 😃"

La respuesta de Rusia llegó casi de inmediato.

Russland:
"¿Entonces saliste Solo?🤨"

Alemania miró a su perro, que lo observaba con ojos atentos, como si entendiera la conversación.

"Tu sabes...tengo compañía"

Russland:
"Ah, claro"
"Que tonto, cómo se me fue a olvidar"
"Tu perro"
"Le tengo algo de envidia, ¿sabes?"
"Me gustaría estar ahí para acompañarte."

Alemania sonrió con ternura al leer eso. Rusia siempre había sido un poco torpe, pero de algún modo, su forma de preocuparse era algo que él apreciaba. Era un tipo de compañía que nunca le resultaba agobiante.

Siguió caminando, permitiendo que el parque lo envolviera en su tranquilidad.

El teléfono vibró de nuevo, sacándolo de su ensimismamiento. Era otro mensaje de Rusia. Había esperado una respuesta, una insistencia tal vez, pero no. Rusia entendía cuándo detenerse y respetar el silencio de Alemania, y eso era algo que siempre había apreciado de él.

Russland:
"¡Oye!"
"¿Y tu perro?"
"¿Siempre ha hecho eso de quedarse mirando a la gente mientras come o solo lo hacía cuando estaba yo?"

Alemania sonrió al leer ese mensaje, agradeciendo el cambio de tema. A veces, esos pequeños detalles eran justo lo que necesitaba para alejar las preocupaciones. Con calma, respondió.

"Sí, nunca ha cambiado"
"Es un caso perdido."

Russland:
"Xaxaxa"
"Ya puedo recordarlo"
"Seguro es porque sabe que le caerá algo de comida si se queda mirándote lo suficiente."

"Y Tu dándole de tu comida a mis espaldas"
"Dios"
"Eres un pésimo ejemplo para él, te lo recuerdo."

Rusia soltó una risilla al leer la respuesta. Podía imaginar perfectamente a Alemania con su perro, quien siempre lo seguía con una fidelidad única. Aprovechó el momento para seguir con la conversación ligera.

Russland:
"Oh vamos"
"Igual tu"
"No finjas demencia ahora"
"Tú y yo somos un pésimo ejemplo para todos, vamos."

"No Rus"
"No sé de qué hablas"
"Yo soy un modelo a seguir"
"claramente."

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⏰ Última actualización: Nov 17 ⏰

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La suave vos de un ángel...(Rusger/Alemania×Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora