crucifícame [heehoon]

32

Los rayos de luz iluminaban el hermoso rostro que dormitaba tranquilamente sobre la almohada.

Bajó la mirada hacia la úlcera latente en su cuello que resalta entre la blanquecina piel.

Acarició su cintura y toda su área abdominal. Después subió a los pechos que estaban muy suaves, los amasó por un rato y pellizco los botoncitos haciendo al omega gemir aún dormido.

Heeseung decidió dejar de molestarlo en ese ámbito y bajó la vista debajo de las sábanas, dónde descubrió un poco la zona cubierta enfocó su redondo y relleno trasero.

Lo tomó con ambas manos amasandolo lascivamente maravillandose por la textura que poseían, lo gordito que estaba y lo manejable que era.

Sin poder evitarlo abrió ambas mejillas revelando el usado agujero que desbordaba semen por la noche anterior.

Heeseung lo acarició en círculos haciendo al omega estremecerse y la entrada palpitar deliberadamente, Heeseung sonrió son sorna.

Su polla estaba erecta a más no poder, había tenido una erección matutina chocando contra el culo del omega y no pudo sentirse más excitado y necesitado de poseer al lindo omega una vez más.

Era de mañana y tenía a su testosterona desbordándose de su interior.

Tal vez si lo hacía demasiado despacio...

Sunghoon no se daría cuenta.

Que Sunghoon estuviera completamente inconsciente sin ser capaz de hacer y decir algo al respecto por lo que iba a hacer ponía su líbido por los cielos.

Tomó su polla de la base y restregó el glande contra la resbaladiza entrada que rebosaba lubricante y semen.

Empujó, aplicando más fuerza de la medida e introdujo su enorme polla hasta la base sintiendo como el cuerpo contrario se estremecía y el omega soltaba un gemido mucho más ruidoso que los anteriores.

Se quedó inmóvil esperando no despertar a Sunghoon pero el omega giró su cabeza hacia su dirección.

Tenía sus ojitos bien abiertos, parecía asustado por lo que acababa de acontecer y las lágrimas se resbalaban en sus mejillas.

—Lo siento bebé —besó su hombro .— Te prometo que será rápido, sólo... Sé un buen omega, ¿si?

Y sin esperar una respuesta tomó al omega de la cadera, estando recostados de lado empezó a dar duras embestidas en el interior pensando en nada más que su orgasmo y en llenar a su omega una vez más.

—Ahh umm ugh —el omega se aferró a la almohada en la que estaba recostado y enterró su rostro en le misma intentado callar sus sollozos, dejándose follar como un muñeco de trapo esperando por la satisfacción total de su alfa.

Heeseung se empujaba con rudeza tomando su cadera con sus manos disfrutando los gemidos de dolor y placer que soltaba el omega, se aseguró de encontrar su punto dulce y así lo hizo haciéndolo gritar y pedir por más en un abrir y cerrar de ojos.

Heeseung estaba encantado con la maravillosa vista que tenía de su polla desapareciendo a través del cremoso agujero del omega, ayer no había podido verla con claridad pues estaba todo completamente oscuro, pero ahora gracias a los rayos del sol mañanero podía darse el lujo de apreciar lo hermoso que lucía el omega siendo follado por él en todo su esplendor.

Solo bastaron unas cuantas embestidas para que el omega estuviera completamente extasiado corriéndose deliberadamente al sentir el alfa llegar a su próstata, lo apretó tan bien en su interior que parecía querer romperlo.

Heeseung se corrió poco tiempo después llenando al omega una vez más y formando su nudo en las maltratadas paredes que habían sido profanadas con tanta rudeza.