Fuera del libro

Simplemente quirkless: primera vez

Ubicado en el capítulo "Pasantias: ¿es el final?".

Izuku no sabía exactamente que había hecho para llegar a este preciso momento , oh bueno , si lo sabia pero aún no terminaba de procesarlo.

Se encontraba acostado con su pecho desnudo mientras era víctima de un ataque masivo de besos de su maestra Mirko , no , en este momento eran más que eso y ella era solo Rumi la mujer que le acababa de confesar su amor.

Midoriya trató de igualar la intensidad, sus manos recorrieron las caderas de Rumi deslizándose antes de alcanzar su generoso trasero y apretarlo (dios había fantaseado con eso tantas veces) ganando un gemido de la mujer en respuesta.

Rumi: ~de eso estoy hablando~. Izuku siento escalofríos por la cantidad de sed en su voz pero Rumi no le permitió decir nada más besandolo nuevamente.

Su lengua se movío dentro de su boca insitando a la suya a unirse , Izuku sentía su mente ponerse en blanco pero se aferró a su conciencia para apretar su agarre sobre el trasero de Rumi.

Rumi: ~malditamente caliente~. Con prisa terminó (temporalmente) la sección de besos para empezar a tirar la parte superior de su traje y lanzarla al suelo.

Los ojos de Izuku se dirigieron de inmediato a los redondos y acaramelados pechos de Rumi casi tan rápido como se posaron en su abdomen bien formado (sintió que podría rayar quezo en ellos.

Trago saliva sintiéndose hipnotizado posando sus manos en sus pechos sin darse cuenta.

Rumi: ~mmm eso es Usagi no seas timido~. Dijo sacando de su estupor a Izuku.

Al ver que Rumi estaba disfrutando del breve toque decidió ser valiente y acercar su rostro a uno de sus pechos para aferrarse a unos de sus pezones.

Rumi: ¡Oh joder si!. La mujer envolvió sus brazos alrededor de la cabeza de Izuku empujándolo contra su amplío busto.

Izuku tomo eso como señal de que estaba haciendo un buen trabajo y continuó chupando , mordiendo o lamiendo el pezon de Rumi antes de pasar al otro mientras con sus manos masajeaba su otro pezon y trasero.

Izuku casi se sintió avergonzado por actuar como un bebé pero los gemidos que Rumi estaba dejando salir lo tenían embelesado deseando oírla gemir más por el.

Rumi: ¡mierda Izuku ya vengo!. Izuku al principio se sintió confundido pero al sentir la parte inferior del traje de la mujer humedecerse entendió que se había corrido.

Le dio unos segundos a Rumi para recuperarse del orgasmo (sintiéndose orgulloso internamente por lograr un buen trabajo a pesar de su nula experiencia) solo para que esta lo empujara nuevamente de espaldas a la cama.

Izuku: ¡¿Rumi?!. Se sonrojo como luz de navidad mientras la mujer se deslizaba hasta que su rostro quedó sobre su entrepierna mirando el notable bulto en sus pantalones con una sonrisa burlona.