XXXIX - CHARLA

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~Más tarde~
Abro los ojos con somnolencia al oír la puerta ser tocada y maldigo para mis adentros el haber sido despertado, ya que no me había despertado entre sueños y eso era un logro en estos últimos días.

¿Qué hora es? Siento que dormí bastante, pero no lo suficiente. Tomo asiento y me froto suavemente los ojos mientras miro el reloj de la pared. Me he pasado de la hora del almuerzo. Eran las 15:35 y una voz habla del otro lado de la puerta.

─Oliver, ¿Estás ahí?

Judy. Claro. Ella le dijo a Nora que vendría más tarde y ya es más tarde.

─...Estoy aquí. Ya voy ─responde mientras se sienta en la orilla de la cama y se coloca los zapatos.

Me pongo de pie y me acerco a la puerta, la cual abro y observo a la persona frente a mí en silencio y sin alguna expresión en particular, pero Judy parece no tomarle importancia y, por el contrario, habla.

─¿Cómo estás? ─ella sonríe.

─Bien ─murmura.

─Quería hablar contigo. ¿Puedo entrar? ─lo mira mientras ladea la cabeza.

Asiento sin decir nada y le doy paso a mi habitación mientras cierro la puerta y la observo mirar a su alrededor. No hay nada en especial; tenía la luz apagada, pero se podía ver bien el lugar como para no tropezarse. De todas formas, decido encender la lámpara de mi escritorio para iluminar más el lugar y Judy toma asiento en la orilla de la cama mientras me mira. Yo mantengo la distancia y me siento en la silla del escritorio, frente a ella sin mirarla demasiado.

─¿Sabes de qué quiero hablar contigo?

─¿De los papeles que me pediste y que nunca te llevé? ─dice sin seriedad mientras se mira las manos con una pequeña sonrisa de cierta burla.

─No realmente, pero sería un buen tema ─sonríe levemente, pero vuelve a mirarlo fijamente en silencio por unos segundos para después, hablar─ es sobre Axel.

Al escuchar su nombre mi cuerpo se tensa por instinto y abro ligeramente más los ojos de lo normal. No debería de reaccionar así en su presencia y menos con ese nombre, pero es tarde para fingir tranquilidad, así que me recompuse lo más normal que pude y seguí mirando a cualquier otro lado que no sea ella buscando las palabras adecuadas para responderle.

─¿Estás bien?

─Estoy bien ─responde algo brusco mientras se aclara la garganta─ ¿De qué quieres hablar sobre él?

─Pues... Es algo difícil de decirlo... No debería de decírtelo yo, pero me he enterado de que no han hablado en todo este tiempo ─mirándolo con algo de lástima mientras observa su reacción.

─¿Qué tiene que ver con lo que me vas a decir? ─la mira con cautela.

─Sé que te es difícil asimilarlo y que te gustaría tenerlo cerca. Te entiendo, Oliver, puedo verlo a través de ti. Te gusta estar cerca de Axel, es reconfortante para ti.

─Eso no es cierto, tú no sabes nada ─responde a la defensiva.

─Lo sé y por eso te estoy hablando sobre esto. No me gusta verte así. Nora dice que últimamente estás muy triste, no sales de tu habitación y Axel se va y llega muy tarde como para siquiera toparse contigo ─se apresura a explicar mientras lo mira con tristeza─ no me gusta saber que estás tan afectado después de lo que pasó, sabemos que no es tu culpa.

─No es cierto. Todos creen que sí lo es ─desvía la mirada con el ceño fruncido.

─Yo no, Oliver. Confío en ti y sé que no eres capaz de hacer algo como eso a los niños ni a nadie porque eres una buena persona ─insiste mientras no deja de mirarlo─ solo quiero que me escuches y que hables conmigo, ¿sí?

Un Secreto En La Sangre (Libro 1 [BL])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora