Capítulo 9 | Me lo quitó

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—Pequeño león, tengo que irme.

—Por favor, no te vayas, no quiero estar aquí sin ti.

—Estás con tu tío y los chicos, no pasará nada. Por favor, necesito que seas valiente porque tengo que ir por mi Boo Boo, ya tengo noticias y Asher y los demás siguieron a Jackson. Está bastante lejos, pero voy a encontrarlo, cuando lo haga, prometo que buscaré a los demás. Tengo que ir antes de que lo muevan de lugar.

—Pero papá... —Aaron acunó su rostro con sus manos y lo miró a los ojos.

—Pequeño león, cuida a los chicos mientras no estoy, confío en ti.

—Lo haré, padre.

A Aaron le cuesta ser lindo con él, pero sabe que tiene que serlo, así que hace lo que puede para hacerlo sentir bien con todo lo que está pasando. Lo abrazó unos segundos y los chicos le observaron con una pequeña sonrisa en sus rostros. Eso le hizo sentir que estaba haciendo algo bien.

—Hay que demostrarle a esos imbéciles quiénes somos, pequeño león —El chico asintió —. Volveré pronto, te lo prometo.

Aaron se despidió de los demás y se fue, saliendo de ahí, cuidando sus pasos y yendo al Jet. Javier le observó un poco, pasándole las armas y viéndolo agotado.

—Señor, disculpe que me meta, se ve muy cansado.

—No he podido dormir, Javier. Lo haré cuando encuentre a mi Boo Boo. Asher hizo un buen trabajo también. Tampoco ha podido descansar, pero está con los otros y me siento algo seguro de que estará bien. Al menos eso es lo que espero.

—Lo estará, ellos son buenos en lo que hacen. ¿Tiene algún plan? ¿Cómo haremos? Es que necesito saberlo para saber cuál será mi posición —Aaron le dio una mirada y luego la desvió hacia el arma, revisándola y viendo que estén las balas completas.

—No debes preocuparte, tú solo sígueme. Yo no hago planes específicamente. Mi Boo Boo volverá a casa hoy.

—Claro que sí, señor. 

La verdad es que la persona a cargo ha sido un poco inteligente, al menos debe decirlo. Sin embargo, ¿Ganarle a él? No, eso no va a pasar. Recuperará a su Boo Boo, lo llevará a casa y lo pondrá a salvo. ¿Cuántas cosas le habrán hecho? Ni siquiera quiere pensarlo porque eso lo destroza.

Se tocó el pecho, sintiendo incómodidad, puesto que estas empiezan a cambiar de repente. ¿Qué está pasando? ¿Qué le están haciendo a su Boo Boo? Respiró pesadamente, tratando de mantener la calma, pero no podía. Siente su tristeza, aquella agonía desesperante que lo empieza a meter como si fuera una jaula gruesa. Sus ojos se cristalizaron y tuvo que cerrarlos por un rato, luego los abrió cuando escuchó la voz de Javier, diciéndole que ya han llegado.

Tardó un par de segundos en reaccionar y terminó levantándose y saliendo del Jet. Miró a su alrededor. Quizás en este punto, ya estaba harto de que dañaran a su corderito... De que lo rompieran y lo lastimaran con violencia. Recuperará a su otra mitad, a su única razón de existir.

Ángel estaba sentado en el piso, abrazando sus piernas y aguantándose las ganas que tiene de llorar. Quiere a su Bestia, desea con todas sus fuerzas que lo encuentre para que pueda sanar todo lo que le han hecho en ese lugar. Cada vez que esa puerta se abre, su corazón late de prisa, no por miedo a Matias, sino por el hecho de tener que revivir la mayoría de sus traumas.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no escuchó cuando esa puerta se abrió. Observó a Matias caminando hacia él con una jodida sonrisa ladeada y con aquel traje y su máscara en su mano. ¿Ahora qué carajos quiere ese imbécil? Rodó los ojos y se fue levantando para darle la cara.

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