MY LOVE [Michael Afton y Tú].

.30.

1988

                         Había pasado unos meses desde que Michael habia pasado por el accidente que involucra a Ennard, el en menos de un mes recuperó su color de piel, volvió con su aspecto como si nada hubiera ocurrido, hasta la herida del abdomen desapareció. No solo su aspecto había mejorado notablemente, si no que ustedes buscaron la forma de moderar la fuerza que Michael poseia ya que esa fue una cualidad vista.

                          Tú por suerte entraste a trabajar de recepcionista en una empresa dedicada en Telecomunicaciones que era de buena paga, prestaciones y todo estaba en orden con ello. Pero Michael Y Jeremy se reunieron donde este último casi pela los ojos ante lo dicho anteriormente por su mejor amigo.

— ¿Casarte?..

— Así es. Ella sin duda es la mujer que quiero por el resto de mi vida, y la suya.

— Pues yo los apoyare. Pido ser el padrino de brindis.

— Eso si. Nada de malpasarte o tendre que patearte el culo fuera de mi boda.

— Ya le pediste permiso a su padre, madre.

Michael asiente. Por suerte contaba con una buena comunicde yerno a suegros.

— Y el anillo.

— Calma, lo tengo ya en mi posición.

— A verlo.

                          Michael niega riendo - Si te lo enseño seria de mala suerte y pensarian que cin quiero casarme es contigo.

— Sera un bueno marido. — Ambos rieron y Jeremy palmeo su hombro para alzar su botella de cerveza — Se que la haras tan feliz Michael, por algo esa mujer fue capaz de mover toda Yuta por encontrarte y tu por ella fuiste mas que capaz de ir hasta quien sabe dónde solo por verla bien. Por eso, se que tendran un matrimonió duradero. — Michael sonrio ladeadamente y alzo la cerveza acompañando en brindis a Jeremy.

•••

                         Llegaste al lugar que Michael habia dejado en una nota, bajaste del taxi y viste que era una cabaña hermosamente colocada frente a tu mirada mortal. Fuiste hasta la puerta tocandola puerta, abriendo Michael.

— Cariño.

— Buenas noches... Cariño, te ves hermosa.

                         Besa el dorso de tu mano haciendote pasar su mano disponible la coloco en tu cintura. Tu priorizaste su agarre mientras te escoltaba hacía afuera donde viste el porque, una hermosa mesa con velas, platillos, vino, copas de cristal. De iluminación era una series de luces calidas que le daban un toque lindo y romántico. Tocas tu pecho conmovida y al querer girar Michael te entregó un gran ramo de rosas rojas.

— Michael... Esto es hermosisimo. No se que decir me has robado el aliento.

— Quise hacer algo especial para demostar lo mucho que eres importante para mi. Te amó mucho, aúnque eso lo sabes. Pero, quise sorprenderte.

                          Sonries tomandolo desde atrás de la cabeza para fundirse en un besó apasionado. Pero se separaron para el escoltarte hasta la mesa, dónde te ayudo a tomar asiento.

                         La noche transcurrió llena de platica, por tu trabajo, recuerdos de cuando iban en preparatoria donde Michael y tú simplemente recordaron como se habían empezado a acercar. Todo desde que Michael te vio, y tú lo conociste en el pasillo.

— Siendote sincero. Extraño que me molestaras diciéndome que tenia mejor cabello de varios artistas.

— Creo que lo tenias mejor que el mio. Por eso te molestaba.

— Ya lo sabía.. — Ries rodando los ojos y tomando su mano — Enana.

— Ujmm. Dime.

— Sabes, desde el accidente me pregunte varias cosas, como por ejemplo.. ¿Por qué no me deja y hace su vida? ¿Como es que le hice para tener la suerte de tener el amor de una mujer tan bella,inteligente, noble, valiente, y capaz de aguantar mis cosas?

— Michael...

— Nena. Los dos años que me fui, sabes que jamás deje de amarte, muchos diriam que solo era un recuerdo pero, tú eres mi primer amor, una de las personas que mas amo y quiero para siempre a mi par.

                         Michael sin soltar tu mano. Se levanta, donde a lado de ti este se inca con una pierna, donde con una caja pequeña a terciopelo la abre.

— Ahora enfrente de ti, te pido que me aceptes para acompañar tus logros, tus penas, no como tu novio, si no como tu esposo. Quiero que lleves mi apellido. Quiero despertar diario a tu lado, comer a tu lado. Pelear a tu lado en la vida.

                          Tú en todo esto estabas llorando en silenció conteniendo una sonrisa ya que si abrias la boca seguramente sollozarias fuerte.

— ¿Entonces, aceptas ser mi compañera de vida?

— Si... Aceptó ser tu compañera.

                          Dandole en automatico una inmensa felicidad a Afton, donde saca el anillo para colocartelo en tu dedo anular, viendo que es una piedra algo grande, siendo un diamante, pero sin mas te levantas tomando sus manos abrazandolo mientras se besan. Y después sonriendo ante lo siguiente.

— Yo también te tenia una sorpresa...

                         Michael arrugo el entrecejo y tu sacas tu bolso donde sacas una caja de terciopelo color negra como Michael y la abres, haciendo que Michael se sorprendiera.

                         Sin duda estaba sorprendido de que igual tuvieras iniciativa, pero no le sorprendia mucho, tú fuiste quién lo beso, esa noche que por unos celos internos se hizo el dormido, para dormir aunque se sintiera celoso por un sujeto que ni siquiera existia, pero de imaginarte de blanco y que el no seria tu esposo, lo hizo entender que lo que sentia por ti. Sin duda era amor, le costo aceptarlo pero en ese tiempo el solo creia que era que le gustabas, aunque ya era amor, esa noche lo besaste en las mejillas. Aunque no te atrevieras a besarlo en los labios, el lo hizo, se complementaban el uno al otro, eso no se podía negar.

                         Tú eras su mitad. Él la tuya.

— Iba a preguntarte lo mismo. Bueno en forma que queria saber si igual querias amanecer cada dia a mi lado.

— Ay enana. No sabes cuanto anhelo que seamos esposos. — Sonries y este asiente — Aceptó ser con el que amanezcas cada mañana — Sacas el anillo colocandoselo donde sin perder el tiempo se plantan un beso lleno de Euforia y deseo por comenzar una nueva etapa juntos. En dónde habria mas responsabilidades, mas compromisos, pero sabían que aunque pelearan buscarian la forma de resolverlo.

                           Ya habían luchado mucho para estar juntos.