1: Él se enamoró primero...

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El teatro retumba cuando el público explota en aplausos. Gabriel y yo mantenemos la pose mientras observamos el telón cerrarse y escuchamos al público degustar el final de tan maravillosa obra.

Gabriel parece flaquear, respiro hondo y cierro más las costillas, haciéndole sentir que no falta mucho para poder bajarme de las puntas y que me pueda soltar.

Cuando el público ha quedado atrapado del otro lado de las telas, ambos nos soltamos en un suspiro y comenzamos a reírnos de lo ocurrido, nos damos las gracias por el dueto y nos abrazamos, luego, el elenco todo el ballet "La bella durmiente" avanza hacia nosotros dando varios aplausos y felices, la obra ha concluido, todo ha salido perfecto.

-¡Creí que nunca se cerraría! -exclama Gabriel con la mano en el pecho y rio ante su aspecto cansado.

-¡Tan maravillosos como siempre! ¡Estoy orgullosa! -admite nuestra directora, Miss Emogine. -Ivelle, lo hiciste excelente, el primer protagónico nunca se olvida.

-Estoy muy segura de que no lo olvidaré -respondo. Miss Emogine sonríe gustosa y me felicita con un abrazo.

-Aún hay mucho que mejorar -procede a hablar el profesor más joven, August, con una actitud bastante seria. -Pero admito que usted lo ha logrado, Señorita Peimbert, bien hecho.

No me estrecha la mano, camina hacia mis compañeros con los brazos cruzados y su mirada sin expresiones, sin embargo, mantengo mi sonrisa ante sus palabras.

-Realmente no es que nos hayas sorprendido, sabíamos que lo lograrías. -menciona Miss Clara, me da un abrazo con mucha dulzura y respondo de la misma forma. -Gabriel ha tenido una buena compañera.

-Cualquiera de nosotras lo habría hecho igual -menciono. -Pero, obviamente lo hice excelente.

-¡Vamos, chicos! ¡Es hora de vestirse y salir con sus familias, debemos irnos!

Entro al vestidor junto con mis compañeras, procedemos a quitarnos el vestuario mientras platicamos de la obra y los nervios de todo el elenco y demoramos unos veinte minutos es salir con nuestras mochilas en busca de nuestras familias.

Mi mejor amiga Presley va colgada de mi brazo y lleva en sus manos su celular, mostrándome la cantidad de fotos y videos que tomó durante mis solos y mi dueto con Gabriel, una cantidad muy grande de imágenes mías que llenan la memoria de su celular y procede a enviarlas por WhatsApp.

-Editaré las nuestras -menciona guardando el celular. -Y luego elegimos cuáles subir.

-¡Ivelle! -escucho la voz de mi madre y ambas levantamos las miradas, dirigiéndonos hacia el lugar donde mi familia estaba.

Busco con mucha ilusión a cierta persona que había prometido asistir a mi primer ballet protagónico, sin embargo, el cuerpo de mi novio Matthias parece estar ausente y en su lugar, junto a mis padres y mi hermano, noto algunos rostros ya conocidos, pero que he ignorado.

-¡Por los mantos de cristo! -admite Presley. -Pero, ¿Quién ese bombón?

Dirijo la mirada hacia la dirección que veía Presley y mis ojos conectan inmediatamente con los oscuros ojos de Gael Alarcón, aprieto los labios en expresión de molestia.

-Son ellos, Pres -confieso. -No entiendo qué hacen aquí.

-¿La familia del mejor amigo de tu hermano? -pregunta y asiento. -Oh... tal ves deberías conocerlos, no parecen tan malos y hay que admitir que el hijo mayor es muy atractivo.

-Todo lo que tiene de atractivo lo tiene de borracho y desmadroso -inquiero.

-Pero agrégale esos tatuajes tan sexys... Además, no negaste que era atractivo -menciona Presley con una sonrisa retadora y los ojos entrecerrados y me siento molesta.

10 de Octubre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora