MY LOVE [Michael Afton y Tú].

.31.

                          Estabas respirando fuertemente. En la habitación del hospital, tenias apenas cinco centimetros de dilatación después de casi las seis horas era tolerable el dolor. Michael estaba a tu par haciendote mimos.

— Ahora me arrepiento...

— ¿De que? ¿De hacerlo? — Le das un manotazo y el rie contagiandote la risa.

— No es eso. Es solo que tengo hambre..

— Lo sé Enana. Juro que cuando nazca el bebe y tu periodo te invitare a comer lo que quieras.

— Mas te vale.. — Ries cubriendo tu boca. — Wow.. De verdad quiero matarte ahora no quiero imaginarme lo que querre hacerte en cuanto avance el dolor.

— Agradece que solo tendremos uno y no dos.

— ¡Michael!..

— No haga enojar a la mami. — Entra la enfermera — ¿Sigues con el mismo dolor?

— Si.. A aumentado solo un poco.

— Ya veo.. Vendra el doctor en una media hora a revisarte.. Por lo mientras, papi no haga enojar a la mamá.

— Entiendo.. — Asintio Michael sonriendo mientras tomaba mi mano acariciando mi cabeza.

                          Sale la enfermera.

— ¿Y enserió no me haras enojar?

— Me tomare el dia libre por hoy.

— Michael... Yo...

— ¿Qué pasa?

— Tengo miedo..

— Todo saldra bien.

— Y que si no dilato bien. Esta naciendo antes de los nueve meses..

— Todo estará bien Nena. Hay muchas personas que nacen antes de los nueve meses y tienen buenas vidas.

— Siendo sincera temo que me pase algo..

— Nena.. Se que es horrible pero se que es tonto decirte esto pero se que tu puedes.

— Y si yo... Y si el muere..

— No pienses en eso Bebé.. — Michael besa tu cabeza.. — El nacera.. lo verás con tus ojos.. Lleno de sangre y saco amniótico, veras como duerme, sonríe, come. El o ella ira a la escuela.. Créeme que no le faltara cariño y atención a este bebé.

— Michael...

— Aquí estare para ustedes dos. Y los que vengan..

                          Y vuelves a reír el besa tu cabeza que esta un poco empapada de sudor pero esto no le importaba a Michael.

•••

                          Estabas quejandote ya que la frecuencia de dolor ya habia aumentado...
  
                          En eso entra Gregori.

— ¿Que tantas frecuencias tienes?

— Mas que la ultima media hora.

                             Gregori te revisa y este sin más te ve — Te transportaremos a la sala. Recuerda, respira, inhala y exhala. Si tienes que llorar hazlo..

                          Y sale el doctor y ves a Michael, el dolor aumenta sacandote un grito fuerte..
Sin duda ya era tiempo...

                          Te trasladaron en camilla hasta la sala y Michael se lo llevaron para que se cambiara el aceptó prometiendote que volveria tú aun temerosa pedias que fuera rápido. De verdad, estabas aterrada, el dolor ya era mas insoportable, sudabas a mares, estabas sacando lágrimas y quejidos involuntarios.