Capitulo 1 - La Melodía del Río Sanzu.

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La historia transcurría normalmente,Yusuke había regresado del mundo del mal y algunos meses después, abrió un puesto de ramen.Todos continuaron con sus vidas y proyectos, pero ese día tranquilo mientras Botan vistaba la universidad donde Keiko, Kurama y Kuwabara estudiaban, ella nunca se imaginó que todo cambiaría.
Era un día agradable cuando Botan visitaba a sus amigos en la universidad Ushimari donde habían empezado su año escolar. 

Mientras buscaba por los pasillos flotando en su remo, vestida con su kimono rosa, su cabello flotaba suavemente. Y ahí, en ese pasillo escuho una suave melodía de una de las salas de música.

—Que dulce melodía, se siente muy relajante. —Pensó—. Me pregunto quién tocará. —Botan no lo pensó dos veces y siguió esa melodía apacible que le recordaba a la tranquilidad del río Sanzu donde las almas iban al más allá. Y allí, sentado al piano, en esa sala de música, vio a un chico de cabello negro y camisa morada tocando concentradamente con sus ojos cerrados. Pero cuando el chico los abrió... Botan no se esperaba que él pudiera verla en su forma de barquera espiritual, y menos que el chico supiera lo que ella era. Los ojos cafés de él se cruzaron con los de ella, mientras decía suavemente:

—¿Has venido por mi alma?—Botan se sorprendió—, ¿Qué? ¿Puedes verme? —dijo la chica que flotaba frente a él con su cabello brillando con la luz del atardecer que entraba por la ventana.

—Así es, me imagino que eres la barquera del mundo espiritual. ¿Así que creo que significa que morí?

—¿Jajaja, como sabes eso?

—Bueno, estas flotando en un remo... He leído que las barqueras del mundo espiritual flotan sobre ellos.

—Eres demasiado amable, pero me gusta tu sinceridad. Estabas ensayando en la sala de música de la universidad. Lamento haberte interrumpido, pero me sentí atraída por tu música. Y no te preocupes... Aún no estás muerto. Soy Botan por cierto. Y sí, soy una barquera del mundo espiritual pero estoy buscando a mis amigos que estudian aquí.

—Soy Victor... ¿Quieres escucharme tocar? 

—Botan asintió bajando del remo y tomando una silla a lado de Victor, se sientó y cerró los ojos, dejando que la música la envolviera.La luz del atardecer se filtraba por las ventanas, iluminando sus dedos mientras tocaba en  el piano la pieza que tocaba al principio. Al acabar Victor miró a Botan, sonriendo enigmáticamente. Su cabello flotaba como una nube de seda, y sus ojos brillaban como estrellas en la noche.

—Tu música es hermosa —dijo Botan—, tiene un toque espiritual que me hace sentir en casa. La música es un puente entre el mundo de los vivos y el mundo espiritual. Me recuerda a las melodías que se escuchan en el río Sanzu.

Conforme pasaba el tiempo, ambos conversaban sobre música, espiritualidad y la conexión entre ambos mundos.

—¿Te gustaría cantar para mí, Botan? Me gusta tu voz.

Botan sonrió y comenzó a cantar mientras él la acompañaba con las notas musicales. Su voz era como un río de plata, fluyendo suavemente sobre la melodía. Él la acompañaba con el piano, creando un sonido armonioso que llenó la sala.

La música viajaba más allá de las paredes, alcanzando el río Sanzu. Las almas que cruzaban el río se detenían a escuchar, y los espíritus del inframundo se unían en coro. La melodía se convirtió en un puente entre dos mundos, uniendo a los vivos y los muertos en armonía. Botan se dió cuenta de que Victor tenía una habilidad especial que él no conocía.

Después de la emotiva interpretación, Botan y Victor compartieron un momento de silencio, disfrutando del éxtasis musical. Luego,ella se levantó y se acercó a la ventana, mirando hacia el cielo crepuscular.

—Tienes un don especial —Dijo Botan—, Tu música puede sanar almas heridas y unir mundos.

—¿Qué quieres decir? —dijo Victor intrigado.

Ella se volvió hacia él con sus ojos violeta brillando con intensidad.

—En el inframundo, hay almas que están atrapadas en su dolor y sufrimiento. Tu música puede liberarlas. 

—Mmm... A veces pensaba que podía influir en las personas con mi música, pero no me inaginaba que esto fuera una especie de poder.

—¿Estuviste en la ciudad de mushiori hace unos años?

—Sí, creo que desde esa vez empecé a experimentar esto y a ver las almas de los fallecidos.

—Quizás puedas ayudarme —Dijo ella con voz esperanzadora.

—¿Qué podría hacer? Solamente soy un músico.

—Debes tocar para las almas del inframundo. Tu música será la llave para su liberación, pero primero debemos buscar a Kurama, Keiko y Kuwabara... Tenía pensado saludarlos antes de regresar al mundo espiritual.

—Mmm... Creo que los conozco, son de primero. Kurama es ese chico pelirrojo que estudia Biología. Te puedo llevar con él... —Victor tomó su saco gris, mientras botan usó su magia para cambiar su ropa a algo más normal.

—Bien, entonces vamos —dijo Botan sonriendo, mientras ella y Victor salían de la sala de música para encontrarse con kurama.

Continuará....

Botan Mi Flor EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora