Extraño

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Taehyung sonrió al ver en su oficina a Arata Mackenyu, este había solicitado una cita con él para establecer un contrato de seguro de vida. Cuando lo vio entrar se puso en pie y se acomodó la ropa, Arata era un hombre elegante y muy educado.

— ¡Señor Kim, es un placer conocerlo! Soy Arata Mackenyu, sé que usted no me conoce, pero he escuchado buenas referencias de su banco.

¿Conocerlo? Desde luego que lo conocía, Arata era el esposo del hombre que lo enloquecía y sabía todo de él hasta los horarios de sus actividades cotidianas. — ¡Mucho gusto! En efecto, es la primera vez que escucho de usted. Sin embargo, si mi amigo aceptó que le viera estoy complacido en hacerlo.

Arata inocentemente creyó que era un perfecto desconocido, pero Taehyung solo pensaba en que aquel hombre no era el indicado para su musa. Arata le hablaba de sus negocios y del éxito de sus empresas de arquitectura y diseño, de los nuevos inversores y de otras situaciones que estaba viviendo a nivel profesional. Sin embargo, Taehyung ya sabía lo que deseaba pues había leído su solicitud.

— ¿Su esposo sabe de esto?

— No, Hoseok es un chico que no se mete en negocios, lo suyo es la casa, la cocina, las reuniones y pronto los hijos.

— Ritardato!— dijo en acento italiano causando confusión en Arata que solo sabía inglés, japonés, chino y coreano. — Digo, que su esposo debe ser muy atento. Usted quiere que pasar esa cantidad de acciones a su esposo y que sea su seguro de vida el valor del porcentaje total de las acciones de su empresa...

─ Quiero que el banco se cobre con la compra de esas acciones, es decir que ustedes, si muero, tendrán el porcentaje restante de las acciones y mi esposo ahora es el dueño de mis acciones. 

Arata tenía el cuarenta porciento de las acciones, otro veinte porciento se las estaba entregando al banco como pago por el seguro de vida que sería el valor del total de las acciones que poseía él, otro veinte por ciento de las acciones pertenecían a los accionistas de la empresa que eran varios y un veinte porciento restante eran de Hoseok. 

"Inteligente, si su negocio va mal solo perdería un porcentaje, como su esposo es dueño de una gran parte de la empresa yo sería que decidiría el porcentaje más alto, pues además su esposo obtendría el dinero de las acciones que se están poniendo como pago en caso de la muerte de Arata. "

─ Entiendo, lo diré claramente... Tú por medio del banco pagarás un seguro de vida, el cual será pagado con las acciones que posees en la empresa, tu esposo ahora en este contrato es dueño de un veinte porciento de la empresa y si mueres el banco se pagaría con tus acciones y él obtendría el valor neto de las acciones que poseías. Si sabes que puede verse como fraude, no estás declarando lo que en realidad posees... 

─ Mis abogados no, pero el banco si podrá declarar mis propiedades y así no perderé todo lo que debe pertenecerle a mi hijo, cuando lo tenga. 

Así fue como Taehyung tuvo la oportunidad de obtener el poder de cuidar de Hoseok, no le importaba que Arata muriera, sabía que hacía tratos con Kim Soo-Hyun y que eso era un error. Después de eso solo se dedicó a observar a su Hoseok, algo que hacía en ese momento.

Hoseok despertó acostado en sábanas blancas y suaves, había olvidado el día anterior donde se había mudado a otra casa para evitar ser tomado como puto por aquel hombre estafador. De pronto las imágenes de aquel hombre entrando a su habitación mientras estaba desnudo, se había avergonzado tanto que había buscado la sábana para cubrirse, pero se enredó y cuando iba a caer estrepitosamente, Taehyung lo sostuvo y él solo se desmayó. 

Abrió los ojos en grande y se sentó, vio aquella habitación en blanco y buscó hacia todos lados, más no vio al lado de su cama en la cabecera. ─ ¡Siempre he amado la forma en que duermes!

¡Naturalmente, Mío!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora