Vive para morir #Wattys2015

Dahals

Sarai seguia sentada junto su amiga mientras le contaba todo lo que recordaba de su ingreso a los Ridders.

- Despues de abrirle la puerta a ese señor que yo ni siquiera conocía él me tomo del brazo y me arrastró fuera del apartamento mientras yo forcejeaba aterrada.

-¿Y Aarón?¿No hizo nada para ayudarte cuando te escuchó?

- Eso era lo entraño-Sarai suspiró y se giró hacia su amiga- No había rastro de Aarón.

Las dos chicas se quedaron pensativas mientras Sarai mentalmente repetía su primera conversación con Travis.

- Sueltame maldito pervertidoviejoverde.- ella no dejaba de gritar mientras pataleaba e intentaba soltarse de unos brazos tan fuertes como cadenas de hierro.

- Enhorabuena, creo que acabas de inventar una nueva palabra.- le respondió el sin un ápice de humor en la voz.

Aquel hombre la soltó un solo segundo antes de darle un repentino empujón dentro de un furgón negro. Sarai estaba comenzando a asustarse pero no les daría el gusto de verla débil. Cuando el maldito viejo vestido de negro entró con ella, palmeó el techo para que el auto avanzara se giró hacia el y le miró con todo el odio que pudo.

- ¿Quién se cree que es usted para raptar en contra de su voluntad a una ciudadana de los Estados Unidos de América?- bueno no es como si un rapto fuese con la voluntad de la victima ¿no?

- Tendrá todas las explicaciones que quiera cuando lleguemos a la base.

Y tras decir eso Travis mantuvo la vista al frente haciendo caso omiso a la existencia de la chica.
Ella se enfadó tanto que cerró la mano en un puño y la dirigió directamente hacia la nariz de aquel atractivo vejestorio.
Pudo oír como el tabique nasal de su raptor crujía y un hilillo de sangre bajaba por sus propios nudillos mientras él la miraba estupefacto.

- Definitivamente eres una dahal.- Travis asentía con una sonrisa en los labios.

- ¿Dahal?- Ese hombre estaba completamente loco ¿como se atrevió a decirle que ella se había inventado una palabra?

Travis la miró con desconfianza y el ceño fruncido.

- Asi es. Una asesina de demonios de nivel 3. No debería ser yo quien te explicase todo esto pero...a nadie le importará.- algo en la mirada de aquel hombre le decía a la joven que nadie se atrevería a decir que le importaba.- Somos muchos los humanos que combatimos a los demonios, muchos de nosotros juntamos todo nuestro poder en una sola organización llamada Ridders pero muy pocos pueden crear un vínculo con esos seres para ver su punto débil y así poder matarlo.

Sarai ni siquiera podía creer lo que oía. Tendría que escapar de este psicópata lo antes posible.- ¿Demonios?- logró preguntar atragantándose con su propia saliva.
Travis le tendió una botella de agua mientras la miraba como una niña pequeña con la que había que tener mucha paciencia para enseñarle algo demasiado simple.

- El hombre que mataste en el callejón.¿Viste o sentiste algo extraño con él?¿Un punto luminoso o algo parecido?

Sarai casi se atragantó de nuevo. Algo le decía que esto no era una broma y si lo era...no le iba a gustar para nada escucharla.