ɴᴏᴛɪᴄɪᴀ

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Sentándose un momento frente a la caja registradora; dejó descansar sus piernas, luego de pasar toda la tarde atendiendo clientes y recibiendo llamadas.

Había sido un día agotador; con el local lleno, tuvo que hacer su mayor esfuerzo por concentrase y permanecer de pie para tomar a detalle cada uno de los pedidos.

Y vaya que lo habían dejado exhausto.

Por suerte ya estaban por cerrar, y es cuándo podía aprovechar para tomarse un breve momento para tumbarse en una de las sillas y dejar su mente despejarse del agobio y estrés que le causaba el trabajo.

- ¿Estás cansado, berenjenita?

Girando su cabeza para encontrarse con Zeff parado justo detrás de él; se tomó unos instantes para retomar el aliento y poder responder a la pregunta.

- Algo.. hoy vinieron más clientes que de costumbre.

- Sabes que puedes tomarte el día libre, mocoso.

- ¿Y dejarte a ti a cargo de la atención a clientes? no gracias.

- ¿Qué tiene de malo que atienda a los clientes?

- ¿Has visto tú cara?, los vas a espantar.

- Yo no espanto a nadie; ellos se espantan solos.

- Estoy seguro que tus nietos llorarían con sólo verte.

- A mis nietos si les pondría buena cara - cruzándose de brazos, sonrió gustoso al ver una ligera sonrisa en la cara de Sanji.

- Por cierto, antes de qué me vaya; quisiera invitarte a cenar la próxima semana.

- ¿A cenar? - arqueando una ceja, trató de adivinar los pensamientos que rondaban por la cabeza de su hijo - ¿a qué se debe?

- Bueno verás.. - jugando con sus manos, estaba algo nervioso por cómo saldrían las cosas, pues si bien era algo que había planeado con anterioridad; no le quitaba el peso que traería dicha reunión - yo sé que, tú ya sabes acerca de mi embarazo y lamentablemente no fue de la manera que hubiese querido.

Asintiendo con la cabeza recordando que hacía poco se había enterado del estado en el que se encontraba Sanji; prestó demasiada atención a los detalles que saldrían de su boca.

- Por lo qué, Zoro y yo planeamos hacer una cena para hablar las cosas con mayor formalidad; y poder anunciarle a Mihawk acerca del embarazo.

- Vaya, no sabía qué él cabeza de musgo conocía las formalidades.

- Tampoco yo.. pero parece que la paternidad le está sentando muy bien.

- Bueno si ese es el caso, estaré ahí pues tengo muchas cosas pendientes que discutir con mi querido yerno. - cruzándose de brazos, podías ver el aura amenazante que irradiaba, con tan solo de imaginar toparse a Zoro cara a cara.

- Por favor, no vayas a decirle nada estupido.

- Nada es estupido Sanji, cuándo se trata de tú integridad y la de mis nietos.

𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐢𝐠𝐮̈𝐞𝐧̃𝐚 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐣𝐨́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora