Lance Stroll, ¿Cómo podría comenzar a describir a Lance Stroll? Empezando con que literalmente nació en cuna de oro, es atractivo, sociable, vive sin preocupaciones y tiene trabajo gracias a su papá, prácticamente tiene una vida casi perfecta.
Y digo casi ya que lo único que le faltaba a Lance era una pareja que realmente lo quisiera.
¿Cómo es que un chico de su clase no tuviera ni siquiera un pretendiente?
La respuesta a esa pregunta era simple, Lance tenía un amor no correspondido o al menos eso le daba a entender aquel piloto de nacionalidad española.
Fernando Alonso era un hombre bastante agradable y sociable pero todo eso cambiaba cuando se trataba de Lance ya que con el era alguien rudo y frío, su excusa a eso era porque "odiaba a los Nepobabys" lo cual suena un poco ridículo pero la cruda realidad es que ni siquiera Fernando sabía el porqué de su comportamiento con el joven canadiense él cuál jamás le había dicho o hecho algo malo, era cómo un instinto que tenía el español aunque ese "instinto" era retenido cuando el Señor Lawrence Stroll lo estaba observando, el no era lo suficientemente tonto como para ser un grosero con el hijo de su jefe mientras que este los observaba.
Suponía que esa era una de las razones por las que Lance se seguía acercando a el, era raro, siempre lo trataba mal y pocas veces le daba el mínimo de atención o amabilidad pero parecía ser que ese poco se cariño que recibía el canadiense por parte de el español era lo suficiente como para hacerle creer que el mayor quería pasar tiempo con el fuera de la pista.
Lo cual era un pensamiento erróneo, Fernando solo miraba a Lance como un compañero de equipo y ya, no tenía planes de entablar conversaciones o amistad con el ni nada por el estilo, prefería ser más profesional y maduro.
—¡Fernando!, ¿Tienes un minuto?— decía aquel chico de cejas pobladas al encontrarse casualmente con su compañero de equipo.
Fernando lo miraba un poco molesto, pero a regañadientes tuvo que acceder mientras rodaba sus ojos —No tengo tiempo, que sea rápido Stroll— Suspiró al terminar la corta oración.
El menor se quedo un poco sorprendido al notar aquel tono de molestia en el contrario pero aún así siguió hablando — Quería saber si quieres ir conmigo a un nuevo restaurante que— fue interrumpido de forma rápida al mencionar la simple palabra "conmigo".
—No Stroll, Sabes muy bien que no me interesa salir contigo o con algún otro piloto—Dijo fastidiado el mayor, era la 5ta o 6ta vez que el canadiense le proponía salir lo cual en cierto punto lo agobiaba.
—Oh bueno...—El menor agacho un poco la cabeza debido a la vergüenza que comenzaba a sentir—Quería asegurarme, pero entiendo qué estes muy ocupado, ¡hasta luego Fernando!— exclamaba con un intento de amabilidad en sus ultimas palabras, amabilidad la cuál fue menospreciada e ignorada por el español.
Dejando solo a Lance en medio de el pasillo fue que el menor comenzó a caminar lentamente, sé podían escuchar a la perfección cada pisada que daba debido a el increíble silencio que había en ese momento, la mente de Lance estuvo bastante distraída el resto del día tanto que ni siquiera se dio cuenta cuando por accidente derramó café caliente sobre uno de sus amigos.
—¡¡Hey Lan!! ¿Podrías tener un poco más de cuidado?— Dijo un Francés quejándose de la alta temperatura de aquella bebida para rápidamente limpiarse lo mejor que pudo.
Ni siquiera recordaba haberse servido café, era cómo si su cuerpo estuviera en automático siempre que terminaba de hablar con Alonso—Esteban yo...—
Él canadiense trato de ayudarle a su amigo en cuanto volvió a poner los pies en la tierra, o más bien la mente.
Ocon simplemente terminó de limpiar su camisa para después mirar a el contrario y soltar un suspiro — ¿Es Alonso cierto? — dijo mirándole a los ojos mientras se cruzaba de brazos, el francés no era tonto como para saber que si su amigo estaba distraído era por culpa de aquel piloto.
